En el corazón de la masonería, el Rito y la Tradición se entrelazan como las hebras de un tapiz sagrado, tejiendo un camino iniciático hacia la comprensión y la unidad. El Rito, con sus prácticas y símbolos, nos guía hacia la luz de la sabiduría y la verdad, mientras que la Tradición, con su riqueza de conocimientos y cultura, nos conecta con las raíces profundas de nuestra orden.
El Antiguo y Aceptado Rito Escocés, nuestra tradición milenaria, nos une con los constructores del pasado, quienes buscaron la armonía entre la sabiduría, la fuerza y la belleza. A través de sus rituales y símbolos, nos invita a explorar la dualidad y la unidad, la materia y el espíritu, y a buscar la trascendencia en la Gloria del Gran Arquitecto del Universo.
En este viaje iniciático, nos enfrentamos a la tensión entre el ser y el devenir, la eternidad y el tiempo. La objetividad científica nos lleva a cuestionar la existencia y el Principio Creativo. La fe religiosa y la esperanza nos guían hacia la devoción y la piedad. La actitud iniciática nos invita a buscar la unidad y la trascendencia.
El espíritu del Rito Escocés Antiguo y Aceptado es de orden iniciático y tradicional. Nos une con las grandes tradiciones auténticas del pasado, como la egipcia y la grecolatina. La Biblia, símbolo de nuestra tradición, nos guía hacia la comprensión de la unidad y la trascendencia.
La tradición no se reduce a contenidos transmitidos, sino que se suma integrando y adaptando los conocimientos adquiridos de todos aquellos que penetran en sus misterios. El Rito nos lleva a conciliar el Cielo y la Tierra, la Materia y el Espíritu, y a buscar la unidad que nos es superior.
En este viaje, nos damos cuenta de que la estructura ritual implica una referencia a un principio trascendente en el origen del todo. Este principio es siempre sobrehumano, ordena y estructura el mundo. Lógicamente, el Rito que constituye una modalidad de retorno a este principio solo puede ser de esencia espiritual.
Así, el Antiguo y Aceptado Rito Escocés, que aboga por un retorno a la unidad en todas las cosas, reconoce la supremacía del Espíritu sobre la materia. En este camino iniciático, nos unimos en la búsqueda de la verdad y la sabiduría, y trabajamos para la Gloria del Gran Arquitecto del Universo., "en singular", nos pueden parecer muy restrictivos, pero después de algunas investigaciones y reflexiones me parecen multitud de interpretaciones y símbolos, que intentaremos descubrir y, tal vez, comprender juntos.
Antes de lanzarnos a especulaciones filosóficas, consideremos primero la medida de las palabras y su definición ordinaria.
RITO:
Todas las tradiciones litúrgicas y prescripciones religiosas propias de una comunidad religiosa,... ya estamos en lo sagrado.
Por analogía: conjunto de prácticas iniciáticas propias de una sociedad secreta, ejemplo: los ritos de la masonería.
Desde un punto de vista antropológico, determinadas sociedades tradicionales practican estos gestos de carácter sobrenatural o simbólico: ritos mágicos, ritos nupciales o ritos chamánicos.
Ya sabemos, por definición, que el rito es un conjunto de tradiciones.
Pero, ¿qué sabemos de la TRADICIÓN?
Es la acción de transmitir el bien, el conocimiento, la cultura, la doctrina religiosa o la filosofía.
La tradición es: uno de los dos fundamentos de la religión católica, siendo el otro la Revelación contenida en las sagradas escrituras, definida por los padres de la iglesia, los concilios, el Papa y los obispos.
En el sentido popular del término; La tradición es una creencia muy difundida, una forma de hacer o de pensar heredada del pasado, diremos de una tradición concreta que es específica de una familia o de una profesión.
Entonces me propuse investigar y tratar de comprender nuestro Antiguo y Aceptado Rito Escocés que es un rito Masónico y Caballeresco que lleva en sí los elementos de la Iniciación, está arraigado en la tradición y,...
Se dice que es Universal, a pesar de las diferentes obediencias que caracterizan a la masonería.
Esta realidad iniciática es parte de la tradición milenaria de los constructores que, a través de la práctica diaria del trabajo y la reflexión, lograron ellos mismos en sus obras el equilibrio entre la sabiduría, la fuerza y la belleza.
Además, nos debemos a nosotros mismos, hermanos míos, conocer su origen, su historia y sus especificidades, aunque sean escocesas.
La influencia de la masonería en el movimiento de las ideas fue particularmente fuerte en Francia en la segunda mitad del siglo XVIII, durante la Ilustración y en la preparación de la revolución.
Por ejemplo, Le Grand Orient, racionalista y anticlerical, desempeñó un papel político notable durante la Tercera República.
Los ritos masónicos se definen por un conjunto de reglas relativas a los gestos, movimientos y situaciones de los hermanos en las llamadas ceremonias rituales llamadas “atuendos”.
Estas reglas establecen un orden que la tradición, a través del rito, transmite.
No todas las logias tienen el mismo rito:
El Gran Oriente trabaja sobre el “Rito Francés”
La Gran Logia Nacional Francesa y la Gran Logia Unida de Inglaterra trabajan sobre el “Rito de Emulación”
La Gran Logia Tradicional y simbólica trabaja sobre el “Rito Escocés Rectificado” ” »
Y encontramos el “Rito de York Moderno” en América del Norte o incluso el“Rito Memphis Misraïm” en Europa.
El Rito Escocés Antiguo y Aceptado es el rito más practicado en el mundo, y la Gran Logia de Francia, desde 1894, tiene la misión de administrar los tres primeros grados del rito, que, como todos saben, incluye 33.
Veamos ahora Hablamos de nuestras especificidades:
Es específico, lo que caracteriza a una cosa y es específico de ella.
La historia de Escocia vincula el Rito con varias tradiciones.
Documentos antiguos como el Regius, el Manuscrito Cooke, el Registro de Edimburgo y muchos otros, hacen referencia a la Tradición de los constructores, sus reglas y su ética.
Por lo tanto, las primeras logias probablemente se introdujeron en Francia a finales del siglo XVII y la dimensión espiritual de la práctica masónica apareció en los rituales hacia 1730 con la leyenda de Hiram.
Esta especificidad desarrollará su riqueza iniciática más allá de nuestros tres primeros grados, que nacieron en Francia alrededor de 1740 pero que al mismo tiempo seguirán siendo ignorados en Escocia.
Llamado Rito Escocés, por el origen escocés de los tres primeros grados, pero de inspiración esencialmente francesa para los grados que se añadieron.
Fue codificado por primera vez en 1762; y el convento universal de Lausana adaptó el principio un siglo después.
Gradualmente, el problema del principio creativo nos desafiará y perturbará.
Desde los avances tecnológicos del siglo XIX hasta nuestros investigadores actuales, capaces de manipular una cadena de ADN y modificar el destino de un individuo, el Hombre considera esto un éxito contra el Creador.
Esta visión científica del mundo, cualquiera que sea su contenido, tiende a cerrarse en certezas que favorecen las respuestas en relación a las preguntas que las suscitaron.
Allí se abre para el ser humano la dimensión espiritual y la espiritualidad.
Es en este espacio donde las religiones han construido sus respuestas y las tradiciones han marcado sus caminos.
Muchos científicos señalan que la cuestión de cuándo comenzó el tiempo parece escapar más que nunca a la física, como sin duda escapa a las posibilidades de nuestro lenguaje y nuestra imaginación.
Vemos claramente que sea cual sea el enfoque que tengamos, ciencia, religión, enfoque espiritual en la masonería, pero también en el zen, el budismo, el sufismo, encontramos la misma tensión entre el ser y el devenir, entre la eternidad y el tiempo.
La objetividad científica no tiene sentido si acaba haciendo ilusorias las relaciones que tenemos con el mundo.
Si conectamos materia, vida, conciencia, esto nos lleva a un enigma más profundo, el de la existencia “a priori” de un fundamento, de un Principio que es a la vez causa y significado del universo.
Asimismo, desde la simple fe religiosa basada en la confianza inquebrantable en una Entidad superior, el Rito Escocés Antiguo y Aceptado abre una puerta a la espiritualidad, al proponer una búsqueda personal de aquello que está más allá de nosotros mismos. Nuestro Rito le otorga el nombre de Gran Arquitecto del Universo y trabajamos para su gloria a través de nuestra existencia.
En efecto, para el hombre el hecho de existir nunca se reduce al simple hecho de ser, porque a diferencia de las cosas que simplemente están ahí, sólo el hombre existe, es decir, es consciente de su existencia y se plantea la cuestión de su significado.
Para SARTRE, sin embargo, no existe ningún sentido previo a la existencia, salvo el que el hombre le da.
Para él la existencia precede a la esencia.
Si, por el contrario, prevalece el concepto de Principio o de Dios, entonces diremos: “la esencia precede a la existencia”.
Todo se reduce al problema de la fe y de la esperanza.
Por un lado, el hombre piensa y toma conciencia, es él quien da sentido a su vida, a través de sus proyectos, sus acciones y sus elecciones.
Por otra parte, la esencia y la existencia preceden a todo y dan sentido a la vida.
La actitud religiosa es la de devoción y piedad. Consiste en honrar a Dios, servirle, orarle. Trabajar por la Gloria del Gran Arquitecto del Universo significa actuar para hacer más radiante y magnificar el Principio Creativo, la vida y su origen.
El espíritu que sustenta el Rito Escocés Antiguo y Aceptado es de orden iniciático y por tanto “tradicional”.
Esta fidelidad a la tradición es indiscutible para nuestro rito, su garantía podría encontrarse, si fuera necesario, en el Volumen de la Ley Sagrada. De hecho, la Biblia constituye el símbolo de la tradición del rito. Pero no olvidemos que además de la tradición judeocristiana, el Rito Escocés Antiguo y Aceptado en sus rituales, sus documentos fundacionales y su tradición hacen referencia a otras grandes tradiciones auténticas como, entre otras, la egipcia y la grecolatina. .
El retórico latino Quintiliano dio en sus “Instituciones del Oratorio” el significado de “enseñar” por “traditio” y haciendo la diferencia entre entregar “tradere” y transmitir “trasmitere” el primero se refiere a una cosa y el segundo a un acto de…
De ello se deduce que la tradición no puede reducirse a contenidos transmitidos, pero la Tradición no se limita a la conversación o a la comunicación de conocimientos adquiridos pertenecientes al pasado, sino que se suma integrando y adaptando los conocimientos adquiridos de todos aquellos que penetran en sus misterios.
Esta observación válida para la tradición se aplica al Rito y al espíritu que transmite.
Este espíritu, contenido en la tradición primordial, se presenta como la conciliación del Cielo y la Tierra, de la Materia y el Espíritu. Como una máquina para retroceder en el tiempo, o para pasar del tiempo al no tiempo,... a lo intemporal, el Rito volverá a vincular o reunirá los dos términos. De esta dualidad original nace la Manifestación Universal y el masón escocés sabe que toda dualidad se resuelve en la unidad que le es superior y de la que emana. El espíritu de la tradición que subyace al rito es irreductible al "uno", pero para el masón, siempre en busca de la unicidad más allá de la multiplicidad, fiel al espíritu del rito, conviene siempre "reunir lo que está disperso". ”…en la unidad.
Sin querer concluir, y sería muy pretencioso por mi parte, diré que en todas las tradiciones auténticas, la estructura ritual implica una referencia a un principio trascendente en el origen del todo.
Este principio es siempre sobrehumano, ordena y estructura el mundo.
Lógicamente, el Rito que constituye una modalidad de retorno a este principio
sólo puede ser de esencia espiritual.
Por eso el antiguo y aceptado rito escocés, que aboga por un retorno a la unidad en todas las cosas, reconoce la supremacía del Espíritu sobre la materia.
En el corazón de la masonería, el Rito y la Tradición se entrelazan como las hebras de un tapiz sagrado, tejiendo un camino iniciático hacia la comprensión y la unidad. El Rito, con sus prácticas y símbolos, nos guía hacia la luz de la sabiduría y la verdad, mientras que la Tradición, con su riqueza de conocimientos y cultura, nos conecta con las raíces profundas de nuestra orden.
El Antiguo y Aceptado Rito Escocés, nuestra tradición milenaria, nos une con los constructores del pasado, quienes buscaron la armonía entre la sabiduría, la fuerza y la belleza. A través de sus rituales y símbolos, nos invita a explorar la dualidad y la unidad, la materia y el espíritu, y a buscar la trascendencia en la Gloria del Gran Arquitecto del Universo.
En este viaje iniciático, nos enfrentamos a la tensión entre el ser y el devenir, la eternidad y el tiempo. La objetividad científica nos lleva a cuestionar la existencia y el Principio Creativo. La fe religiosa y la esperanza nos guían hacia la devoción y la piedad. La actitud iniciática nos invita a buscar la unidad y la trascendencia.
El espíritu del Rito Escocés Antiguo y Aceptado es de orden iniciático y tradicional. Nos une con las grandes tradiciones auténticas del pasado, como la egipcia y la grecolatina. La Biblia, símbolo de nuestra tradición, nos guía hacia la comprensión de la unidad y la trascendencia.
La tradición no se reduce a contenidos transmitidos, sino que se suma integrando y adaptando los conocimientos adquiridos de todos aquellos que penetran en sus misterios. El Rito nos lleva a conciliar el Cielo y la Tierra, la Materia y el Espíritu, y a buscar la unidad que nos es superior.
En este viaje, nos damos cuenta de que la estructura ritual implica una referencia a un principio trascendente en el origen del todo. Este principio es siempre sobrehumano, ordena y estructura el mundo. Lógicamente, el Rito que constituye una modalidad de retorno a este principio solo puede ser de esencia espiritual.
Así, el Antiguo y Aceptado Rito Escocés, que aboga por un retorno a la unidad en todas las cosas, reconoce la supremacía del Espíritu sobre la materia. En este camino iniciático, nos unimos en la búsqueda de la verdad y la sabiduría, y trabajamos para la Gloria del Gran Arquitecto del Universo.