Cuando le alabas aún en medio de tu tristeza. Cuando le exaltas a pesar de que te sientas sin fuerzas. Cuando le cantas y el llanto ahoga tus notas. Cuando le sigues creyendo aunque no veas nada. Estás demostrándole que le amas y que confías en lo va a hacer. Y él se mueve y se deleita, se siente orgulloso de ti. Porque sabe que le estás dando todo lo que tienes. Tu corazón sincero, tus pensamientos centrados en su amor. Cuando queriendo renunciar, solo suspiras. Y en medio de tu ansiedad ante él te allegas en oración. Cuando sigues escudriñando su Palabra aunque vengan pensamientos queriéndote hacer dudar. Dios desde el cielo te mira, él te observa con detenimiento y acaricia tu alma cansada y fatigada. Porque él conoce que lo que estás enfrentando es una prueba. Porque le estás demostrando que lo amas por lo que él es. Porque cuando le sientes lejos, es cuando está más cerca. Tú te aferras a él, pero él de igual manera se aferra a ti.