LOS BENEFICIOS DE DIOS: Salmos 103
“Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios“
(Salmo 103:2)
En el Salmo 103 podemos encontrar los beneficios que Dios otorga a quienes son objeto de su amor y su misericordia. Vamos a revisarlos con cuidado para discernir de aquellas enseñanzas dadas por los falsos profetas, que nos llevan a creer que los beneficios que podemos extraer de Dios tienen que ver con la salud, la ganancia material y la buena fama.
1. Salmo 103:3 El es quien perdona todas tus iniquidades, El que sana todas tus dolencias. Primero, el beneficio número 1 en la lista es que Dios perdona todos nuestros pecados. No algunos solamente, sino TODOS. Al decir que sana nuestras dolencias, está hablando de la esclavitud del alma al pecado y a la muerte. Dios no está obligado a sanar nuestras enfermedades físicas, aunque en Su propósito y en Su voluntad, algunas veces lo hace.
2. Salmo 103:4 El que rescata del hoyo tu vida, El que te corona de favores y misericordias. Sigue con la idea principal; si te perdona tus iniquidades, entonces hace algo más: te rescata. ¿De dónde? Del hoyo. En nuestras perversidades estábamos en un abismo profundo, sin esperanza. Pero Dios muestra Su misericordia bendita en este acto.
3. Salmo 103:5 El que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila. Una vez rescatado, hace algo más: sacia de bien tu boca. Esto quiere decir que nos hace nacer de nuevo, nos da un nuevo nombre. ¿Por qué? Porque la Biblia expresa claramente que de la abundancia de l corazón habla la boca (ver Lucas 6:45; Romanos 10:8; Santiago 3:10; Mateo 12:36). Cuando nuestra boca habla el bien, sólo una cosa puede haber sucedido: La Regeneración de nuestro corazón. Esta regeneración es el rejuvenecimiento como el águila.
4. Salmo 103:6 Jehová es el que hace justicia y derecho a todos los que padecen violencia. Jehová nos Justifica y nos da el derecho a los que somos perseguidos con violencia. La Justicia de Dios es a través del sacrificio de Cristo, que ha sido inmolado desde el principio del mundo (Apocalipsis 13:8). Ahora se nos ha revelado su obra por medio de la encarnación de Dios en el Hijo, Cristo. La Justicia de Dios imputada en nosotros viene después de la liberación de la culpa y el pecado y nos absuelve de todo crimen que hayamos cometido contra Dios. Además de esto nos da el derecho de ser llamados sus hijos.
5. Salmo 103:7 Sus caminos notificó a Moisés, y a los hijos de Israel sus obras. ¿Pueden todas las naciones conocer los caminos de Dios? No, la Ley fue dada a Moisés para que nosotros la conociéramos, y conociéramos sus obras maravillosas. ¿Quien se gozará y maravillará en las obras de Dios? Los hijos de Israel. ¿Quienes son los verdaderos Israelitas? Los que han sido circuncidados del corazón, a los que se les ha extraído la maldad del corazón, el engaño del corazón, o más bien el autoengaño. Recordemos a Natanael, que era un verdadero Israelita, porque no había engaño en él.
6. Salmo 103:8-9 Misericordioso y clemente es Jehová; lento para la ira, y grande en misericordia. No contenderá para siempre, ni para siempre guardará el enojo. Jehová es misericordioso. Una vez regenerados, ¿seguimos pecando? ¡Por supuesto que sí! Pero Jehová es lento para la ira, no estará siempre enojado con nosotros, porque tenemos un abogado y un sumo sacerdote en el cielo ¡Jesucristo nuestro Señor!
7. Salmo 103:10-14 No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades, ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados. Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen. Cuanto está lejos el oriente del occidente, hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. Como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le temen. Porque él conoce nuestra condición; se acuerda de que somos polvo. Su misericordia es inmensa y aunque no lo entendamos, aunque jamás logremos medir su amor hacia nosotros, ni el alcance de Su salvación, Dios no se preocupa de ello porque sabe que somos polvo, nos conoce. ¡Qué mas da! – dice Jehová – ¡los conozco! se que son polvo, ¡¡¡Yo mismo los hice!!!
8. Salmo 103: 15-18 El hombre, como la hierba son sus días; florece como la flor del campo, que pasó el viento por ella, y pereció, y su lugar no la conocerá más. Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos; sobre los que guardan su pacto, y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra. Sigue con la idea que el hombre es un soplo, nace y luego muere. Nadie mas se acuerda de aquel, su vida terminó y otra generación viene en camino. Pero Dios sí se acuerda y muestra su misericordia a los que le temen ¿Temes a Dios? Bien, entonces la promesa es que Dios mostrará Su Justicia a tus nietos, para que guarden el pacto y pongan sus mandamientos por obra ¡Aleluya! Señor, acuérdate de tus promesas para que muera tranquila y pueda saber que mis hijos y nietos gozarán de Tu favor.
9. Salmo 103: 19 Jehová estableció en los cielos su trono, y su reino domina sobre todos. Hay veces que tememos por las leyes que se aprueban en tal o cual nación. Y aunque no debemos observar pasivamente cómo los impíos se burlan de Jehová, sino confiar en Dios y orar por nuestros gobernantes; sí podemos estar seguros que el reino de Dios que está en los cielos domina sobre todos los otros reinos.
10. Salmo 103: 20-22 Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles, poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra, obedeciendo a la voz de su precepto. Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos, ministros suyos, que hacéis su voluntad. Bendecid a Jehová, vosotras todas sus obras, en todos los lugares de su señorío. Bendice, alma mía, a Jehová. ¡¡¡Que toda la creación alabe a Jehová!!! Imitemos a los ángeles poderosos y a todos Sus ejércitos que hacen Su voluntad. Unámonos a ellos en obediencia y tengamos en alta estima cumplir Sus propósitos, porque el reino de nuestro Padre Glorioso no es de éste mundo.
Que la Honra, la Gloria y el Poder de nuestro Dios, sea por todos los siglos, eternamente y para siempre. Amén.
Fondo by Taty ©
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