Por consiguiente, si queremos saber los orígenes del sistema actual, deberíamos examinar por separado la historia de cada una de estas dos tradiciones y tratar de descubrir su punto de unión.
Comenzando con la primera de estas dos tradiciones, encontramos que las cofradías de albañiles, canteros o masones operativos existían en tiempos verdaderamente antiguos. Sin volver tan lejos como el Antiguo Egipto o Grecia, o todavía menos, Sumeria , ya que estaría fuera del alcance de cualquier comprobación, aunque muchas veces hemos visto cómo en aquellos tiempos antiguos, un arquitecto y su grupo de albañiles capaces de construir un zigurat, un templo o un palacio eran aclamados como magos y como dueños de conocimientos divinos.
Ya que el 99% de la humanidad vivía, y viviría muchos miles de años más, en chozas de paja y barro. Pero sin ir tan atrás en el tiempo, para que se puedan presentar pruebas concretas, el curso de estas asociaciones puede empezar a trazarse fielmente desde el comienzo de la era cristiana.
La fuente occidental más cercana y comprobable en el arte de la construcción fueron los romanos. Los primeros cristianos, después que establecieron la famosa colegiatura de arquitectos o La collegia fabrorum, a la que se hace referencia en la historia de teorías alternativas dadas en el Diccionario Enciclopédico de la Masonería, - Editorial Valle de México .
Los defensores de esta teoría podrían tener razón en lo que respecta a la masonería operativa, ya que es hasta el período siguiente a la ocupación romana de gran parte de Europa que las cofradías de constructores se pueden rastrear con un mayor grado de certeza.
Debido a la importancia que adquirió el arte de construir, se sabe que muchos hombres distinguidos, como Sam Albán, el rey Alfredo, el rey Edwin y el rey Attestan, fueron contados entre sus patronos y protectores. Por lo que, con el tiempo, estos gremios llegaron a ocupar una posición privilegiada.
Muchos afirman que York, en Inglaterra, y que el Winning, Melrose y Aberdeen, en Escocia, fueron los primeros centros masónicos. Pero siempre recordando que todo esto es especulación, nunca se han presentado pruebas documentales que establezcan la existencia de gremios masónicos antes de la famosa Carta de York del año 936. La primera logia masónica de la que se tenga registro es la “Mary’s Chapel” Lodge No. 1, de la Ciudad de Edimburgo fundada en 1599 y que actualmente esta en operación .
Es recién en el período de la arquitectura gótica y templaria que llegamos a terreno firme, ya que en aquellas construcciones, especialmente en las catedrales, empezamos a encontrar símbolos, figuras alegóricas, valores numerológicos escondidos en medidas, ángulos y figuras geométricas que hacen indiscutible la relación de aquellos constructores con la antigua tradición secreta.
Como también ocurre, dicho sea de paso, con las mezquitas orientales de la misma época. Aquellos gremios de constructores, conocidos en Francia, Inglaterra y Alemania, formaron asociaciones y compartieron secretos.
Relacionados con su profesión, recordemos que las técnicas de construcción eran celosamente guardadas. Eran quizás la más alta tecnología de la época. Sabemos que ya en ese momento, desarrollaban sus tareas envueltas en un relativo secretismo.
Como consecuencia de su habilidad en la construcción de las magníficas catedrales, llegaron a ocupar una posición privilegiada en la sociedad medieval. Los mismos privilegios que tenían las cofradías de constructores en Inglaterra y Escocia. Aunque precedidas por poderosos nobles, seguían siendo esencialmente cuerpos operativos.
Pero a partir de esta época, empezamos a encontrar hechos curiosos. Como las asambleas de masones suprimidas por el Acta del Parlamento al comienzo del reinado de Enrique VI. O quizás, como más tarde, un grupo armado fue enviado por la Reina Isabel I para disolver el encuentro anual de la Gran Logia en York en 1600.
Es posible que la fraternidad, simplemente por el secreto con el que estaba rodeada, suscitara las sospechas de las autoridades. O quizás sería otra cosa. Porque nada podía ser más respetuoso de la ley que sus supuestos estatutos publicados, según los cuales los albañiles debían ser verdaderos hombres de Dios, de la Santa Iglesia. De los amos a los que servían, debían ser honestos en su forma de vida y no hacer ninguna villanía por la cual el oficio o la ciencia pudieran ser calumniados.
Personas que afirmen tales cosas, pero que se manejen en total secretismo, lógicamente van a ser objeto de sospechas. Un ejemplo de esto es el escritor del siglo XVII, Robert Plot, que en su "Historia Natural de Staffordshire" expresa su sospecha con respecto al secretismo de la masonería, afirmando que sus secretos pudieran no estar únicamente relacionados con el arte de la construcción, sino que ya se habría introducido algún elemento especulativo en las logias que intentaba ser escondido.
Y esto parece probable por el hecho de que, a mediados del siglo XVII, no sólo los nobles mecenas dirigían el oficio, sino que los caballeros militares y clérigos, totalmente ajenos a la construcción, fueran recibidos en la fraternidad.
Elías Ashmole, astrólogo y alquimista inglés, que más tarde sería considerado como uno de los pioneros de la masonería, relata esto en sus memorias: "El 16 de octubre de 1646, me hicieron masón en Warrington, junto con el coronel Henry Mainwaring". También relata que años después asistió a una reunión celebrada en el Mesón "Su Hall" de Londres, donde, con otros caballeros, fue admitido en la comunidad de los masones. Lo que en aquella época significaba el segundo grado.
Es decir, ya tenemos pruebas claras de que en el siglo XVII, la masonería había dejado de ser una asociación compuesta exclusivamente por hombres dedicados a la construcción. Pero no fue hasta 1703 que la Logia de San Pablo en Londres anunció oficialmente que los privilegios de la masonería ya no debían limitarse a los masones operativos, sino extenderse a los hombres de diversas profesiones, siempre que fueran aprobados, regulados e iniciados en la Orden.
Esto continuó en 1717, cuando se fundó la Gran Logia y la hermandad descansaría sobre una base establecida, con un ritual, reglas y una constitución. Es decir, en esta fecha comienza la historia oficial de la masonería como la conocemos hoy en día.
Según algunos historiadores sobre los misterios de la masonería, el sistema inaugurado en 1717 existía antes de esa fecha en varias logias en las islas británicas y fue ideado y promulgado por Anthony Sayer , George Payne, James Anderson y los demás que fundaron la Gran Logia de Inglaterra.
Los firmantes de la fundación de la Gran Logia de Londres el 24 de junio de 1717 fuero: Anthony Sayer venerable maestro de la Logia The Crown Lodge fundada en 1693, Jabob Lamball venerable de la Logia goose an gridiron fundada en 1693, William Steward venerable maestro de la Logia Apple tree fundada en 1695, William Watson venerable maestro de la Logiia Rummer an grapes fundada en 1695.
Históricamente, los antecedentes de esas 4 logias tienen pocos registros . La teoría de que los fundadores de la Gran Logia estuvieran perpetrando un engaño tan grosero como sea. Esta teoría atribuye a aquellos hombres la imposición de un sistema inventado recientemente y con falsas pretensiones de antigüedad.
Esto es posible, es razonable atribuir tal conducta a estos hombres sin siquiera asignar un motivo probable para ello. Yo creo que no. Sin ir más lejos, el diario que mencionamos antes de Elías Ashmole demuestra claramente que las ceremonias de iniciación masónica existían por lo menos desde un siglo antes de 1717. Seguramente, se puede concluir que Anderson y Desaguliers revisaron el ritual y elaboraron la Constitución de Anderson, pero no inventaron nada.
Desde el punto de vista histórico y lógico, aunque el ritual de la masonería está redactado en inglés moderno, las ideas que corren a través de él ciertamente tienen rastros de antigüedad extrema. Me explico: la idea central de la masonería sobre una pérdida que ha sucedido al hombre y la esperanza de su recuperación final no es otra que la antigua tradición secreta descrita en las mismas tradiciones iniciáticas de miles de años antes de cristo .
Algunos escritores masónicos, de hecho, atribuyen a la tradición masónica la misma genealogía que la de los primeros cabalistas, declarando que su tradición descendió de Adán y los primeros patriarcas de la raza humana, y de ahí, a través de los grupos de reyes magos entre los egipcios, caldeos, persas y griegos.
En realidad , los hermanos masones nunca entenderán a cabalidad el significado y el origen de nuestros principios sagrados hasta que hayan estudiado y desbloqueado los misterios iniciáticos del pasado. Este estudio revelará entonces el hecho de que los druidas, los himnos védicos de la India, los reyes magos de Persia y los caldeos de Asiria tenían todos los mismos ritos religiosos y ceremonias practicados por sacerdotes que fueron iniciados a su orden y que éstos fueron solemnemente jurados para mantener las doctrinas en un profundo secreto del resto de la humanidad.
Todo esto sobrevivió y fluyó de una fuente: del Antiguo Egipto origen de la masonería desde los primeros astrónomos caldeos, los reyes sacerdotes, los sabios y místicos de Babilonia , los sabios de Grecia y los filósofos de Roma, pero entendiendo que ya antes del Antiguo Egipto ya existía la idea de la Escuela de los Altos misterios iniciáticos, pero la idea flotó a través de los siglos hasta llegar a Europa.
Pero, entonces, ¿cómo es que descendieron esas tradiciones hasta los albañiles de Occidente? Según una gran cantidad de opiniones masónicas que reconocen sólo una fuente de inspiración para el sistema que ahora conocemos como masonería, las tradiciones especulativas y operativas de la orden descendieron de las cofradías de la construcción y fueron importadas a Occidente por medio de la colegiatura romana de los constructores o Collegia Fabrorum .
"Aunque en una revisión de las ceremonias masónicas se da la teoría de que la masonería se originó a partir de ciertas cofradías de obreros de la construcción que son conocidos en la historia como el colegio romano de artífices o Collegia Fabrorum, no hay pruebas para tal teoría. La masonería es ahora y siempre fue una escatología, como puede demostrar la totalidad de nuestros signos, símbolos, palabras y, sobre todo, nuestros rituales."
Pero lo que nadie nos cuenta es, si lo que dicen es cierto de que la masonería llegó de los gremios de constructores de catedrales, es como llegó la idea esotérica iniciática escatológica a estos gremios de albañiles . Las opciones son sobre las ramas relativas a la antigua tradición secreta que siguieron el camino de la escatología, son pocas y, por lo tanto, fáciles de detectar. Razonemos un poco. Si, como se afirma, la masonería deriva de las antiguas escuelas iniciática de Egipto, la India, Persia, etc., ya no parecería llevar el sello de estos países.
Aunque los vestigios del sabeísmo pueden encontrarse en la decoración de las logias, junto con referencias a los misterios de Egipto y Fenicia, y las enseñanzas secretas de Pitágoras, Euclides y Platón, la forma en que se viste la antigua tradición secreta y una gran parte de la fraseología y palabras secretas masónicas no son egipcias, ni caldeas, ni griegas, ni persas, sino en otro idioma que ustedes ya deberían estar adivinando.
Así que, aunque alguna parte de la antigua tradición secreta pudo haber penetrado en Europa a través de los romanos versados en la tradición de Grecia y Egipto, el otro canal introductorio de la antigua tradición secreta que podría haber sido accesible cronológica y geográficamente, y que es altamente escatológico, es la cábala judía.
Ahora bien, antes que las cabecitas les empiecen a volar, la cábala es masonería, o mejor dicho, la masonería es cábala. No. Pero existen complejos y profundos lazos que unen a la masonería con la cábala. La masonería ha adoptado muchas ideas cabalísticas, fundiendo las tanto en su estética como en su pensamiento, de una forma que la influencia cabalística no sólo puede considerarse posible, sino más bien innegable.
El Templo de Salomón, la Estrella de David, el simbolismo cabalístico de los números, el Árbol de la Vida, las columnas del Templo... No hay que ser un genio ni un gran investigador para darse cuenta de esto, de la influencia de la Cábala Judía en la Masonería . Algunos escritores masónicos reconocen esta doble influencia, la que desciende por un lado de Caldea a Grecia y el Egipto grecorromano, y por el otro, la de los esotéricos israelitas. Y hasta algunos de ellos, no todos, afirman que es de esta última fuente de donde se deriva todo el sistema masónico , porque después de rastrear su origen, proceden a mostrar su línea de descenso iniciático a través de Moisés, David y Salomón.
Pero , dejemos para el próximo capitulo para analizar la influencia cabalística judía en la Masonería.
Alcoseri
Tras Las Huellas Del Origen De La Masonería, parte #2
Y como ya hemos visto en publicaciones anteriores, la cábala judía está presente en Masonería .
Una gran prueba de cómo la masonería moderna se basa muchísimo en los saberes salomónicos esta presente la leyenda de Hiram, que fue el arquitecto encargado de la construcción del Templo del Rey Salomón . Donde Salomón, al construir el Templo, empleó los servicios de un constructor y artífice en el manejo de los metales, un arquitecto llamado Hiram de la ciudad fenicia de Tiro. Se dice que Hiram era un hijo de la viuda y fue el maestro de un grupo de constructores, y luego de su muerte, con el propósito de preservar el orden, los albañiles que trabajaban en el Templo se dividieron en tres clases: los aprendices inscritos, los compañeros artesanos y los maestros masones.
Es muy posible que Hiram Abif haya existido realmente, como también es posible que toda esta historia sea una alegoría sobre la supervivencia de algún culto antiguo, una doctrina esotérica que se remontaba a la época de Salomón.
Si buscamos en la Enciclopedia Judía, la teoría toma un poco más de color al sugerir que la historia de Hiram posiblemente pueda remontarse a una leyenda rabínica concerniente al Templo de Salomón, en la que se cuenta que mientras todos los obreros fueron asesinados para que no construyeran otro templo dedicado a la idolatría, Hiram fue elevado al cielo, como en un éxtasis.
Ahora bien, como encontró esta leyenda rabínica su camino hasta la masonería, mi teoría preferida por lejos es la templaria, pero de esa vamos a hablar más adelante y con más profundidad con respecto a cómo se relaciona con la masonería y la cábala.
Los defensores de la teoría del Colegio de constructores Romano “Los Collegia Fabrorum” fueron colegios de arquitectos romanos que tuvieron vínculos con la masonería; teoría que lo explican de la siguiente manera: después de la construcción del Templo de Salomón, los albañiles que habían participado en la obra se dispersaron y varios se dirigieron a Europa, algunos a Marsella y algunos a Roma, donde pudieron haber introducido leyendas judaicas en el Colegio Romano o Collegium Fabrorum , de donde las aprenderían los maestros constructores en Roma en el sigo VI A. C. .
Una de las cofradías de constructores occidentales más vieja que se conoce, con su base en la zona de Lombardía, pero que influenciaron a todos los gremios europeos de constructores. De hecho, éstos revivieron una costumbre que se creía perdida desde la antigüedad: la de firmar sus obras con lo que se conoce como marcas de cantero o "mason marks".
Esta teoría continúa asegurando que de los maestros constructores y la tradición se trasladaría a las cofradías medievales de Inglaterra, Francia y Alemania. Se supone que durante la Edad Media, la alegoría del Templo de Salomón ya se encontraba en la cofradía de los Compañeros en Francia, ya que uno de sus grupos se autodenominaba como "Los Hijos de Salomón", por lo que la leyenda de Hiram ya sería conocida.
La idea de esta forma su punto de vista al respecto: "No es tan difícil conectar la masonería con el Collegium Fabrorum . La dificultad radica en conectar las tradiciones judías a los constructores romanos. Y digo esto sobre la evidencia de que tales tradiciones no tenían existencia aquí en Inglaterra en el sigloVII, a pesar de que los gremios de constructores estaban muy influidos por los romanos."
Por lo que se refiere, no tenemos pruebas documentales donde se ubicaba el Templo de Salomón hasta recién después de las Cruzadas. Hasta ese período, podríamos decir que la tradición de las cofradías masónicas parece haber contenido únicamente las doctrinas más exotéricas de Egipto y Grecia. Estas doctrinas principalmente descansaban en los geométricos, lo matemático y lo técnico, y hasta si se quiere, quizás en lo filosófico, pero nunca en un sentido místico esotérico ni mucho menos cabalístico.
Aunque siglos más tarde, ambos campos serían compatibles. Ya sabemos que los pitagóricos y lo platónico sintonizan muy bien con lo cabalístico por sus raíces comunes en la antigua tradición secreta oriental.
Sabemos que: "Los misterios judíos-cristianos no se introdujeron en las corporaciones masónicas hasta el siglo XV. Antes de eso, no se encuentra ninguna mención, ni relación, ni siquiera la categorización de maestros, hermanos y aprendices, ni tampoco ningún símbolo del Templo de Salomón. El único simbolismo que se encuentra se relaciona con el trabajo masónico y con algunas máximas filosóficas sobre la moralidad de los compañeros."
Entonces, la fecha en la que, se sitúa la introducción de los elementos cabalísticos es luego de la época de las Cruzadas.
Ahora bien, cuando hablamos de Cruzadas y de conocimientos secretos traídos de Oriente, inmediatamente una famosa orden de caballeros se nos hace presente. Si bien se reconoce que la masonería moderna tiene una gran influencia de la antigua tradición secreta, es necesario distinguir entre cuál de las diferentes corrientes.
Porque hasta aquel momento, distinguimos que parecen haber existido no menos de cuatro grandes ramas. En primer lugar, la antigua tradición mesopotámica transmitida a Los griegos, primero por medio de los fenicios y tracios, y luego por los persas; y luego, de los griegos a los egipcios tardíos y romanos. En segundo lugar, la versión judía de la tradición, muy compatible con el cristianismo gnóstico, la primera cábala de los judíos que supuestamente descendió de Moisés, David y Salomón, y que se mezcló con los conocimientos caldeos aprendidos durante el exilio babilónico.
En tercer lugar, la del misticismo islámico, mayoritariamente los sufíes sunitas y los chiítas, aunque ya vimos que es más complejo que eso. Esta corriente descendiente de la combinación de algunas de las anteriores.
Y en cuarto lugar, la tardía rama pervertida, mezclada con supersticiones, paganismo, hechicería y, sobre todo, muchas leyendas anticristianas. Por supuesto que esta rama daría origen a muchas más, pero ya hablaremos de eso más adelante.
Cualquiera sea la naturaleza de los elementos de la tradición secreta introducidos en la masonería en el momento de las Cruzadas, parecen haber pertenecido a la segunda de estas tradiciones, la cábala judía, la conocida por los esenios y las sectas gnósticas.
De hecho, hay sorprendentes parecidos entre la masonería y los esenios: grados de iniciación, juramentos de secreto, el uso de delantal y hasta algún símbolo masónico. Mientras que de la tradición de los sabios gnósticos , que también influyó mucho en los esenios, también se puede rastrear el simbolismo solar y astrológico muy presente en las logias.
La conexión entre los esenios y la Masonería es un tema de especulaciones entre los historiadores y los masones estudiosos de la Masonería.
Los esenios fueron una secta judía que floreció en el siglo I a.C. y se caracterizó por su énfasis en la espiritualidad, la pureza y la justicia. La secta esenia se centró en la interpretación de los textos sagrados y en la práctica de rituales y ceremonias, algunas muy parecidas a las de la moderna masonería .
Algunos estudiosos de la Masonería han sugerido que existen conexiones entre los esenios y la Masonería debido a las siguientes razones:
Los esenios utilizaban símbolos y alegorías para transmitir sus enseñanzas espirituales. La Masonería también utiliza símbolos y alegorías para transmitir sus enseñanzas morales y filosóficas.
Los esenios practicaban rituales y ceremonias para la purificación y la iniciación . La Masonería también tiene rituales y ceremonias para iniciarse y avanzar en la Orden.
Los esenios se centraban en la moralidad y la justicia. La Masonería también enfatiza la importancia de la moralidad y la justicia en la vida de sus miembros.
Los esenios eran una secta judía. La Masonería tiene raíces en la tradición judía y utiliza símbolos y alegorías de la Biblia hebrea.