Las personas tienen una predisposición natural para quejarse. Aprenden a quejarse a una corta edad, incluso aunque no se les enseñe. El diablo es la fuente de las quejas. El diablo tentó a Adán y a Eva, y ellos se quejaron ante Dios, se rebelaron contra Él y comieron del árbol de la sabiduría del bien y del mal. Incluso después de que los israelitas salieron de Egipto llenos de lamentos y gemidos, continuaron quejándose hasta que Dios los abandonó.
En la actualidad, ¿nos quejamos más de lo que agradecemos? Debemos saber por qué es importante ser agradecido. ¿Por qué debemos dar gracias?
1. Dar gracias honra a Dios
La Biblia dice en Salmo 50:23: "El que sacrifica alabanza me honrará; y al que ordenare su camino, le mostraré la salvación de Dios". ¡A Dios no le agradan los hijos que se quejan! Cuando agradecemos a Dios, lo honramos. En los tiempos del Antiguo Testamento la gente sacrificaba animales para Dios, pero ahora Dios se deleita más en un ofrecimiento de gratitud que en la ofrenda de un animal (Salmo 69:30-31). Es dando gracias que entramos al templo sagrado (Salmo 100:3-4).
2. Dar gracias trae bendiciones
La gente se queja con mucha rapidez de lo que no tiene, en lugar de ser agradecida por lo que ya tiene. Se nos privará de lo que tenemos si nos quejamos, pero dar gracias agregará más bendiciones a lo que ya tenemos (Mateo 25:14-15, 23, 28-29).
3. Dar gracias trae gozo y felicidad
Cuando nos quejamos, el diablo viene con nuestras quejas y oscurece nuestro mundo, nos quita el gozo. Pero, con la gratitud, Dios nos guiará hacia el gozo y las bendiciones. Agradezcamos a nuestro esposo o esposa y a nuestro vecino (Efesios 5:4; Colosenses 2:7). Cuanto más les demos las gracias, mejor nos tratarán. Pensemos en sus puntos buenos e intentemos entendernos bien con ellos. Agradezcámosle a Dios, y el Hijo de Dios derramará su bondad y su misericordia sobre nosotros (Salmo 118:28-29; 23:6). Jesús pagó por nuestros pecados y nuestro sufrimiento, y siempre debemos darle gracias al Señor por su bondad y misericordia ilimitadas. Incluso en medio de la oscuridad y de la dificultad, Dios nos extenderá su brazo consolador.
4. Dar gracias trae sanidad interior
Quejarse trae odio, enojo, inseguridad, desesperanza y gemidos, pero dar gracias neutraliza todo este veneno. Cuando demos gracias, el diablo se alejará (1 Samuel 16:14 y 23). Podemos eliminar el veneno de las quejas agradeciendo al Señor y entonces veremos la gloria de Dios. Una iglesia llena de gratitud crecerá, y una familia agradecida tendrá el cielo en sus corazones.
5. Dar gracias nos ayuda a experimentar milagros y a superar dificultades
Cuando tengamos dificultades y problemas, pensemos en la gracia de Dios y experimentemos su habilidad y su poder. Recordemos a Pablo y Silas (Hechos 16:25-26). Habían sido golpeados y encarcelados por predicar el Evangelio y sus pies estaban sujetos por cepos. ¡Pero a la medianoche estaban orando y cantándole himnos a Dios! Luego hubo un fuerte terremoto, y las puertas de la prisión se abrieron, y las cadenas de todos se soltaron. Su oscuridad se alejó. Cuando su vida esté inmersa en la oscuridad, ore y déle gracias a Dios. Él soltará sus cadenas de pobreza. Él soltará sus cadenas de pecado, de enfermedad y de maldición. Y, gracias a nosotros, las cadenas de los no creyentes también se soltarán.
Querido Padre Celestial, ayúdanos a no quejarnos. Ayúdanos a darte siempre un sacrificio de alabanza y gratitud, para que de esta manera nos des el poder para superar la infelicidad, la frustración y la desesperanza, y el poder para sanar nuestros corazones. Ayúdanos a comprender que dar gracias hace que las cosas buenas sean aún mejores y causa que las cosas malas trabajen juntas para el bien. Te lo pedimos en el nombre de Jesús, amén.
Bendiciones.