Todos en la vida tenemos sueños. Unos son realistas y alcanzables, otros no. Unos se logran, otros no. A veces soñamos despiertos, otras, dormidos. Hay sueños que nacen en el corazón de Dios, otros en nuestro propio corazón y con motivaciones personales. Y los que son nacidos en el corazón de Dios son transmitidos a aquellos que están en intimidad con El y con un propósito específico de Dios. Jeremías 29:11 “Porque yo sé los planes que tengo para vosotros”–declara el SEÑOR–”planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza. (Un fin esperado, el sueño anhelado).
La Biblia menciona algunos sueños que tuvieron ciertas personas: Jacob (Génesis 28:10-16), José hijo de Jacob (Génesis 37: 5, 9) Salomón (1 Reyes 3: 5,15).
Visión, Sueño, es una imagen del futuro que produce pasión.
A principios del siglo XX, el industrial dinámico Henry Ford, se paró frente a sus empleados y prometió hacer posible que la familia estadounidense promedio accediera al transporte automotor. La gente se rió en voz alta, sin embargo 15 años más tarde, millones de automóviles Modelo T de Ford habían sido comprados y vendidos a un costo de $290 cada uno.
En la década de los 40 un joven evangelista llamado Billy Graham tuvo un sueño radical. El y unos cuantos compañeros de la universidad imaginaron estadios repletos, donde la gente alejada de Dios pudieran oír la proclamación del evangelio. Para el 2002, 210 millones de personas han oído predicar en vivo a Billy Graham, mientras que más de mil millones han escuchado al Dr. Graham presentar el evangelio por televisión y radio.
En el año 1963, el Dr. Martín Luther King, hijo, se puso en pie en los escalones del monumento a la memoria de Lincoln en Washington, D.C., y pintó un cuadro de un mundo sin prejuicios, odio o racismo. Tengo un sueño de que mis 4 hijos un día vivirán en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel, sino por el contenido de su carácter. Aun cuando el Dr. King fue cruelmente asesinado, su sueño continuó vivo. Casi 40 años después su pasión guía a la nación mientras caen las barreras raciales.
Todos estos personajes tuvieron VISIÓN. NO SE DESANIMARON SIGUIERON CON SU VISIÓN, CON SU SUEÑO.
Visión, SUEÑO, es una imagen del futuro que produce pasión.
¿Cuál es tu sueño actual?
Implicaciones.
Oír a Dios.
La comunión íntima del Señor es con los que le temen Y a ellos hará conocer su pacto. Salmos 25:14.
Escucharé lo que hablará Dios. Salmo 85:8
Bienaventurado el hombre que me escucha, Velando a mis puertas cada día, Aguardando a los postes de mis puertas. Proverbios. 8:34
Clama a Mí y yo te responderé. Jeremías 33: 3.
Dios te dirá el que, el cómo, el cuándo y el dónde.
Buscar consejo.
Porque con ingenio harás la guerra, Y en la multitud de consejeros está la victoria. Proverbios 24:6
Tomar la decisión.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4: 13.
Establecer metas.
Escribe lo que quieres, cómo lo quieres hacer, qué pasos vas a dar.
Pon fechas, nombres de personas que te apoyarán, etc.
Comenzar a dar los pasos.
Comience poco a poco. No te desesperes. Pero vaya a lo seguro.
Pagar un precio.
Objeciones, críticas, llantos, desvelos, angustias, etc.
Persevera y espera en el Señor.
Nuestra alma espera al Señor; Nuestra ayuda y nuestro escudo es él. Salmos 33:20.
Guarda silencio ante el Señor, y espera en él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino, Por el hombre que hace maldades. Salmos 37:7.
Ver el sueño realizado y celebrarlo con acción de gracias.
A los justos les será dado lo que desean.
Cercano está el Señor a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras. Proverbios 10:24,
Cumplirá el deseo de los que le temen; Oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará. Salmos 145: 18,19.
No dejes de soñar. Si Dios te ha dado un sueño, lucha, visiona, prosigue a la meta, Escucha a Dios y busca el consejo de otros y da los pasos con la seguridad de que Todo lo puedes en Cristo que te fortalece. Habrá momentos difíciles pero verás con gozo el fruto de tu sueño. Jesucristo pagó un gran precio, fue maltratado, despreciado, herido, y murió, pero su sueño y obediencia al Padre, lograron comprar la salvación de la humanidad. Y al final podrás decir: Hasta aquí me ayudó Dios.
Marisa