¡Iglesia, Despierta!
“Mi iglesia necesita la fuerza de mi Espíritu para salir de su letargo”
“Vino a su casa, y los suyos no la recibieron” (Jn 1,11).
¡Llena Este Templo!
Ezequiel 11 16 Por tanto, di: Así ha dicho Jehová el Señor: Aunque les he arrojado lejos entre las naciones, y les he esparcido por las tierras, con todo eso les seré por un pequeño santuario en las tierras adonde lleguen.
Pastor Pablo R. Caballero Sr.
Oracion: Jehova, Señor mio, permiteme sentir el gozo de la salvacion. Permiteme disfrutar de tu esplendor, de tu gloria, de tu presencia. Porque es en tu presencia donde siento deseos de vivir. Es en tu presencia donde todos mis problemas y afanes se hacen insignificantes. Es en tu presencia donde mi fe aumenta, donde el enemigo no puede llegar.
Preambulo: La mano de Jehova cayo sobre todo Egipto, el primogenito de toda familia murio. Pero ninguno de la casa de Israel perecio porque Dios habia puesto Señal en las entradas de sus hogares. En el dia del juicio del trono blanco millones pasaran tristemente a la segunda muerte, pero no yo, no tu, porque dentro de nosotros habita en un pequeño santuario--El Espiritu del Santo de Israel.
I. Aun cuando el pecado me aparto de Dios, aun cuando las consecuencias de el pecado me esparcio por toda la tierra y robo felicidad de mi ser, mi Padre Celestial se complacio en tener misericordia de mi perdonando por medio del sacrificio de mi Señor Jesucristo. Y aun cuando sea dificil para mi mente comprenderlo, se complacio en tomar un ser despreciable como yo y vestirlo con nuevas ropas, perfumarlo con nuevos olores y sobretodo edifarse un nuevo santuario dentro de mi ser.
Ahora le puedo adorar en todo lugar, a tiempo y fuera de tiempo. Le llevo conmigo continuamente, en las montañas como en los valles. Y aun en mis momentos de soledad puedo sentir su incomparable amor.
II. Por mucho que ha tratado Satanas de destruirme, hay un lugar donde el no puede llegar, un lugar donde solo los remidos con la sangre del cordero pueden entrar, un lugar dentro de mi ser, un lugar santo, un lugar limpio, un lugar puro, puesto ahi por la mano del mismo creador, ese lugar se llama y es mi pequeño santuario.
A. El enemigo podra levantar en mi contra empleadores, maestros, familiares, y hasta hermanos de mi propia fe.
B. Quizas podra atacar mis finanzas, mis sentimientos, y mi salud. . .Pero nunca me podra impedir que yo vea la gloria de Dios.
Su gloria llena mi casa cuando le alabo desde mi corazon, cuando deseo con todas mis fuerzas el obedecerle, cuando busco su bendicion, cuando busco su consejo y direccion, cuando derramo mi alma delante de El y siento su consuelo. III. Diferencia entre el mundo y el creyente.
Las tormentas de la vida. Mateo 7 Los dos cimientos (Lc. 6.46-49)
24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. 25 Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.
Mi Jesus no me ha fallado cuando la lluvia desciende sobre mi, cuando los problemas parecen venir uno tras otros como rios que no se detienen, ni tampoco cuando los vientos soplan y golpean y prueban los cimientos de mi fundacion, de mi fe. No me ha fallado porque tales cosas me dejo saber que vendrian. Pero tambien me dijo mientras me recostaba sobre El que no temiera porque mi casa no cairia. ¿Por que Señor Jesus? Porque hijo mio mientras la lluvia cae, Yo te cubro, mientras los rios se precipitan, Yo te sostengo, y mientras los vientos soplan y golpean, Yo te sirvo de escudo.
Los gemidos del mundo El mundo gime. Su grito es de desesperacion. Porque no tienen adonde ir.
El creyente se acerca al santuario y Dios mismo intercede por el.
Romanos 8 26 Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
Cuantas veces no me has mostrado mi Señor que si lo que le pedia me hubieses dado grande seria hoy mi fracaso. Pero gracias mi Señor porque no fueron horas perdidas en la que delante de ti derrame mi alma. Mientras yo pedia lo que no debia, tu Santo Espiritu desde lo profundo de mi serEn el Pequeño Santuario, gemia e intercedia por la peticion correcta.
III. Y la casa fue llena de la nuve Ez 10:4
Ezequiel 10 4 Entonces la gloria de Jehová se elevó de encima del querubín al umbral de la puerta; y la casa fue llena de la nube, y el atrio se llenó del resplandor de la gloria de Jehová.
A. Jehova llena este templo de nuevo con tu precencia. Este templo que no fue construido por manos de hombres sino por tu propias manos y que al pasar los años se siente debil y cansado. Elevate Jehova por encima de las viejas columnas y permite que tu resplandor ilumine mi rostro. El camino se hace tantas veces largo pero basta con en un momento ser acariciado por tu dulce y maravillosa gloria para volver a sentir el fuego del primer amor.
IV. Un Pequeño Santuario dentro de mi ser
1. Puesto ahi como señal de su amor y misericordia
2. Fuente inagotable de poder
3. Mi refugio permanente
4. Mi escondite
5. Mi gozo y mi Salvacion
V. ¿Quién me separará del amor de Cristo?
Romanos 8
35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36 Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. 37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Al unirnos en oración al dolor que el Señor siente en su corazón por su Iglesia, ante tanta
“El descrédito de mi Palabra ha inundado mi Iglesia”
infidelidad:
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