“ Entonces una mujer de la ciudad …; y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume. Y a ella le dijo: “ Tus pecados te son perdonados” Lucas 7: 38,48.

Date cuenta que ella estaba detrás de Jesús, pero ahora tú y yo podemos presentarnos delante de él, de frente, sin temor, sin vacilar ni un instante.

Derramaba sus lágrimas y con ellas lavaba los pies de su redentor. En ese mismo instante en que ella hacía eso, algo milagroso y simultáneo ocurría también, el Señor la limpiaba de todo pecado; así, ha hecho contigo y conmmigo. Nuestras lágrimas no han sido derramadas en vano, El las ha recogido en el hueco de sus manos con ellas está regando nuestro desierto para que no tengamos sed nunca más,

Y ungía con perfume sus pies. Tú y yo también hemos derramado nuestro perfume a los pies del Señor y estoy segura de que El se ha agrado con ello, pues nos ha posicionado en lugares preferenciales en el Reino de los Cielos

“Eres Mujer ...Eres Especial.”

Dtb.Dtg.Dtg.