DISFRUTE DE LA VIDA DIARIA.
Todos nos hemos sentido decepcionados en algún momento, de hecho, sería raro que pasemos una semana sin experimentar algún tipo de desánimo. Son muchos los cristianos van por la vida devastados. Eso sucede porque no han aprendido a lidiar con el problema.
La voluntad de Dios no es que uno viva el día de hoy ni cualquier otro día, desalentado, devastado u oprimido. Tan pronto como uno se sienta desalentado debe resistir al diablo y poner su esperanza y confianza en Jesús, uno puede vivir en su paz y su gozo.
Parte del ministerio de Jesús en la tierra era ir bajo la unción del Espíritu Santo, liberando a los oprimidos por el diablo. Este mismo poder esta disponible para nosotros hoy día. A través de Jesús, podemos batallar contra los intentos del enemigo de abrumarnos. Si no lo reprendemos, él tratará de destruirnos.
Cuando el enemigo nos ataca, debemos mantenernos espiritualmente sintonizados de tal manera que podamos discernir lo que está tratando de hacer y echarlo atrás. Con el poder que Jesús nos dejó disponible, no le queda otro remedio más que salir corriendo. Deuteronomio 30:19 nos enseña que tenemos una alternativa:”A los cielos y la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia”, El gozo y la felicidad nacen de adentro.
Cada día podemos escoger entre estar llenos de miseria o tener el gozo del Señor. Podernos ya sea escoger si vamos a escuchar al diablo y permitirle que nos haga sentir miserables, o si lo vamos a resistir para vivir en la plenitud de vida que Dios ha provisto para nosotros.
Necesitamos tomar el Reino de Dios —la riqueza, paz y gozo que se mencionan en Romanos 14:17—Tan pronto se sienta desanimado, detenga al diablo. Debemos pelear la. “buena batalla de la fe” (1 Tim 6:12) en nuestra lucha diaria contra el enemigo, así como en nuestra mente v corazón.
He aprendido seis estrategias que necesitamos usar para derrotar a Satanás:
1.- “Piense con empuje y dinamismo. No se siente a esperar a que sus problemas desaparezcan. Planifique y haga una estrategia, como si se prepararse para una batalla, sobre cómo derrotar al enemigo.
2.- Ore fervientemente. Hebreos 4:16 nos instruye a acercarnos al trono de Dios confiada y audazmente. ¡Eso quiere decir agresivamente! No sea tímido con Dios. Confíe y dígale lo que necesita.
3.- Hable sin temor. I Pedro 4:11 nos dice. “si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da”. Como hijos de Dios, debemos tener una voz espiritual contra las fuerzas del mal.
4.- Dé en abundancia. La manera en que damos es la manera en que recibimos (lea Lc. 6:38).Ninguna ofrenda es muy pequeña ni muy grande. Dé como Dios da.
5.- Trabaje atentamente. Todo lo que nuestras manos toquen, debe ser con esfuerzo y empeño (vea Ec 9:10). No afronte las tareas con temor y deseos de escapar, Deje que el Espíritu termine la labor.
6.- Ame incondicionalmente. Como hijos de Dios, debemos amar a los demás como Dios nos ama, y eso significa de una forma sacrificada. Usted puede aprender a defenderse contra la desilusión al enfocarse en Dios, meditando en sus promesas, confesando su Palabra, a sí como presentando su situación ante El. No importa lo que haya perdido o lo mal que se sienta, usted tiene la capacidad de dirigir sus pensamientos hacia lo positivo o lo negativo.
Haga un inventario de lo que ha dejado, no de lo que ha perdido. Esto hace que mantenga su mente en el presente, donde Dios está. Recuerde. Jesús se llamó a si mismo el “Yo Soy “, no el “Yo era” ni el “Yo seré”.
El está aquí para usted. ¡Hoy es el día en que usted puede tener gozo.
Llegado a mi correo, leo y releo pues mé encantó de los cuales comparto con amor.
cielozul.
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