Querida amiga, querida mujer en Crsito:
Mujer hermosa, mujer valiosa en las manos de Dios, recuerda que el amor de Dios por ti no tiene límites. El te dice:
He oído tu oración, he visto tus lágrimas. Son preciosas a Mis ojos. Aunque te parezca que esta temporada es una de las más infelices que has vivido, para Mí es una época muy valiosa. Te siento más cerca de Mi corazón que nunca. Al tomarte en Mis manos y percibir la belleza de tus lágrimas, de las oraciones que elevas a Mí, de tu entrega y de tu humildad que se manifiesta cuando te pones a Mis pies y dices: "Nada traigo en las manos; sólo a Tu cruz me aferro"... al ver esto, me lleno de amor por ti. Te acerco a Mi corazón y te consuelo. Pero debes aceptar Mi consuelo. Debes tener fe para aceptar y tomar lo que te ofrezco. No es nada que puedas merecer o esforzarte por conseguir. Deseo dártelo gratuitamente, porque te amo. Debes decidirte por aceptar Mi paz y consuelo. Esta situación, que a ti te parece interminable, en realidad es momentánea de cara a la eternidad. Por tu fe recibirás un generoso galardón.
De Jesús con cariño, para ti, amiga
cielozul.
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