El presidente Mauricio Macri despidió la noche del jueves en Bariloche a su par de los Estados Unidos, Barack Obama, en lo que fue el cierre de la visita oficial del mandatario norteamericano, quien estuvo dos días en la Argentina acompañado por su familia. Luego de los saludos, los Obama viajaron hacia Buenos Aires, donde se subieron al Air Force 1 y partieron de vuelta hacia Washington.
Macri y su mujer Juliana Awada saludaron a Barack y Michelle Obama en el hotel Llao Llao donde estuvo alojada la familia del presidente de los Estados Unidos que aprovechó las instalaciones del histórico complejo turístico para descansar antes de emprender el regreso a Washington.
En un clima de distensión, ambos mandatarios concluyeron la agenda bilateral que tuvo como tuvo como marco el relanzamiento de la relación entre los dos países y el recuerdo de las víctimas de la dictadura militar a 40 años del golpe de Estado.
Obama y su familia disfrutaron de una tarde de descanso en la ciudad de San Carlos de Bariloche, donde caminaron por los jardines del exclusivo hotel Llao Llao y participaron de un paseo en barco por aguas del lago Nahuel Huapi.
Bajo el sol de una tarde otoñal y rodeados de un paisaje inigualable, Obama, la primera dama Michelle, sus hijas Sasha y Malia y su suegra Marian Robinson aprovecharon sus horas de descanso antes de emprender el regreso a Estados Unidos, previsto para esta noche, luego de una agenda cargada en el país, que incluyó un homenaje en el Parque de la Memoria, en la Capital Federal.
El lugar elegido para la breve estadía en Bariloche fue el ala Moreno del Hotel Llao Llao, el área más moderna del lugar, que contrasta con el tradicional ala Bustillo que, en otros tiempos, recibió a otros presidentes estadounidenses, como Bill Clinton, Jimmy Carter y Dwight Eisenhower.
La familia llegó al Aeropuerto Internacional de San Carlos de Bariloche a las 14.21 a bordo del Air Force 1 que trajo también a parte de su comitiva y a medios de prensa de Estados Unidos.
La llegada de la familia presidencial fue totalmente descontracturada y sin el protocolo de una visita oficial, contrastando con el gran operativo de seguridad que esperaba para llevarlos al Llao Llao.
Obama, vestido con un pantalón claro y campera oscura sport, y Michelle, con pantalón negro y campera verde oscura, bajaron por la primera puerta del avión, seguidos por sus hijas y Marian, la suegra del presidente, que comparte con la familia la Casa Blanca.
El resto de la comitiva y los medios de prensa que viajaron con la familia presidencial en el avión descendieron por una puerta trasera.
La familia subió a la tercera de las camionetas de un total de 33 que integraron la comitiva y en segundos estaban saliendo del aeropuerto para tomar la avenida Bustillo, principal ruta de acceso a la ciudad.
En el camino, sobre la avenida Juan Manuel de Rosas, en la costanera lindante al Centro Cívico, un grupo de militantes kirchneristas, otros de la Juventud Peronista Evita, Patria Grande y Central de Trabajadores Argentinos, reunidos en el Foro Nacional y Popular, intentaron interceptar el paso de la comitiva, lo que generó la intervención de la policía rionegrina y algunos incidentes.
Esos manifestantes que portaban carteles que decían “Patria si, colonia no” fueron los mismos que participaron a las 11 de la mañana de una marcha en homenaje a los desaparecidos y víctimas de la última dictadura, y que repudiaron la presencia de Obama en Argentina.
Una hora antes de que llegara el mandatario de Estados Unidos arribó al aeropuerto el presidente Mauricio Macri con su familia para descansar en la estancia de Lago Escondido, propiedad del magnate inglés Joe Lewis.
El mandatario argentino y su familia arribaron a bordo del Tango10, pero en la pista lo esperaban dos helicópteros, uno de los cuales lo trasladó a la estancia, mientras que el otro llevó el equipaje.
La familia Obama aprovechó el sol de la tarde del Jueves Santo para pasear por los alrededores del hotel, siempre dentro del perímetro demarcado y custodiado por los servicios secretos estadounidenses.
Luego, cuando faltaba poco para las 17, la familia Obama cruzó a Puerto Pañuelo, justo frente al Llao Llao, donde abordó la embarcación Modesta Victoria, emblema de la ciudad y que cumplió 75 años hace muy poco y suele hacer los paseos marítimos a Bosque de Arrayanes, Puerto Blest e Isla Victoria, en aguas del lago Nahuel Huapi.