Esta increíble escalera que en un genial efecto óptico parece que no va a terminar nunca es obra de Donato d’Angelo Bramante, que ha pasado a la posteridad como Bramante. Vivió a caballo entre los siglos XV y XVI, y fue uno de los arquitectos italianos más reconocido, por ser el ideólogo de la Basílica de San Pedro.Bramante fue además quien introdujo el Renacimiento en Milán y realizó obras tan hipnóticas como esta escalera que emula las espirales del ADN. El efecto “infinito” lo consigue la doble hélice enrollada hacia la derecha. En realidad, cuando nos asomamos a la escalera, si nos fijamos, vemos que en realidad no es una sóla escalera, sino dos enroscadas. Una de ellas es para bajar y otra para subir.
La escalera se encuentra a la salida de los Museos Vaticanos, en realidad, es la última obra de arte que se contempla en las galería y el visitante se lleva de recuerdo esta espiral sin fin. Si la escalera está practicamente vacía, como en la foto, es más difícil de descubrirle el truco al artista, pero si circula gente, que es lo habitual, el secreto está en fijarnos en que una de las espirales está llena de personas – la de bajada – y otra casi vacía, – la de subida -, porque está cerrada al público.
Los Carmelitas descalzos obtuvieron un Breve apostólico de Paulo V para edificar conventos de su Orden en cualquier parte de la Cristiandad; fue este el primero que fundaron en la última parte del Monte Quirinal el año de 1606.
La iglesia se fundó en 1605 como una capilla dedicada a san Pablo para los carmelitas descalzos. La propia orden dotó de fondos a la obra del edificio hasta el descubrimiento en las excavaciones de la escultura conocida como el Hermafrodita Borghese. Scipione Borghese se apropió de ella, pero a cambio, y quizá para compensar su pérdida de influencia debido a la muerte de su tío y patrón, financió el resto de la obra de la fachada y prestó a la orden a su arquitecto, Giovanni Battista Soria. Estas concesiones, sin embargo, sólo se llevaron a efecto en 1624, aunque la obra se acabó dos años más tarde.
Después de la victoria católica en la batalla de la Montaña Blanca en 1620, que hizo retroceder la Reforma en Bohemia, la iglesia fue consagrada de nuevo a la Virgen María. Una imagen maltrecha había sido recuperada del ámbito de aquella batalla por Fray Domingo de Jesús María, de dicha Orden, de las ruinas de la casa de campo de un noble cristiano bohemio, a la cual se le atribuyó la victoria, llamándola Santa María de la Victoria. La imagen fue llevada a Roma por Fray Domingo, depositándose en Santa María la Mayor en presencia de Gregorio XV.
El nombre de Santa María de la Victoria, se dio ulteriormente, en conmemoración por haber reconquistado el emperador Fernando I la ciudad de Praga en 1671. Estandartes turcos capturados en el Sitio de Viena de 1683 cuelgan en la iglesia, como parte de este tema victorioso.
La iglesia es la única estructura diseñada y completada por el arquitecto del Barroco temprano, Carlo Maderno, aunque el interior padeció un fuego en 1833 y requirió una restauración. Su fachada, sin embargo, fue erigida por Soria en vida de Maderno (1624-1626), mostrando la inconfundible influencia de la cercana Santa Susanna de Maderno.
Su interior tiene una sola nave, amplia, bajo una bóveda segmentada baja, con tres capillas laterales interconectadas detrás de arcos separados por colosales pilastras corintias con capiteles dorados que apoyan un rico entablamento. Revestimientos de mármol que contrastan entre sí están enriquecidos con ángeles y putti de estuco blanco y dorado en bulto redondo. El interior fue enriquecido progresivamente después de la muerte de Maderno; su bóveda fue pintada al fresco en 1663 con temas triunfales dentro de compartimentos con marcos ficticios: La Virgen María triunfa sobre la Herejía y Caída de los ángeles rebeldes ejecutados por Giovanni Domenico Cerrini.
Sin duda, parte de la fama de este templo se debe a albergar una de las obras maestras del Barroco, la capilla Cornaro, espectacular y teatral espacio presidido por el grupo escultórico que representa el Éxtasis de Santa Teresa, de Gian Lorenzo Bernini, quizá la obra más conocida de este autor en el campo de la escultura. En la capilla situada frente a esta, dedicada a San José, se encuentra un grupo escultórico que representa el tema del Sueño de San José, obra del escultor Domenico Guidi, que se inspira en la obra de Bernini delante de la cual se halla.1
Hagia Sophia (Turkish: Ayasofya; Ancient Greek: Ἁγία Σοφία, romanized: Hagía Sophía; Latin: Sancta Sapientia; lit.'Holy Wisdom'), officially the Hagia Sophia Grand Mosque (Turkish: Ayasofya-i Kebir Cami-i Şerifi; Greek: Μεγάλο Τζαμί της Αγίας Σοφίας),[3] is a mosque and former church serving as a major cultural and historical site in Istanbul, Turkey. The last of three church buildings to be successively erected on the site by the Eastern Roman Empire, it was completed in AD 537. The site was an Eastern rite church from AD 360 to 1453, except for a brief time as a Latin Catholic church between the Fourth Crusade and 1261.[4] After the fall of Constantinople in 1453, it served as a mosque until 1935, when it became a museum. In 2020, the site once again became a mosque.
The current structure was built by the Byzantine emperorJustinian I as the Christian cathedral of Constantinople for the Byzantine Empire between 532 and 537, and was designed by the GreekgeometersIsidore of Miletus and Anthemius of Tralles.[5] It was formally called the Church of God's Holy Wisdom (Greek: Ναὸς τῆς Ἁγίας τοῦ Θεοῦ Σοφίας, romanized: Naòs tês Hagías toû Theoû Sophías)[6][7] and upon completion became the world's largest interior space and among the first to employ a fully pendentive dome. It is considered the epitome of Byzantine architecture[8] and is said to have "changed the history of architecture".[9] The present Justinianic building was the third church of the same name to occupy the site, as the prior one had been destroyed in the Nika riots. As the episcopal see of the ecumenical patriarch of Constantinople, it remained the world's largest cathedral for nearly a thousand years, until the Seville Cathedral was completed in 1520. Beginning with subsequent Byzantine architecture, Hagia Sophia became the paradigmatic Orthodox church form, and its architectural style was emulated by Ottoman mosques a thousand years later.[10] It has been described as "holding a unique position in the Christian world"[10] and as an architectural and cultural icon of Byzantine and Eastern Orthodox civilization.[10][11][12]
The complex remained a mosque until 1931, when it was closed to the public for four years. It was re-opened in 1935 as a museum under the secular Republic of Turkey, and the building was Turkey's most visited tourist attraction as of 2019.[20]
In July 2020, the Council of State annulled the 1934 decision to establish the museum, and the Hagia Sophia was reclassified as a mosque. The 1934 decree was ruled to be unlawful under both Ottoman and Turkish law as Hagia Sophia's waqf, endowed by Sultan Mehmed, had designated the site a mosque; proponents of the decision argued the Hagia Sophia was the personal property of the sultan. The decision to designate Hagia Sophia as a mosque was highly controversial. It resulted in divided opinions and drew condemnation from the Turkish opposition, UNESCO, the World Council of Churches and the International Association of Byzantine Studies, as well as numerous international leaders, while several Muslim leaders in Turkey and other countries welcomed its conversion into a mosque.
The first church on the site was known as the Magna Ecclesia (Μεγάλη Ἐκκλησία, Megálē Ekklēsíā, 'Great Church')[21][22] because of its size compared to the sizes of the contemporary churches in the city.[13] According to the Chronicon Paschale, the church was consecrated on 15 February 360, during the reign of the emperor Constantius II (r. 337–361) by the Arian bishop Eudoxius of Antioch.[23][24] It was built next to the area where the Great Palace was being developed. According to the 5th-century ecclesiastical historian Socrates of Constantinople, the emperor Constantius had c. 346 "constructed the Great Church alongside that called Irene which because it was too small, the emperor's father [Constantine] had enlarged and beautified".[25][23] A tradition which is not older than the 7th or 8th century reports that the edifice was built by Constantius' father, Constantine the Great (r. 306–337).[23]Hesychius of Miletus wrote that Constantine built Hagia Sophia with a wooden roof and removed 427 (mostly pagan) statues from the site.[26] The 12th-century chronicler Joannes Zonaras reconciles the two opinions, writing that Constantius had repaired the edifice consecrated by Eusebius of Nicomedia, after it had collapsed.[23] Since Eusebius was the bishop of Constantinople from 339 to 341, and Constantine died in 337, it seems that the first church was erected by Constantius.[23]