¿Locura o Sensatez?
Cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa. Mateo 10:42.
De hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios. Hebreos 13:16.
La princesa Eugenia de Suecia había sido conmovida por un llamado a favor de los huérfanos de su ciudad. Entonces vendió todos sus diamantes para edificarles una casa. Muchos años más tarde, un miembro de la familia real evocó ese hecho generoso llamándolo «ese acto de locura»: – ¡Locura, locura!, respondió la princesa. Es la cosa más sensata que he hecho en mi vida. Cada vez que voy al orfanato puedo ver brillar esos diamantes en la alegría de los niños, y esto me recompensa un millar de veces.
No es malo poseer dinero y bienes materiales, pero la acumulación de bienes podría estar acompañada de un empobrecimiento de los valores que el dinero no puede dar: la tranquilidad de espíritu, la paz, la alegría y la simpatía.
La Escritura nos dice cómo romper ese apego a las riquezas y al poder del dinero: compartiendo. Esto también nos libera del temor al porvenir y nos hace más conscientes de la gracia que Dios nos ha dado. Cristianos, al dar somos hechos imitadores de nuestro Padre celestial, pero debemos dar con gozo y amor, pues el apóstol escribe: “si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve” (1 Corintios 13:3)
Publicado porcalithos
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