Hoy te han dicho todos, hija mía, que cumplir quince años significa empezar a vivir. Yo quiero decirte que vivir es empezar a saber que estamos solos, te esperan nuevas relaciones, vas al encuentro de nuevas amistades pero también tenlo siempre presente, inicias el camino hacia tu propia soledad. Nadie nos hace nunca compañía, Laura, nadie nos comprende jamás. El amor cuando aparece es solamente un auxilio pasajero. No creas en sueños que no existen ni busques paraísos ni trates de engañarte con ilusiones efímeras, Dios ni la gente ni el dinero pueden darnos respuesta a los misterios de la vida, son falsos sus consuelos son engañosos sus caminos, ninguno de ellos conduce a la felicidad porque la felicidad es tan solo la máscara con la que se disfraza el dolor, necesitamos por eso aceptarlo y comprender que es la única herencia que hemos recibido de la Tierra. En el dolor por muy cruel que resulte busca siempre la verdad, esa verdad que hoy me obliga a decirte con todo mi amor que cada quien es un náufrago de su propio destino solitario.