Santander es conocida mundialmente por su bellísima bahía y sus magnificas playas y está situada en el norte de España en la costa del Mar Cantábrico. Rodeada por un impresionante paisaje entre la bahía, el mar y amplias zonas verdes, se puede decir que Santander es una ciudad excepcional con un paisaje natural de gran belleza.
Con una población de unos 180.000 habitantes, Santander es la capital de la región de Cantabria.
A mediados del siglo XIX Santander se convirtió en un selecto destino para aristócratas y clases altas que venía a pasar el verano y a disfrutar de las espectaculares playas y del agradable clima de Santander. Ya en el siglo XX, en el invierno de 1941 un desastroso incendio destruyo una considerable parte del casco antiguo de la ciudad, sin embargo y en la actualidad Santander también destaca por la calidad de su arquitectura.
Actualmente Santander no solo tiene una de las mas impresionantes bahías del mundo y magnificas playas si no también gastronomía, deportes, festivales, vida nocturna, arquitectura, naturaleza, cultura, parques entre otras muchas más cosas. De hecho Santander es un destino vacacional dónde turistas de todas las partes del mundo eligen visitarlo y pasar sus vacaciones haciendo actividades al aire libre, disfrutando de las playas, degustando la cocina tradicional cántabra o divirtiéndose en sus fiestas.
Qué visitar en Santander
La Península de la Magdalena es un destacado lugar para los ciudadanos de Santander, rodeada de impresionante paisaje, a principios del siglo XX fue construido sobre una colina a orillas del mar el Palacio de la Magdalena. Este impresionante edificio fue la residencia de verano del Rey Alfonso XIII hasta 1930. En la actualidad el palacio es utilizado para eventos, exposiciones y cursos de verano de la UIMP Universidad Internacional Menéndez Pelayo dónde más de siete mil estudiantes asisten cada año.
Añadir que en esta península se halla la famosa estatua de la Sirenita de Santander junto al muelle de las Carabelas.
Si los visitantes dan un paseo por la Avenida Castañeda y Paseo Marítimo, una de las áreas mas elegantes y emblemáticas de la ciudad, ellos encontrarán las famosas playas del Sardinero, el Gran Casino del Sardinero, el Auditorio, lujosos hoteles, restaurantes, terrazas, bares, cafeterías, y los Jardines de Piquío que son considerados como uno de los lugares mas bonitos de Santander, aquí hay un mirador desde donde se puede ver impresionantes vistas de las playas del Sardinero.
El Paseo de Pereda es sin duda alguna la zona mas espectacular de Santander donde los visitantes pueden disfrutar de los Jardines de Pereda y edificios históricos paseando por la Calle de Castelar hasta el Palacio de Festivales y bordeando la impresionante Bahía de Santander. Además, el puerto marítimo, el Palacete del Embarcadero, la Catedral, el Ayuntamiento, la Plaza Porticada, el Banco Santander y otros interesantes edificios están cerca de los Jardines de Pereda. Esta zona comercial y la del paseo Marítimo son las mas elegante de Santander y se puede encontrar restaurantes, cafeterías terrazas, elegantes tiendas, lujosos hoteles etc.
La Catedral de Santa María de la Asunción, que incorpora restos de una estructura romana que es visible si se visita su cripta, fue construida entre los siglos XIV y XVII en estilo gótico. La catedral fue dañada considerablemente durante el incendio de 1941 y posteriormente fue restaurada y ampliada, El hermoso claustro data del siglo XIV en estilo gótico. Además, la Iglesia del Cristo también conocida como la Cripta está debajo de la Catedral y fue construida en el siglo XIII sobre el sitio de una antigua iglesia. La restos de Marcelino Menéndez Pelayo (1856 – 1912) reposan en esta Catedral.
Si turistas están interesados en visitar museos estos son posiblemente los más destacados: (MAS) Museo de Arte Moderno y Contemporáneo, Casa Museo Menéndez Pelayo, Museo de Bellas Artes, MMC (Museo Marítimo del Cantábrico), Museo de Prehistoria y Arqueología, Centro de Arte Botín entre otros.
Deportes y Playas
En Santander hay muchas instalaciones para hacer deporte, jugar al fútbol, tenis, golf, nadar, surf, windsurf, hípica y otros, sin embargo el entorno natural de sus playas y la navegación son realmente las principales atracciones para los turistas y ciudadanos. De hecho Santander fue la ciudad anfitriona del Campeonato Mundial de Vela 2014 (desde 30 de Agosto al 21 de Septiembre) donde casi 1400 participante de 95 países y más de 700 veleros participaron en la competición.
Santander también tiene numerosos parques y jardines donde se puede hacer deporte, pasear o jugar tales como el Parque de las Lamas el más extenso de la ciudad con más de 10.000 m2 y gran cantidad de especies arboledas de Cantabria, carril bici, jardín botánico, un lago y el Palacio de Deportes en su entrada principal; Campo Municipal de Gol Mataleñas situado sobre una colina al lado del Parque Mataleñas, el cual con impresionantes vistas bordea el Cabo Menor y llega hasta el Faro en Cabo Mayor. El faro está en una colina y mide 30 metros de altura y 95 metros desde el nivel del mar fue edificado a mediados del siglo XIX y está a 2 km del centro de la ciudad; Parque de Mesones está cerca del la playa del Sardinero II es ideal para niños y mayores; Parque del Agua; La Alameda, El Jado, entre otros sin olvidar el Piquío.
Santander también tiene algunas de la mas famosas y mejores playas de España con arena dorada y excelente servicios. Además la belleza del paisaje alrededor de las playas tiene la ventaja adicional de estar a poca distancia del centro de la ciudad.
La Playa de Los Peligros mide unos 200 metros de largo por 70 de ancho. La Playa de la Magdalena mide más 800 metros de largo por 30 metros de ancho y Playa de Los Bikinis mide más de 200 metros de largo por 30 metro de ancho de aguas tranquilas y suave brisa es fácil llegar desde la Península de la Magdalena. Estas tres playas están situadas al sur de la ciudad bordeadas por el Paseo Reina Victoria y la Península de la Magdalena muy concurridas por turistas y ciudadanos.
Situadas al este de la ciudad se encuentran las playas mas populares de la ciudad, la Playa del Camello mide 200 metros de largo por 50 metros de ancho; la Playa de La Concha es 250 metros de largo por 20 metros de ancho y es localizada entre la playa del Camello y la Playa del Sardinero I.
La Playa del Sardinero I mide más de 300 metros de largo por 80 metros de ancho de fina arena es muy popular entre turistas y está al lado del la Playa del Sardinero II que mide sobre 1.000 metros de largo y 80 metros de ancho. Todas estás playas bordean el paseo Marítimo.
La Playa de Mataleñas está situada entre el Cabo Menor y el Cabo Mayor cerca del Parque Mataleñas en una área de de impresionante belleza natural y es muy popular entre los ciudadanos. La Playa de los Molinucos es una pequeña playa que depende de la marea de 30 metros de largo.
Otras playas cerca de Santander
La Playa de Punta Parayas es una playa artificial en Camargo que mide 50 metros de largo por 30 metros de ancho y ofrece buenas instalaciones, zonas verdes para pasar el día pasea y jugar, aparcamiento etc.
La Playa El Bocal de 200 metros de largo por 10 metros de ancho y Playa Maruca que mide 400 por 10 metros están situadas en la costa norte de Santander en Monte poco concurridas y tranquilas.
La Playa Virgen del Mar está en San Román mide unos 400 metros de largo por 40 metros de ancho es una aislada y playa en el norte del pueblo. Aquí está sobre un islote de roca la Capilla de la Virgen del Mar patrona de Santander que está unidad a tierra firme por un pequeño puente peatonal de madera. Esta playa está a 5 km de Santander.
Gastronomía
Es bien conocido que los habitantes de Cantabria están orgullosos de su cocina tradicional, la saludable variedad de frutas, verduras y legumbres, la calidad de los productos del mar, marisco y pescado frescos, el ganado vacuno de Cantabria, se suman los pimientos de Isla, las sabrosas anchoas y los excelentes quesos (Pasiego) que hacen de Santander un ideal destino turístico de la más alta calidad.
Resumiendo, nosotros sugerimos disfrutar de las playas, la comida, las fiestas y hacer deportes acuáticos. Santander está a 400 km de Madrid.
El Parque de la Naturaleza de Cabárceno
El Parque de Cabárceno, a 15 km de Santander, es un zoológico que tiene una superficie de mas de 7.000.000 de metros cuadrados que preserva la conservación de el medio ambiente, Hay jirafas, jaguares, rinocerontes, hipopótamos, cebras, osos, leones, elefantes, tigres, ciervos, caballos, canguros y muchos mas animales de Asia, África, América, Australia y Europa que los visitantes pueden ver como viven el libertad en una área apropiada y adaptada como su original entorno rodeado por la naturaleza
Los visitantes tendrán la oportunidad de disfrutar de la naturaleza y de ver animales salvaje en el Parque Cabárceno si ellos van a pie o con coche por los paseos y rutas del parque. Añadir que el parque tiene excelentes instalaciones para pasar todo el día con niños o mayores, y que es uno de los lugares más visitados en el norte de España.
El tique para entrar al Parque cuesta entre 7 y 25 euros.
Otros lugares para visitar en Cantabria
– Santillana del Mar: Santillana del Mar, en Cantabria, es uno de los pueblos con uno de los conjuntos históricos y artísticos más bellos de España. De hecho, la conservación de sus edificios medievales y sus calles de piedra es en sí misma, merece una visita.
– Museo de Altamira: La Cueva de Altamira, situada en Santillana del Mar (región de Cantabria), fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1985 por la UNESCO. Esta cueva es tan famosa que es conocida como la Capilla Sixtina del arte paleolítico.
Entrada para carruajes (mitad derecha del alzado noroeste)Vestíbulo principal o hall real
El Real Palacio de la Magdalena es un edificio situado en la península de la Magdalena, frente a la isla de Mouro, en la ciudad de Santander (Cantabria, España), y que fue construido entre 1909 y 1911, por suscripción popular, para albergar a la familia real española. Obra de los arquitectos Javier González de Riancho y Gonzalo Bringas, se enclava en el lugar donde estuvo el antiguo fortín de San Salvador de Hano, que protegía la entrada a la bahía. Costó 700 000 pesetas de 1912 y fue sufragado por el ayuntamiento y un gran número de familias lugareñas que desempeñaron un laborioso micromecenazgo, como las 100 000 pesetas de la Sociedad El Sardinero o las 1000 pesetas de la familia Botín. Los problemas financieros para poder costear la obra hicieron que la Comisión Ejecutiva llegase incluso a comprar lotería de Navidad para probar suerte, sin éxito. Fue amueblado en 1913, pasando de inmediato a ser residencia de verano del rey Alfonso XIII y su familia, quienes lo ocuparon regularmente hasta la proclamación de la Segunda República. En 1914 fueron proyectadas las caballerizas por González Riancho, las cuales emulan a un poblado inglés medieval con tejados puntiagudos de vertientes pronunciadas, entramados de madera vista, etc.
Como antigua residencia real, tiene como antecedente la proyección de una anterior en El Sardinero, frustrada por la revolución que estalló en 1868,3 para fijar con un edificio el veraneo real y burgués que se estaba repitiendo por aquellos años, que promovió el crecimiento de la ciudad. El lugar de la Magdalena no estaba deshumanizado; las excavaciones arqueológicas remontan la presencia humana al siglo i, en época romana, donde se han encontrado unas dársenas y varios objetos.4 El proyecto de Bringas y González de Riancho ganó un concurso convocado por el ayuntamiento.5 Peter Burke dice del palacio, remontándose a 1912:
Desde ese momento, y hasta el verano de 1930 incluido, el Palacio de la Magdalena de Santander es sede real y punto de atracción social y política para periodistas y políticos, para la vida pública española.6
En el marco de las revueltas obreras de 1911 en Santander, el palacio sufrió parones en su construcción debido a las huelgas de sus canteros, no pudiendo ser entregado a la realeza hasta 1912.7 El rey Alfonso XIII era informado puntualmente del progreso de la construcción, y el 21 de enero de 1912 recibió en audiencia a la Comisión (constituida por el presidente de la Diputación provincial, Ramón Pérez Eizaguirre; el alcalde, Ángel Lloreda; el exdiputado a Cortes Pedro Acha y el Dr. Manuel Sánchez-Saráchaga) para concretar detalles de la próxima toma de posesión.8 Una vez concluido el edificio, la propia reina Victoria Eugenia de Battenberg dirigió su amueblamiento y decoración.5 Doña Beatriz de Borbón y Battenberg se refiere a los veraneos de la familia real en el palacio de esta manera:
Pero a mí donde más me gustaba ir era al Palacio de la Magdalena en Santander, porque allí éramos más libres, hacíamos una vida completamente como «particulares».9
Sin embargo, la infanta critica la rehabilitación de finales de siglo, lo que da una idea de las profundas reformas, además de la adecuación para oficinas y salas de reunión, que ha sufrido el edificio como sede de la universidad internacional.
Fuimos a Santander, que no había visto desde que nos marchamos en 1931, más de 70 años (...). Vi el Palacio de la Magdalena... el palacio me pareció, ¡un horror...! No me hables... Lo han cambiado, arriba está bien pero abajo no había por qué cambiarlo, porque estaba todo muy simpático. Han hecho una escalera enorme con muchos adornos, no sabes lo horrendo que es, con las puertas de cristales de colores (...). Pero por fuera está igual que antes, ¡fantástico!9
Don Juan de Borbón vendió el palacio al Ayuntamiento de Santander en 1977 por 150 millones de pesetas, volviendo así a su propietario inicial,510 Esta venta se produjo durante el mandato de Juan Hormaechea como alcalde de Santander, rodeada de fuerte polémica, pues los partidos de izquierda consideraron que fue la propia ciudad de Santander la que regaló dicho inmueble a la Casa Real en 1911. Aunque previamente ya había sido requisado durante el período republicano para instalar la Universidad Internacional, las actividades de esta se detuvieron durante la guerra civil y no recomenzaron hasta 1938, entonces con sede en el Hospital de San Rafael.5
En 1918 empezaron a impartirse en el palacio cursos de verano, como lo demuestra el convenio con la Universidad de Liverpool. Estos fueron el germen de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, nacida de una original Universidad Internacional de Verano de Santander (23 de agosto de 1932). No obstante, desde abril de 1931, proclamada la República, hasta esa fecha, el palacio permaneció vacío.5 La universidad tomó el palacio como sede desde el principio, según el decreto firmado por el entonces presidente de la II República,11 fruto del empeño del ministro Fernando de los Ríos y Francisco Barnés.12 Su primer presidente fue Ramón Menéndez Pidal y su primer secretario, Pedro Salinas.13
Tras la guerra civil, la Universidad Menéndez Pelayo se instaló en el Hospital de San Rafael, volviendo al palacio a finales de 1949. Desde entonces se han celebrado en el palacio multitud de conferencias y talleres importantes a nivel mundial, exposiciones, certámenes musicales, etc. Un ejemplo de ello es la reunión que en 1952 dio lugar al CEDI.14
Vista de la playa de la Magdalena, en la península, con el Hotel Real al fondo
El palacio está situado en la península de la Magdalena, un parque periurbano de carácter público que actúa de eje entre los espacios marítimos de El Sardinero y la zona centro, donde destaca el ámbito del paseo y los jardines de Pereda. La península, situada en una de las bocas de la bahía de Santander, destaca por su vegetación boscosa. Cuenta también con dos playas, las de los Bikinis y la Magdalena, un minizoo y un parque de recreo infantil, así como diversas edificaciones.15
Se trata de una obra de estilo ecléctico, que combina influencias inglesas, patentes en la disposición de las masas exteriores, abundancia de las chimeneas, forma de los ventanales, etc., con aportes de estilo francés, como la escalinata de doble tramo de la escalera principal, la asimetría de los cuerpos del edificio, etcétera, además de trazas tomadas de la arquitectura barroca montañesa.16 Su construcción popularizó un subestilo ecléctico-regionalista en Cantabria, cuyo mayor exponente es el mismo palacio, y que proviene del palacio pintoresquista inglés de los Hornillos.
El esquema planimétrico se basa en un cuerpo alargado de 91x21 m, con otro que sale al norte, de 20 m de lado. Sus alzados son asimétricos y la multitud de entrantes y salientes dan la sensación de que consta de varios cuerpos maclados.2
Consta de dos entradas, una al norte para carruajes, con pórtico, y otra al sur, que es la principal, con dos torreones de planta octogonal y una escalinata de dobles tramos. El edificio es de piedra de mampostería procedente de Cueto,2 y tiene cubiertas de pizarra. En el interior destacan los salones de recepción que conservan algunos cuadros de interés, de autores como Benedito, Sorolla, Sotomayor, etc.
Instituida por Orden de SM el Rey D. Fernando VII, el día 24 de marzo de 1815.
La invasión napoleónica en España, no solo supuso un revulsivo interno en la política del Reino de España, sino que llevo las ganas de independencia de los criollos de las tierras de ultramar. Ellos, que eran los descendientes de los españoles que fueron descubriendo y civilizando aquellas tierras, dándoles su cultura y tradiciones, sintieron la falta de atención de la Península en los asuntos americanos, aunque si bien es cierto en modo, tampoco faltaban las ganas de aglutinar el poder ellos solos, dejando de lado a la metrópoli de la que venían todas sus heredades.
El desgobierno que había en España derivado de la Guerra de la independencia, fue utilizado por los separatistas, que se infiltraron en las Juntas autónomas creadas en las provincias españoles de ultramar. Con ello, se inicia una lucha por la independencia, que se alargará hasta finales del siglo XIX.
Al llegar al trono de Fernando VII, hubo que enfrentar a los separatistas. Puso todos los medios para conseguir la permanencia de las provincias bajo soberanía española, y con el ánimo de premiar a los españoles leales a su patria y al Rey, la «acrisolada lealtad, el celo y patriotismo, desprendimiento, valor y otras virtudes que tanto los individuos de la milicia como de todas las clases y jerarquías del Estado han mostrado y mostraren en adelante en favor de la defensa y conservación de aquellos remotos países» Fernando VII crea la REAL ORDEN AMERICANA DE ISABEL LA CATOLICA.
El nombre elegido fue el de su augusta Antepasada, a cuya iniciativa e impronta, se debió el descubrimiento de América. Con el fin de premiar la lealtad de tantos españoles que se mantenían fieles a sus raíces y su patria, y el mérito contratado en favor de la defensa y la conservación de aquellos dominios, crea la Orden, de carácter inicialmente militar, siguiendo la tradición española, bajo la protección de un Santo Patrono, en este caso a Santa Isabel, Reina de Portugal.
En sus primeros Estatutos se establecían tres categorías; Gran cruz, Caballeros de primera y de segunda clase; a todos ellos se les reconocía la nobleza personal.
Fernando VII dio los primeros pasos de la Orden nombrando 15 grandes cruces, 14 caballeros de primera clase y 3 de segunda. Nombró el Capítulo Supremo, presidido por el Duque de San Carlos. En aquella primera reunión, se propuso al Rey el cambio de clases, que quedaría de la siguiente manera: Gran Cruz, Comendador y Caballero. Para los indigenas americanos se estableció la medalla especial.
El Papa Pío VII expedía la bula Víros magnos ín regno, el 26 de mayo de 1816, aprobando y confirmando la nueva Orden Americana, y extendiendo a sus caballeros y ministros las mismas indulgencias y gracias espirituales que a los de la Orden de Carlos III. El 20 de enero de 1816 se escogió para sede de la Orden la iglesia de Santa María la Real de la Almudena.
La orden perdió su sentido inicial desde la perdida de las provincias americanas. Sin fondos y sin sentido, fue cayendo en el ostracismo.
En 1847, se acometió una importante reforma de las Órdenes Reales españolas. Los capítulos solemnes continuaron celebrándose en el reinado de Isabel II. La Real Orden de Isabel la Católica, dejó de denominarse Americana en virtud del Real Decreto de 15 de abril de 1889, y fue considerada la condecoración general y propia del mérito civil, entregándose desde ese momento, a los españoles que se distinguían por sus méritos al servicio de España.
La Real Orden de Isabel la Católica fue la única que no suprimió en 1931. Durante la guerra civil ambos bandos en lucha estuvieron entregando las condecoraciones.
Actualmente, la Orden se rige por el Real Decreto 2395/1998, de 6 de noviembre, mediante el cual han sido derogadas todas las normas anteriores, salvo los estatutos fundacionales. Según su artículo primero, la Real Orden de Isabel la Católica tiene por objeto premiar aquellos comportamientos extraordinarios de carácter civil, realizados por personas españolas y extranjeras, que redunden en beneficio de la Nación, o que contribuyan, de modo relevante, a favorecer las relaciones de amistad y cooperación de la Nación española con el resto de la comunidad internacional.
SM el Rey es el Gran Maestre de la Real Orden, y puede ostentar diariamente las insignias. Su sede y oficinas se encuentran en el Ministerio de Asuntos Exteriores, ya que su Gran Canciller es el Ministro de Asuntos Exteriores, y la Canónica sigue estando en la Catedral de Nuestra Señora de la Almudena.
Las categorías de la Real Orden de Isabel la Católica consta de las siguientes categorías comunes para ambos sexos:
Collar
Placa del Collar
Encomienda (lazo de dama opcional)
Encomienda
Placa de encomienda
Cruz (lazo de dama opcional)
Cruz
Placa de la Cruz
Oficial (lazo de dama opcional)
Oficial
Cruz de plata (lazo de dama opcional)
Cruz de Plata
Medalla de plata (lazo de dama opcional)
Medalla de plata
Medalla de bronce (lazo de dama opcional)
Medalla de bronce
El emblema de la Orden es una cruz de oro coronada con una corona olímpica o de cogollos de olivo, formada de cuatro brazos iguales, esmaltada de color rojo, conforme al pabellón español, e interpoladas con los brazos unas ráfagas de oro; En su centro habrá sobrepuesto un escudo circular en que se verán los esmaltes de las dos columnas y dos globos o mundos, que representarán las Indias, enlazados con una cinta, y cubiertos ambos con una corona imperial, llenando el campo del escudo los rayos de luz, que partiendo de los mismos globos se extienden en todos los sentidos. En su anverso, y sobre campo blanco, se leerá de letra de oro la siguiente leyenda: «A LA LEALTAD ACRISOLADA».
La cruz será la mismo pero en el anverso, con la diferencia de que en él habrá de leerse: «POR ISABEL LA CATÓLICA, FERNANDO VII».
Los collares, son propiedad de la Orden y deben ser devueltos tras el fallecimiento del titular de la mismas.
El Palacio Borbón,1 (en francés: Palais Bourbon) es un palacio gubernamental situado en el séptimo distrito de París, en la orilla izquierda del Sena, frente a la Plaza de la Concordia, cruzando el río. Es la sede de la Asamblea Nacional, la cámara baja del parlamento francés.
El palacio fue construido originalmente en 1722 para Louise-Françoise de Bourbon, duquesa de Borbón, hija legitimada de Luis XIV, como una casa de campo, rodeada de jardines. Fue nacionalizada durante la Revolución Francesa, y en la época del Directorio, de 1795 a 1799, fue el lugar de reunión del Consejo de los Quinientos, la cámara legislativa que elegía a los 5 miembros del Directorio. A partir de 1806, Napoleón Bonaparte añadió una columnata clásica en su acceso por el Sena.
El complejo del Palacio incluye actualmente el Hôtel de Lassay, en el lado oeste del Palais Bourbon, el cual es la residencia oficial del Presidente de la Asamblea Nacional.
El palacio fue encargado por Luisa Francisca de Borbón, Mademoiselle de Nantes, duquesa de Borbón, hija legitimada de Luis XIV y de Madame de Montespan, quien contrajo matrimonio con Luis III de Borbón-Condé, duque de Borbón y sexto príncipe de Condé.1 El edificio, iniciado en 1722 y terminado en 1726, se encuentra en lo que era entonces un barrio en gran parte rural en las afueras de París, que estaba a punto de convertirse en una zona residencial muy de moda, el barrio de Saint-Germain. Hasta ese momento, el área era una zona boscosa popular para los duelos de lucha.
El palacio inicialmente estuvo a cargo del arquitecto italiano Giardini quien contó con la supervisión de Hardouin Mansart. En 1724, el fallecimiento de Giardini dejó el proyecto en manos de Jacques Gabril quien lo concluyó en 1728. Paralelamente, el Marqués de Lassay encargó la construcción de otro palacete situado muy cerca del palacio Borbón, llamado Hôtel de Lassay. Ambas construcciones se unirían posteriormente a través de una galería.
Tanto el Palais Bourbon como el Hôtel de Lassay se diseñaron en estilo italiano, con techos ocultos por balaustradas e invisibles desde la calle. El Palais Bourbon tenía forma de "U" y era paralelo al Sena, con dos alas que encierran un patio. La entrada al patio y al edificio estaba en la calle de la Universidad, tenía un arco adornado, y estaba flanqueada por dos pabellones. El Hôtel de Lassay era rectangular, y de un tamaño más modesto. Los dos edificios tenían fachadas idénticas hacia el Sena. El espacio entre ambos edificios, y entre éstos y el Sena, se cubrió de jardines. Además de las grandes salas de recepción, el interior del palacio Borbón tenía muchos salones pequeños, que podían ser dispuestos para una variedad de propósitos. También tenía una novedad para la época: pasillos, por lo que se podía caminar por todo el edificio sin tener que pasar a través de las habitaciones. Ninguno de los apartamentos originales de la duquesa sobrevive; ya que fueron demolidos en las remodelaciones posteriores.2
La duquesa de Borbón murió en 1743, y De Lassay en 1750. Entonces el palacio fue comprado por Luis XV, que parece haber querido incluirlo en el plan de la nueva Plaza Real (actual Plaza de la Concordia), que se construía al otro lado del río. Pero en 1756 lo vendió al nieto de la duquesa, Louis Joseph, príncipe de Condé, que había sido un héroe, en la recién concluida guerra de los siete años. El príncipe decidió transformar la casa de campo en un monumental palacio, en el nuevo estilo renacimiento clásico. Con este fin en mente, en 1768 compró el vecino Hôtel de Lassay, para hacer de ambos edificios uno solo. Un nuevo plan fue elaborado por Marie-Joseph Peyre, cuyo estilo se basaba en estudios arqueológicos de la antigua Roma y Grecia. Varios arquitectos diferentes estuvieron involucrados en el proyecto, incluyendo a Jacques-Germain Soufflot, Bellisard y Charpentier.
En el palacio neoclásico del Príncipe, la entrada de la calle de la Universidad fue reemplazada por una más grande e impresionante, con un arco enmarcado por una galería de columnas. Las dos alas del edificio se extendieron, y se edificó un pabellón con departamentos para uno de los hijos del príncipe. Una abundancia de decoración militar, incluyendo esculturas, escudos y armas, se añadió al vestíbulo, y son todavía visibles. El palacio fue terminado a finales de la década de 1780, muy poco antes que la Revolución Francesa barriera con el antiguo régimen. El príncipe se exilió, y las dos residencias fueron confiscados por el estado, en 1792.3
Carlos IV de Borbón (Portici, Nápoles, 11 de noviembre de 1748 – Roma, 20 de enero de 1819) fue Rey de España desde el 14 de diciembre de 1788 hasta el 19 de marzo de 1808. Hijo y sucesor de Carlos III y de María Amalia de Sajonia.
Fernando VII de Borbón (San Lorenzo de El Escorial, 14 de octubre de 1784 - Madrid, 29 de septiembre de 1833), llamado el Deseado o el Rey Felón, fue rey de España entre marzo y mayo de 1808 y, tras la expulsión del rey intruso José Bonaparte, nuevamente desde diciembre de 1813 hasta su muerte, exceptuando un breve intervalo en 1823, en que fue destituido por el Consejo de Regencia.
Alfonso XII de Borbón, el Pacificador (Madrid, 28 de noviembre de 1857 – El Pardo, 25 de noviembre de 1885), fue rey de España entre 1874 y 1885; era hijo de la reina Isabel II de España y su marido, Francisco de Asís de Borbón. Nacido Alfonso Francisco Fernando Pío Juan de María de la Concepción Gregorio Pelayo de Borbón y Borbón. Reinó tras la Restauración borbónica, hasta su muerte prematura a los 27 años, víctima de la tuberculosis. Fue sucedido en el trono por su hijo póstumo, Alfonso XIII de España, cuya minoría estuvo encabezada por la regencia de su viuda, María Cristina de Austria.