MI ORACION DE LA MAÑANA
Bendito eres, Papito Dios, por éste nuevo amanecer y por el descanso que me has dado. Te doy gracias por la vida que me regalaste y que hoy uno a la de Jesús quien por nuestra salvación y por infinito amor, murió en la cruz. Te pido por la vida de todos mis hermanos, especialmente por los que hoy están en peligro de ser abortados o de otras formas, asesinados. Reconozco, Señor, que sólo Tú eres dueño y tienes derecho absoluto sobre la vida y la muerte, que solo quieres nuestro bien ahora y en la eternidad. Te pido también por aquellos que se proponen terminar una vida ya sea en sus entrañas o en cualquier lugar o por cualquier razón. Te ofrezco hoy mi vida, para propiciar el triunfo de Tu Reino de amor, justicia y felicidad. Que tu reino de vida venza a la cultura de la muerte. Amén.
MI REFLEXIÓN DE HOY
En estos días hemos insistido en que para el creyente la muerte no es una palabra definitiva sino que es un paso para la vida eterna. Eso es lo que en este momento nos comunica la quinta bienaventuranza del Apocalipsis. Por eso quiero que hoy te sientas amado y bendecido por Dios, que entiendas que Dios no te va a dejar perder, que Dios te ha llamado a la vida y que te va a dar la vida eterna. Nosotros estamos llamados a la plenitud. Nuestro corazón no descansa hasta que encuentra la plenitud del amor de Dios y vive su máxima realización. No podemos seguir viviendo la vida como si estuviéramos llamados a la muerte. Todos tenemos que ser capaces de vibrar por la vida y de comunicar vida.
”Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección, la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años” (Apocalipsis 20:6). Muchas veces nos dejamos ganar por las tristezas y los dolores que la vida nos trae, se nos olvida que Dios está por encima de todo y que es Él quien en su magnífica voluntad nos hará sonreír plenamente. No tengas miedo. Dios está hoy haciéndote tener presente su amor y su plenitud. La felicidad a la que aspiramos los hombres sólo nos la puede dar Dios a través de la muerte y la Resurrección de su Hijo, es por eso que cada uno de nosotros tiene que prepararse para vivir luchando por la vida. Tenemos que optar diariamente por la vida, todos nuestros actos tienen que ser actos de vida.
MI PROPÓSITO DE HOY
Define qué es para ti un acto de vida. Creo que hoy tienes que hacer por lo menos cinco actos de vida. El primero de mi lista es escribir esta reflexión.
MI ORACION DE LA NOCHE
Creo, Señor, haz que crea con más firmeza; espero, haz que espere con más confianza; me arrepiento, haz que tenga mayor dolor. Te adoro como el principio de todo; te deseo como último fin; te alabo como bienhechor perpetuo; te invoco como defensor propicio. Dirígeme con tu sabiduría, átame con tu justicia, consuélame con tu clemencia, protégeme con tu poder. Te ofrezco, Señor, mis pensamientos, para que se dirijan a Ti; mis palabras, para que hablen de Ti; mis obras, para que sean tuyas. Quiero lo que quieras, quiero porque quieres, quiero como lo quieres, quiero hasta que quieras. Señor, te pido que ilumines mi entendimiento, animes mi voluntad, limpies mi corazón, santifiques mi alma. Concédeme, Dios bueno, amor a Ti. Amén.