Hace 500 años aproximadamente, se encargo al polifacético artista Miguel Ángel la decoración de la bóveda de la capilla Sixtina, la obra pictórica magna de Miguel Ángel duro 4 esforzados años de trabajo, su representación finalizo con la llamada “creación de Adán”.
Curiosamente y con el paso de los años, se ha descubierto que la representación de Dios (el tipo de barbas) dando la inteligencia a Adán (evidentemente no le estaba dando la vida, pues Adán en la escena está vivo) no es tan literal como parece, si seccionamos un cerebro humano nos encontramos una notorio parecido al conjunto de ángeles, orlas y ornamentos de tela que representa la proximidad de ese Dios.
Algunos pueden pensar que todo es casual, pero si tenemos en cuenta que Miguel Ángel era un gran anatomista del cuerpo humano, algo parece decirnos que el Artista SABIA PERFECTAMENTE QUE ESTABA HACIENDO, la pregunta es la siguiente.
¿Que indujo a Miguel Ángel a representar a dios como una cerebro?, desde mi personal punto de vista, sospecho que el artista italiano era conocedor de antiguos conocimientos restringidos a ciertas sociedades secretas que aseguraban que DIOS era una gran mente que nos había creado como un pensamiento, nunca existió Yave como divinidad creadora, el origen de todo, incluido el hombre era producto del pensamiento de la mente universal.
La representación del “toque de Dios” quiere explicar que quizás nosotros formemos parte de esa mente como elemento activo siendo nuestra propia mente parte de ese proceso creador, como una idea de Dios a escala.
Hay muchos estudios de Física de partículas así como grandes tratados de filosofía que hablan desde hace tiempo sobre la inducción de nuestra mente sobre la materia o el entorno, libros como “El secreto”, “El efecto Isaías”, “El poder del Ahora”, “El Kybalion”, “La ciencia de hacerse rico”…. son un ejemplo de esta idea que desde luego no es nueva, sencillamente se ha popularizado en ciertos círculos minoritarios.
Evidentemente, el artista de manera sucinta encubrió dicha representación para dejar satisfecho a la curia romana y… ¿a los que como él conocían ese secreto?
Recibe su nombre del héroe mitológico, Hércules y es la quinta en tamaño de las 88 constelaciones modernas. También era una de las 48 constelaciones de Ptolomeo.
"¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría (sophia) y de la ciencia (gnwsiV, gnosis) de Dios! ¡Cuán incomprensibles son sus juicios, e inescrutables sus caminos!" (Romanos, 11: 33).
Recibe su nombre del héroe mitológico, Hércules y es la quinta en tamaño de las 88 constelaciones modernas. También era una de las 48 constelaciones de Ptolomeo.
"¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría (sophia) y de la ciencia (gnwsiV, gnosis) de Dios! ¡Cuán incomprensibles son sus juicios, e inescrutables sus caminos!" (Romanos, 11: 33).
Las escaleras de los Museos Vaticanos son una obra de arte más que añadir a la Capilla Sixtina, el Laocoonte o los Dalí y Miró que a menudo pasan desapercibidos, porque todo el mundo sigue las flechas hacia la gran obra pictórica de Miguel Ángel.
Escalera de Bramante del Vaticano
Esta increíble escalera que en un genial efecto óptico parece que no va a terminar nunca es obra de Donato d’Angelo Bramante, que ha pasado a la posteridad como Bramante. Vivió a caballo entre los siglos XV y XVI, y fue uno de los arquitectos italianos más reconocido, por ser el ideólogo de la Basílica de San Pedro.Bramante fue además quien introdujo el Renacimiento en Milán y realizó obras tan hipnóticas como esta escalera que emula las espirales del ADN. El efecto “infinito” lo consigue la doble hélice enrollada hacia la derecha. En realidad, cuando nos asomamos a la escalera, si nos fijamos, vemos que en realidad no es una sóla escalera, sino dos enroscadas. Una de ellas es para bajar y otra para subir.
La escalera se encuentra a la salida de los Museos Vaticanos, en realidad, es la última obra de arte que se contempla en las galería y el visitante se lleva de recuerdo esta espiral sin fin. Si la escalera está practicamente vacía, como en la foto, es más difícil de descubrirle el truco al artista, pero si circula gente, que es lo habitual, el secreto está en fijarnos en que una de las espirales está llena de personas – la de bajada – y otra casi vacía, – la de subida -, porque está cerrada al público.
Ungido, Michel de Notre-Dame o Miguel de Nostradamus fue un sujeto astuto, judío por trascendencia pero tornado católico por convicción quien era protegido por Catalina de Medici y otros poderosos de su tiempo y por ello mismo fue intocable, eso, tú lo sabes de sobra, solo te lo recuerdo, además, su cultura le daba pie a codearse por las cortes y doquier le diera su deseo, algunos sabían de sobra que el tipo era impenetrable y el ocultismo lo sabía manejar a la perfección, algo así como el pintor Miguel Ángel, quien a pesar que decoró la bóveda de la capilla sixtina con desnudos que podrían haberse interpretado como obsenos, por su cultura y de arquitecto, escultor y pintor, hasta el día de hoy se les llama obras de arte y lo son, pero los curas que presumen falsamente de recato lo permitieron, esa gente es sucia de mente y cuerpo.
Saludos...
Abajo, representaciones de la supuesta creación de Eva y así mismo la de Adán y más abajo, el Juicio final, todo eso es una falacia...