Vick Alcoseri Administrador · Domingo Faustino Sarmiento uno de los francmasones más polémicos de la historia Domingo Faustino Sarmiento , un gran prócer político latinoamericano, destacado francmasón , gran educador, pero también no solamente uno de los más polémicos personajes de la Masonería sino de la Historia Universal , y más adelante veremos el por qué. Sarmiento aparece como esos controvertibles Hidden Hand , uno de esos miembros de esta organización de elite destinada a cambiar para bien o para mal el destino de la humanidad. En realidad dude mucho tiempo en escribir esta historia , pues dará pie a polémicas y resentimientos de aquellos que tienen al Francmasón Sarmiento como modelo de vida y lucha política masónica. Además Sarmiento escribió un libro Vida de Jesús Cristo (texto que explica los Evangelios) lo cual habla de una alma luminosa e iluminadora. Sarmiento fue Presidente de la República de Argentina , Gran maestre de la Masonería y Pedagogo innovador, pero también está señalado como uno de los genocidas de indígenas, más sangrientos que ha visto la humanidad. Así que es una de esos espíritus masónicos de Luces y Sombras. Pero aun así, trataré de justificar a mi hermano Francmasón Domingo Faustino Sarmiento , en la Historias de mi familia comentaban de lo aguerridos y peligrosos que eran los indios nativos en Nuevo León , y que contrataron a otros indios mercenarios de otras tierras para terminar con los indios salvajes que mataban a mexicanos en el norte de México, o sea era una elección por la sobrevivencia; de vivir o morir, lo mismo debió pasar con el francmasón Sarmiento y su decisión; ahora todo esto lo juzgamos con la óptica de la lejanía de un tiempo y un espacio totalmente diferente al que vivimos en el presente . Entendemos que nosotros los masones no somos jueces para enjuiciar a nuestros hermanos , que solamente Dios “El gran Arquitecto del Universo” es quien para juzgar las acciones de nosotros los masones. Como francmasón Domingo Faustino Sarmiento, su obra fue muy eficiente y dinámica: se inició y vio la Gran Luz de los Grandes Misterios de la Orden en la Logia Unión Fraternal #1, de Santiago de Chile , en el año de 1854 , en donde se formó masón y fue muy activo. Volvió a Buenos Aires , aparece como miembro fundador y orador de la Logia Unión del Plata #1 , fundada en 1856, logia que fuera pilar para la creación del Gran Oriente Argentino ; el 18 de julio de 1857 fue exaltado al grado 33, grado máximo del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. En 1864 , al trasladarse a los Estados Unidos de Norteamérica, lleva al nombramiento plenipotenciario ante los Supremos Consejos y Grandes Logias de la Gran Democracia del Norte, para la celebración de tratados de amistad. Vuelto a su patria en 1868 , ya como presidente electo de la República de Argentina , se reincorpora a su Logia Unión del Plata . En 1882 fue electo gran Maestre por el periodo 1882 -1885, teniendo como Vice- Gran Maestre al doctor Leandro N. Alem. Sarmiento actuó en Masonería dignamente , y la acción que desplegara durante sus años de actividad Masónica resultó muy destacada siempre en el Oriente Argentino. En el año de 1961 en ocasión de cumplirse el 150º aniversario de su nacimiento el I..P:. H:. Sarmiento se le rindierón grandes homenajes , muchas instituciones seculares , políticas y universitarios asistieron a un gran Tenida Blanca que la Gran Logia de Argentina. Presidieron en dicha reunión las banderas de Argentina y México, en dicha Tenida blanca se reseñó la personalidad Masónica de Bernardo Reyes masón regiomontano , recordándolo como ministro plenipotenciario de México en Argentina. Para terminar la Tenida Blanca Luctuosa , se expresó que el francmasón argentino Sarmiento y el francmasón mexicano Juárez viven eternamente en los pueblos que buscan la libertad y la cultura; en todo pedazo de tierra argentina o mexicana , en nuestros valles , en los que sus tropas se batieron , en los desiertos mexicanos que se recorriera la epopeya libertadora, o en la pampa argentina , que el otro cantara su búsqueda por la libertad. Domingo Faustino Sarmiento (San Juan, Provincias Unidas del Río de la Plata, 15 de febrero de 1811n. ​ - Asunción, Paraguay, 11 de septiembre de 1888) fue un político, escritor, docente, periodista, militar y estadista argentino; gobernador de la provincia de San Juan entre 1862 y 1864, presidente de la Nación Argentina entre 1868 y 1874, senador nacional por su provincia entre 1874 y 1879 y ministro del Interior en 1879. Es considerado como un gran prosista castellano. Colaboró tanto en la educación pública como en el progreso científico y cultural de su país Domingo Faustino Sarmiento fue propuesto como candidato a la presidencia de la Nación por un grupo de políticos del país, a iniciativa del coronel Lucio V. Mansilla.8​ Mientras se encontraba en los Estados Unidos, fue elegido para el cargo en las elecciones nacionales de abril de 1868, y asumió el cargo el 12 de octubre de 1868. La presidencia de Sarmiento fue la segunda de las presidencias históricas de Argentina. Estas presidencias históricas o fundacionales del estado argentino moderno tuvieron tres claros objetivos o metas: “nación, constitución y libertad”. La nación entendida como la unión definitiva de las provincias argentinas como entidad superior a las partes que la componen. La Constitución como las bases de los derechos de las personas y del poder. La libertad concebida como principio del liberalismo que dio paso a la “civilización” y relegó a la “barbarie”. Dos días después de la asunción presidencial, el Congreso se reunió para una breve sesión extraordinaria, durante la cual se aprobó el presupuesto para el año siguiente, un crédito de cuatro millones de pesos y una suba en los derechos aduaneros, para solventar la continuidad de la Guerra del Paraguay. El aspecto más reconocible y progresista del masón Sarmiento fue su avanzada idea sobre la instrucción pública para “educar al soberano”. Una idea opuesta a la del mitrismo, concentrado por el contrario a una “educación superior” destinada a las elites criollas. Como buen hombre de su época “lo civilizado” era sinónimo de urbano, europeo, sinónimo también de progreso. La idea sarmientina de la educación primaria obligatoria estaría unida al objetivo estratégico de “combatir la barbarie”. Pero ese combate propuesto por quien fuera presidente de la Nación argentina y gran escritor era a su vez un subproducto de una concepción etnocéntrica de la historia. ¿Qué decía Sarmiento en su obra cumbre Facundo y en infinidad de textos periodísticos sobre los “gauchos”? “Se nos habla de gauchos… La lucha ha dado cuenta de ellos, de toda esa chusma de haraganes. No trate de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre de esa chusma criolla incivil, bárbara y ruda es lo único que tienen de seres humanos” (Carta a Bartolomé Mitre, 20 de septiembre de 1861). A ese desprecio al gaucho se sumaba otro más brutal: legitimador del genocidio colonialista sobre los pueblos originarios. En diferentes ocasiones, antes y después de ejercer la presidencia supuestamente para todos los habitantes del suelo argentino, mostró su odio tanto a la población indígena como hacia los sectores más pobres del país. Palabras del ministro masón argentino Domingo F. Sarmiento “¿Lograremos exterminar a los indios? Por los salvajes de América siento una invencible repugnancia sin poderlo remediar. Esa canalla no son más que unos indios asquerosos a quienes mandaría colgar ahora si reapareciesen. Lautaro y Caupolicán son unos indios piojosos, porque así son todos. Incapaces de progreso, su exterminio es providencial y útil, sublime y grande. Se los debe exterminar sin ni siquiera perdonar al pequeño, que tiene ya el odio instintivo al hombre civilizado” (El Nacional, 25 de noviembre de 1876). Lejos de quedarse en palabras, poco antes había acompañado y justificado el exterminio de la población guaraní en la Guerra del Paraguay. En 1872 le transmitiría sus “dudas” a Mitre sobre la existencia misma del Paraguay: “Descendientes de razas guaraníes, indios salvajes y esclavos que obran por instinto a falta de razón. En ellos se perpetúa la barbarie primitiva y colonial. Son unos perros ignorantes de los cuales ya han muerto ciento cincuenta mil. Su avance, capitaneados por descendientes degenerados de españoles, traería la detención de todo progreso y un retroceso a la barbarie... Al frenético, idiota, bruto y feroz borracho Solano López lo acompañan miles de animales que le obedecen y mueren de miedo. Es providencial que un tirano haya hecho morir a todo ese pueblo guaraní. Era preciso purgar la tierra de toda esa excrecencia humana: raza perdida de cuyo contagio hay que librarse”. Y tampoco ahorraría ilustrados epítetos para las zonas más alejadas de Buenos Aires, cuyo atraso económico y social percibía como algo casi natural. “Son pobres satélites que esperan saber quién ha triunfado para aplaudir. La Rioja, Santiago del Estero y San Luís son piltrafas políticas, provincias que no tienen ciudad, ni hombres, ni cosa que valga. Son las entidades más pobres que existen en la tierra” (El Nacional, 9 de octubre de 1857). No fue Colón ni los conquistadores, ni la iglesia católica quienes llevaron a cabo deliberadas campañas de exterminio contra los indígenas en América. Fueron los criollos republicanos quienes luego de ser inspirados por la ilustración a llevar a cabo la independencia de España, abrazaron luego el positivismo más eurocentrista y copiaron las brutales políticas coloniales de Francia e Inglaterra practicadas en África y el Medio Oriente, así como el modelo de Conquista del Oeste en los EE.UU. AA. aplicadas con los pueblos nativos en pos del ideal de crear un Estado “moderno” y “civilizado” como los europeos. Un ejemplo de aquellos seguidores de esas ideas y políticas fue del masón Domingo F. Sarmiento quien llegó a ser ministro de Educación y Presidente de la Argentina. Por cierto, connotado masón y a quien no he visto que le hayan querido tocar una sola placa o monumento alguno allá. Bien esta es la reseña de un Francmasón de lo más polémico. 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