ANTECEDENTES
Siglos atrás, durante la era antes de la que conocemos actualmente se sucinto una guerra de grandes proporciones, sin igual. Todo comenzó en el viejo continente de Sarpha, lugar donde existían cinco regiones, cada una con elementos diferentes. Agua, Viento, Fuego, Luz y Oscuridad. Los cuatro primeros vivían en armonía, sin embargo el último de ellos sufrió una terrible maldición, una maldición llamada codicia. Durante siglos el elemento Oscuridad intento por todos los medios hacerse con el poder de las demás regiones, sin embargo los equilibrios de poder estaban bien establecidos, y nunca pudo realizarse tal ambición.
Por otra parte, más allá del mar que rodeaba Sarpha, del otro lado se encontraban dos continentes, Kretea y Aurea, ambos con cinco elementos cada uno, y en ambos un antagonista elemental. En el primero de ellos habitaban las regiones de Hielo, Metal, Tierra, Naturaleza y Sombras. En este continente no había tanta paz entre los elementos como en Sarpha, Naturaleza y Metal peleaban constantemente, así como Tierra y Hielo, y siempre desde las sombras el elemento sombrío asechaba para dar un golpe oportunista. En cambio en el continente de Aurea, las cosas eran diferentes, los elementos de la Magia, Magma, Espejo, Estela y Tinieblas eran muy sabios, eludían las guerras sin sentido y trataban de resolver todo de forma diplomática.
Fue durante los últimos días que vio la luz esa triada de continentes cuando una gran guerra que azotó todo el continente de Sarpha, moviendo desde los más pequeños guerreros, hasta los grandes líderes de cada elemento, que atrajeron fuerzas externas. Al pequeño continente de Sarpha, fuerzas provenientes de los otros dos continentes los llamaban, y hacían resonancia unos con otros como si se tratasen de un gran magneto. En cada uno de los tres continentes existía un altar en el centro, un altar cuyo poder provenía del dios Pargon, el dios al que se le adjudicaba el sexto elemento en cada uno de esos continentes, el dios que estaba por encima de todos, pero a la vez que se encontraba muerto. Dicha deidad se manifestó y con un poder abismal deformo y recreo el mundo, uniendo los tres continentes en uno solo, el continente Pargea.
Dicho acontecimiento formo las bases para una última gran guerra en la cual las grandes fricciones del pasado se lograron dispersar y con la caída del gran último de los tiranos se alzó una soberana que los gobernaría a todos por designio divino. La primera emperatriz de Pargea dio por finalizada este gran capítulo de muerte y destrucción, y sentó las bases para la siguiente gran era de paz y prosperidad.
ACTUALIDAD
Año 680 DA (Después de la Apologia)
El RUP (Reino Unificado de Pargea) atraviesa momentos críticos. No solo las grandes familias elementales se han sublevado ante las imposiciones de la reina Esmeralda IV "La emperatriz", si no que la gente común quienes eran su mayor poder le han dado la espalda. Es una fría mañana de invierno, gris y deprimente. La suave brisa matutina empapa el cadáver de la que fue la última descendiente de su dinastía. Por todos lados se corre la noticia del deceso de la última reina de Pargea. Hacia todos los rincones del vasto continente soplan aires de incertidumbre, los núcleos de poder político resuenan y poco a poco la incertidumbre da paso al horror ya que una nueva guerra está a punto de comenzar.
Una de las ciudades más recónditas es la ciudad Leaf de la región del viento, una ciudad en crecimiento donde se encuentran todo tipo de criaturas de los diferentes elementos, colindante con la región de fuego ha prosperado como un nicho de mercantil fronterizo. Sin embargo aún en este lugar tan recóndito se llegan las noticias de este suceso.