Una plaga de Pequeños Hombrecillos 
Recuerdo bien, hace años mi Tía cayó enferma, justo unos días antes de que yo fuera a pasar un fin de semana con ella a su casa de campo en el municipio de Allende , Nuevo León , México , fue entonces que la visité en el hospital en Monterrey, le ofrecí mi casa para recuperarse, pero mis primas habían ya decidido llevarla a su casa, que estaba relativamente, muy cerca de la mía.

Así es que pasaba a visitarla a diario, luego de terminar de trabajar. De hecho mi tía fue la primera persona que me relató de realidades paralelas, cuando de niño me decía del libro “EL RETORNO DE LOS BRUJOS” ; bien siguiendo con el relato los pocos días noté algo nerviosa a mi Tía, parecía que quería decirme algo importante, pero no podía hacerlo por la constante vigilancia de mis primas, así que al siguiente día llevé a mi esposa para que la distrajera mientras yo podía platicar con mi tía a solas . El plan funcionó en cuanto las mujeres salieron de la habitación en la que yo me encontraba con mi tía anciana , ella me dijo – Orlando, sácame de esta recamara ahora- por supuesto no necesite más que sus palabras y aprovechando el descuido de mis primas , salí con ella al patio por la puerta trasera, llamé a mi esposa con una seña para que vinera al patio con nosotros, una de mis primas salió también, algo molesta y desesperada, me pedía que no la sacara al patio, yo le dije la Tía necesita Sol y aire fresco , a lo que mi prima accedió, nada me detuvo para, luego conversar con mí Tía.

En el patio mi tía me dijo que la estaba pasando mal que esa recamara en la que convalecía tenía algo extraño, según sus palabras había muchos “animalitos u hombrecillos ” que se le subían encima, quería despertar y se quedaba paralizada, por mucho tiempo, advertí que mi tía sufría Parálisis del Sueño, algo que yo sufría desde siempre , me contó una vez que se quedó dormida en el sillón, se incomodó porque le estaban brincando encima, la tenían rodeada y no podía despertar , y me contó que: aunque no tenía sus anteojos puestos, pudo ver que eran más chiquitos que un vaso y tenían tantos dietes filosos que le blanqueaban sus bocas. Le contaba a mi prima lo que pasaba y ella simplemente le decía que eran ratones, mi esposa y mi prima sostuvieron que la Tía sólo tenía pesadillas, yo comprendía a mi tía pues yo padezco de pesadillas muy lucidas y tremendas.

No dude de sus palabras de mi tía en ningún momento, comprendía que esos sus sueños, como los míos estaban cargados de alguna realidad, la deje mi tía en el patio , al cuidado de una de mis primas, y de mi esposa, así regresé a ver qué pasaba en esa recamara, me sorprendí mucho porque antes de abrir la puerta esta se abrió y vi claramente a unos pequeños seres que corrían de un lugar a otro dentro de la habitación . Al dar una mirada dentro de la recamara , puedo asegurar que había cientos de ellos, y luego todos desaparecieron rápidamente, y no supe a donde habían ido, pensé serán duendes o algo así – debo confesar que eso me dio miedo , escalofríos que me recorrieron la espalda -, recordé mi tía decía son tantos que no podía sacudírmelos del cuerpo, menos cuando clavaban sus afilados dientes. En un instante pedí a mis primas sí tenían agua bendita, para rosear por ahí y rezar un padrenuestro y unas aves marías, y así lo hice, me persigne y comencé mis oraciones, al hacerlo me dije, quizá mi tía, por su poderosa influencia en mi cuando era niño, ejercía una sugestión sobre mi mente. Pasaron luego un par días ,llegue a la casa de mis primas y pasmos al comedor, mis primas , mi tía , mi esposa y yo; para entonces el rostro de mi tía cambió totalmente, reía, comentaba , se veía sana, totalmente curada. Y me dijo Orlando que bien , me hiciste caso esos hombrecillos ya se fueron, ya no me atormentan más. 
Fue cuando me comentaron mis primas y mi tía, que luego que mi esposa y yo nos marchamos, llegaron unos gatos color amarillos mostaza , y se metieron a la habitación de la tía, comenzaron a maullar .
-Entraron por la ventana eran tres agregó una de mis primas, 
- Y comenzaron recorrer toda la casa y los hombrecillos parecían tener alas, comentó mi tía, 
-Porque desaparecieron en un instante, los gatos los perseguían con gusto, alcanzaron a comerse a unos cuantos, luego los gatos simplemente se fueron 
_Una de mis primas nos dijo esos gatos no eran del vecindario , nunca los había visto por aquí, y como llegaron se fueron, 
_ Y los hombrecillos ya no se vio ni uno por aquí. Finalizó contando mi tía. 
Alcoseri