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General: DIOS y la Ley del mas Fuerte (Un Amor que Puedes Compartir)
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: ** Genesis **  (Mensaje original) Enviado: 10/09/2010 02:54

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FRAGMENTO DEL LIBRO  UN AMOR QUE PUEDES COMPARTIR

DE MAX LUCADO

 

CAPÍTULO     CINCO

 

Dios y la ley del más fuerte

El amor no es jactancioso ni orgulloso.

1 Corintios 13.4

 

Eso es lo que hace el amor. anteponer al amado.

tu alma era más importante que su sangre.

tu vida eterna era más importante que su vida en la tierra. tu lugar en el cielo era más

importante para él que su lugar en el cielo, así que renunció a su lugar

para que tú tuvieras el tuyo.

 

 

 

Una amiga mía que se crió en una granja me dijo que una vez vio a los pollos atacando

a un pollito recién nacido que estaba enfermo. Fue corriendo y se lo dijo a su madre. Esta le

dijo: «Los pollos hacen eso. Si hay uno muy enfermo, los demás le dan picotazos hasta que

muere».

Por esa razón Dios dice que en el amor no hay lugar para la ley del más fuerte. Jesús no

toleraría tal forma de pensar. Esa mentalidad de corral puede darse en una granja, pero no

en su reino. Escucha lo que dice sobre las aves alfa de su época:

Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus

filacterias, y extienden los flecos de sus mantos; y aman los primeros asientos en las cenas,

y las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los

llamen: Rabí, Rabí. (Mt 23.5–7)

Jesús lanza una descarga contra las aves de más rango en la iglesia, a aquellos que

llevan «la voz cantante» en el tope de la escalera espiritual, y extienden su plumaje de

túnicas, títulos, joyas y asientos asignados. Jesús no lo soportaba. Es fácil darse cuenta

porqué. ¿Cómo puedo amar a otros si tengo los ojos fijos en mí? ¿Cómo puedo enfocarme

en Dios si me estoy enfocando en mí? Y, peor aún, ¿Cómo puede alguien ver a Dios si sigo

desplegando mi plumaje?

Jesús no da lugar a la ley del más fuerte. «El amor no es jactancioso ni orgulloso» (1 Co

13.4).

¿Su solución para los sistemas de jerarquías humanos? Un cambio de dirección. En un

mundo de movilidad ascendente, elige el servicio descendente. Ir hacia abajo, no hacia

arriba. «Estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo» (Fil 2.3). Y eso fue

lo que hizo Jesús.

Invirtió la ley del más fuerte. Mientras que otros trataban de ascender, él descendía.

Tu actitud debería ser la misma que la de Cristo Jesús:

Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en

forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó

a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la

condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y

muerte de cruz. (Fil 2.5–8)

¿Serías capaz de hacer lo que hizo Jesús? Cambió un castillo sin manchas por un

establo mugriento. Cambió la alabanza de los ángeles por la compañía de asesinos. Él podía

sostener el universo en la palma de la mano, pero renunció a ello para flotar en el vientre de

una muchacha.

Si fueras Dios, ¿dormirías sobre paja, te alimentarías del seno de una mujer y dejarías

que te envolvieran en pañales? Yo no lo haría, pero Cristo sí lo hizo.

Si supieras que tu llegada sólo le iba a interesar a unos pocos, ¿no cambiarías de idea?

Si supieras que aquellos a quienes amas se reirían en tu cara, ¿te seguirías preocupando por

ellos? Si supieras que todas las lenguas que creaste se reirían de ti, las bocas que creaste te

escupirían, las manos que hiciste te crucificarían, ¿las habrías creado? Cristo lo hizo.

¿Considerarías a los incapacitados más importantes que tú? Jesús sí.

Se humilló a sí mismo. Pasó de darle órdenes a los ángeles, a dormir sobre paja. De

sostener las estrellas, a tomarle el dedo a María. La palma que sostenía el universo recibió

el clavo de un soldado.

¿Por qué? Porque eso es lo que hace el amor. Anteponer al amado. Tu alma era más

importante que su sangre. Tu vida eterna era más importante que su vida en la tierra. Tu

lugar en el cielo era más importante para él que su lugar en el cielo, así que renunció a su

lugar para que tú tuvieras el tuyo.

Te amó hasta ese punto y porque te ama, eres de suma importancia para él.

Cristo asume una posición opuesta al corral. Señala al gorrión, el pájaro menos valioso

de su tiempo y dice: «¿No se venden cinco gorriones por dos moneditas? Sin embargo, Dios

no se olvida de ninguno de ellos. Así mismo sucede con ustedes: aun los cabellos de su

cabeza están contados. No tengan miedo; ustedes valen más que muchos gorriones» (Lc

12.6–7 nvi).

Dios se acuerda de los pajaritos del mundo. Nosotros nos acordamos de las águilas.

Hacemos estatuas de bronce de los halcones y les ponemos su nombre a nuestros equipos

deportivos. Pero Dios se fija en los gorriones. Encuentra tiempo para los niños y considera a

los leprosos. Le ofrece una segunda oportunidad a la mujer adúltera, y al ladrón en la cruz

le hace una invitación personal. Cristo da una atención especial a los desalentados y caídos,

y nos insta a seguir su ejemplo. «Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los

mancos, los cojos y los ciegos» (Lc 14.13).

¿Quieres amar a otros del mismo modo que Dios te amó a ti? Ven sediento. Bebe de la

copa del amor de Dios para ti, y pídele que llene tu corazón de un amor que puedas

compartir.  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
 

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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: cieloazul2 Enviado: 10/09/2010 22:54
roos.jpg picture by chaira_08
Bendiciones  querida  amiga Marin. Tambien   te  doy  las  gracias  por  el maravilloso mensaje.
Cieloazul.
 


 
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