En Ginebra Calvino dejó sus huella no sólo en sus calles sino también en el espíritu de la ciudad. RDB
Calvino continúa estando muy presente en la vida suiza en el inicio del siglo XXI y, especialmente, respecto a la cuestión del secreto bancario. El reformador, del que se celebra este viernes el 500 aniversario de su nacimiento, fue la fuente de la emancipación ciudadana.
Este contenido fue publicado en10 julio 2009 - 08:23
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Xavier Comtesse, de Avenir Suisse, recuerda esta herencia. Entrevista.
El predicador no sólo fue un gran renovador de la sociedad. También dejó en Suiza y en el mundo una manera de pensar que impregna, todavía hoy en día, al mundo occidental. Lo que hay en la forma moderna de comprender a Dios o respecto al dinero, sean banqueros o no, o incluso en nuestra comprensión moderna de las instituciones y de la democracia: Calvino ha marcado todos estos campos.
swissinfo.ch: ¿En qué se basa el protestantismo de Calvino?
Xavier Comtesse: Calvino basó su pensamiento en que la Biblia tal y como está formulada en el lenguaje del pueblo, en la separación entre el Estado y la religión y sobre el acuerdo según el cual los creyentes, que financian la comuna, pueden elegir a los sacerdotes.
Esta forma de organización típicamente calvinista además, con el tiempo, se extendió a otros ámbitos no religiosos de la mentalidad helvética. Los representantes del Estado deben permanecer alejados de todas las instituciones religiosas y la ciudadanía participa en las decisiones políticas a todos los niveles, de la comuna al gobierno del país.
Estos dos elementos han llevado a una emancipación del pueblo, a su “otorgamiento de poderes”, como se dice hoy en día, el acceso a una forma de poder.
swissinfo.ch : ¿Y qué hubiera sido Suiza sin Calvino?
X.C.: Sin esta emancipación de la gente realizada por Calvino, creo que simplemente no tendríamos nada de democracia directa. Seríamos una República, como nuestros vecinos. Aunque aquí hay que citar también a Lutero que desempeñó en la Suiza de habla alemana el mismo papel que Calvino.
Este traslado de estructuras de la organización comunal hasta el nivel más alto del Estado es típico de Suiza.
swissinfo.ch : ¿Fue Ginebra más importante que Zúrich en esta materia?
X.C.: La suiza francófona no existía en ese momento. Ginebra era la ciudad que brillaba más de todo el país. Basilea también tenía importancia, pero este no era el caso de Zúrich, de Berna o de Lausana.
Esto es lo que explica que Calvino tuviera una fama internacional más grande que Lutero. Además después de Napoleón, Zúrich tenía menos habitantes que Ginebra y su economía era también menos importante.
swissinfo.ch: ¿Qué huellas dejó Calvino en el protestantismo?
X.C.: Conozco especialmente el caso de los Estados Unidos. El calvinismo es un pensamiento muy extendido. Cerca de 15 millones de personas son calvinistas. En los países anglosajones, se les llama presbiterianos.
Otras comunidades viven en Escocia y en Corea del Sur. Se calcula que existen 50 millones de presbiterianos en el mundo. Aunque en Suiza son sólo un puñado.
swissinfo.ch: ¿Cuáles fueron las relaciones de Calvino con la economía y con los bancos?
X.C.: Como reacción al comercio de indulgencias practicado por la Iglesia Católica para garantizar los ingresos del Vaticano, Calvino fue uno de los primeros dirigentes de la Iglesia en autorizar la concesión de créditos, pero con unas condiciones morales muy estrictas.
También levantó un puente hacia el presente. Los tipos de interés estaban fuera del debate, porque el crédito debía ser barato. Él trataba, como en la religión y la política, de proteger al ciudadano en el ámbito bancario imponiendo exigencias morales muy elevadas.
Además, uno de los principios del protestantismo es el de proteger la esfera privada. La combinación de este principio con el de la autorización de manejar los asuntos bancarios lleva directamente al secreto bancario.
swissinfo.ch: Pero históricamente el secreto bancario está considerado como un instrumento para proteger al ciudadano de las intrusiones del Estado en su esfera privada.
X.C.: Exactamente. Por ello la noción de secreto bancario da lugar a numerosos malentendidos. El nombre ‘secreto bancario’ conduce al error. Sería mejor hablar de ‘protección de la esfera privada por parte de la banca’.
Este tipo de protección no existe sólo en Suiza. En Francia por ejemplo, una esposa no tiene el derecho de informarse de las cuentas bancarias de su marido, que la ley considera como dependiente de la esfera privada.
En Suiza hemos ido un paso más adelante. La ley nos protege contra la arbitrariedad eventual del Estado. Por eso nos topamos con Calvino, ya que él elaboró este principio para proteger a los ciudadanos de la arbitrariedad de la poderosa Iglesia Católica.
swissinfo.ch: ¿Qué queda en la actualidad de esta ética calvinista, si se piensa en la crisis de los bancos y la plaza financiera?
X.C.: Esta crisis es una crisis de la moral. Deberíamos pues enfrentarnos más en el futuro al aspecto de la responsabilidad social. Se trataría de un tipo de un nuevo calvinismo, laico, con las señales morales pero no religiosas.
Lo podemos ver en las manifestaciones, por ejemplo, en el dominio del control de calidad. Los nuevos estándares ISO sirven para llenar los déficits en el campo de las responsabilidades.
La Organización Internacional de Normalización (ISO) tiene su sede en Ginebra, como tantas otras instituciones de influencia internacional. Eso también es una herencia de Calvino.
Otra ‘institución’ ginebrina es, nada menos, que Internet, que fue inventado en el CERN. Ahora bien Internet es calvinista ya que permite a la ciudadanía, a la población, al usuario, tener un acceso directo a la información.
Antes había que solicitar a los poderosos intermediarios para poder recibir estas informaciones. Internet rehace así el acceso a los mercados, de la misma manera que la reforma de Calvino había hecho posible un acceso directo a Dios.
swissinfo.ch: Alexander Künzle
(Adaptación: Iván Turmo)