Rodrigo de Bastidas (Sevilla, 1445-Santiago de Cuba, 1527) fue un adelantado y conquistador español. Localizó el litoral atlántico colombiano, desde la península de La Guajira hasta el golfo de Urabá, el istmo de Panamá y el río Magdalena. Fue también el fundador de la ciudad de Santa Marta.
Estuvo afincado en Tirana, Sevilla. Participó en el segundo viaje de Colón a las Indias en 1493 y en 1501 recorrió parcialmente la costa de las actuales Panamá y Colombia.
El 5 de junio de 1500, se le concedió a Bastidas licencia para descubrir islas o tierras que no fueron visitadas por Colón u otros navegantes, así como tierras no pertenecientes a Portugal, desde las costas del cabo de la Vela en la extinta Gobernación de Coquibacoa.
En septiembre u octubre de 1501, junto con el piloto Juan De La Cosa, zarpó del puerto de Cádiz en las carabelas San Antón y Santa María de Gracia. En este viaje se embarcó el joven Vasco Núñez de Balboa, futuro descubridor del océano Pacífico.
Siguiendo la ruta de Alonso de Quejada y después de haber recorrido el litoral de la actual Venezuela, descubre las bahías de Santa Marta, Cartagena y Cispatá, la desembocadura del río Magdalena, el golfo de Urabá y las costas panameñas (en la actual comarca de Guna Yala, los puertos de Nombre de Dios y Retrete). Entonces mandó hacer un puerto que bautizó en su honor como El Escribano. Sin embargo, al tener las naves en muy mal estado, debe regresar a la isla La Española (actual Santo Domingo), en donde estaba la principal base de operaciones de los viajeros españoles.
Al llegar a las costas de La Española, una de sus naves naufragó, pero logró salvar parte de su carga (que se trataba en mayor parte de oro). En esta isla fue acusado de negociación ilegal con los indígenas. Después de ser procesado en 1502 por Francisco de Bobadilla (que también procesó a Colón) fue declarado inocente de los cargos y una vez pagados los derechos a la Corona, los Reyes Católicos le otorgaron el cobro de una renta anual sobre la producción de la provincia de Urabá y Zenú.
En 1525, de regreso al Nuevo Mundo, fundó la ciudad de Santa Marta entre el cabo de la Vela y el río Magdalena, una de las primeras ciudades continentales de América que aún existe. Al adentrarse en el territorio encontró algunas minas de oro que despertaron la codicia de sus huestes. Ante la negativa de repartir las riquezas acumuladas, Juan Villafuerte, su propio lugarteniente, dirigió una conspiración contra Bastidas que casi le cuesta la vida. Herido en el atentado, intentó volver a La Española. El 28 de julio de 1527, falleció al anclar en Santiago de Cuba y sus restos fueron enterrados en la catedral de esa ciudad.
Tras la violencia que condujo a la muerte de Bastidas, hubo varios gobiernos interinos y de poca duración hasta que el 20 de diciembre de 1527 García de Lerma firmó una capitulación que le confería la gobernación y la capitanía general de Santa Marta. La situación era crítica tanto por la belicosidad de los indios como por las rivalidades entre los propios españoles que provocaron la muerte de Bastidas. En este contexto, la Corona decidió asignar al nuevo gobernador poderes excepcionales para restablecer el orden en dicha demarcación territorial. Incluso, llegó a pedir en 1532 que no nombrase gobernador de Cartagena, idea que obviamente fue rechazada por la Corona, cuando Pedro de Heredia fue nombrado para dicha gobernación.
Bastidas tuvo un hijo llamado Rodrigo de Bastidas, quien fue obispo de Venezuela y Puerto Rico.1
Los restos de Bastidas fueron exhumados por su hijo y llevados a Santo Domingo, donde fueron enterrados en la Catedral de Santa María la Menor, la más antigua de América, junto a su esposa y su hijo. A mediados del siglo XX los restos fueron trasladados a Santa Marta por petición del gobierno local y reposan actualmente en la catedral de la ciudad.