Debemos conectarnos con la Motivación Interna.
Hemos perdido el fuego interno, la capacidad de motivarnos a nosotras mismas y esperamos que algo de afuera nos haga recuperarlo. ¿Por qué tenemos que recuperar ese fuego interno? Cuando estamos cansadas, decepcionadas, reaccionamos hacia los demás con enojo porque estamos agotadas. Las mujeres no nos permitimos conectarnos con la motivación interna.
Hay dos tipos de motivaciones: una interna y otra externa.
La motivación es el empuje, la fuerza para actuar, es alegría, coraje. Una mujer motivada internamente no ve nada como un problema u obstáculo porque la motivación interior es más fuerte que la externa. Los dos tipos de motivaciones son necesarias y ninguna de las dos son malas, porque hay momentos en que la necesitamos externamente. Esa es la tarea de un líder, debe ser motivadora, alentar, dar, orientar, animar; porque si la gente no se ve motivada se va.
Motivación es dar impulso, ayudarle para seguir adelante. Las mujeres tenemos un problema, intentamos vivir de la motivación externa y, aunque no es malo, el problema es cuando se transforma en dependencia. No nos enseñaron a ser independientes y necesitábamos que el otro nos diera permiso para actuar. Buscamos la dependencia de la motivación: “Si alguien me motiva desde afuera me está autorizando a hacer lo que quiero.” Hemos confundido la motivación externa con la autorización para hacer algo. Si alguien nos dice: “Adelante, vos podés” creemos que tenemos permiso para hacer lo que hay dentro de nuestro corazón.
Por ejemplo, me doy un permiso interno “aprender a manejar”. En lugar de hacerme preguntas que lleven a mi propia acción, después de tomar la decisión “a medias”, comienzo a preguntar:
1º a toda mi familia “¿qué te parece?”, buscando que me motiven externamente para hacer lo que primero nació adentro.
2º busco quien me acompañará en el desafío: económica, emocionalmente apoyando desde el principio hasta el final, necesito que estén conmigo porque si me apoyan tengo autorización para hacerlo.
3º Busco que el otro me aliente para superar mis temores porque no tengo seguridad de mi motivación interna.
Vamos tanteando todo el tiempo, buscando de los demás porque no desarrollamos la motivación interna. O de lo contrario buscamos en los extremos: “A mí me tiene que pasar algo para que lo haga” “Si mi marido se muere voy a aprender a manejar”. Siempre la motivación de afuera. Cuando la motivación externa no se da, se produce una frustración que manifestamos con resignación dando explicaciones espirituales a lo que nada tiene que ver con eso (“Y…No era mi momento”, “Dios no habrá querido que lo haga”, ”No era para mi”, “Vaya a saber de qué me salvé”)
Estamos aceptando que no recibimos motivación externa y mi motivación interna no vale, no tiene sentido por eso abandono el proyecto.
Aprendé a creer en vos, no esperes la motivación externa.
Si abandonas tu proyecto llega el desánimo por un deseo no satisfecho, una expectativa sin cumpliendo, cansancio, falta de fuerza. El desanimo nos hace cobardes, no hacemos nada esperando ser animadas por otros. Debemos aprender a reemplazar la motivación externa por la interna. La motivación interna es la brújula para saber qué es lo que queremos en la vida y por lo que lucharemos.
No es: “quiero esto, pero pido permiso para ver si los demás quieren que haga lo que yo quiero”.
Es: “quiero saber qué es lo que quiero y me motivo a mí misma para hacerlo”.
Motivación interna es sintonizarte con lo que querés.
Si sentís que hay un cerco motivate para atravesarlo. Cuando soltás una palabra de fe, tenés que ir detrás de ella y tendrás que hacerlo aunque haya obstáculos, aunque te caigas. Dedicate, buscala, declará fe hasta el final, hasta conseguir lo declarado. Aunque se rían y digan que no lo lograrás contalo a todo el mundo, no pierdas la fe.
Auto motivación es la brújula interior.
Cada vez que quieras lograr algo, en lugar de buscar las voces de afuera que te aprueben, preguntate cinco veces: ¿Por qué lo que deseo es tan importante?” Escribí las respuestas que surjan y cuando las leas descubrirás el propósito y al saberlo vas para adelante, no es algo inventado ni porque alguien te dijo que tenías que hacerlo. Seguí, insistí hasta lograrlo y tener el resultado en tu mano. ¡No te detengas hasta verlo hecho! Luchá por tu propósito, no busques motivación de afuera. A veces sentimos que algo queremos pero no sabemos qué, por eso debemos preguntar para conectarnos con el propósito.
Conectada con la motivación será más fácil soportar el fracaso, aceptarás los errores y seguirás adelante, pero sin el propósito claro, al primer error, perderás las fuerzas para seguir caminando. Tal vez el objetivo que tenías se truncó en la mitad, te desanimaste y dijiste: “no tengo más deseos, empecé bien pero ahora la verdad ya no tengo ganas de nada”
No encontraste el propósito por eso te desanimaste. La auto motivación es fundamental, es ver lo que ven los demás pero reaccionar de forma diferente, percibir algo distinto. El fuego interno es auto motivación.
Cambia todo los “no”, por sí.
Poné una mano en tu corazón y escucha su latido, es fuego interno.
No esperes la aprobación de nadie, soltá a la mujer fuerte que hay dentro tuyo.
Renová tu fuerzas, tu fe, tu fuerza interior y seguí a pesar de los obstáculos y alcanzarás todo.
Ve detrás del resultado y tendrás la victoria.
Sos valiosa, única. (( Recuerda que fuiste creada por Dios, el te vio desde el vientre de tu madre, también piensa que si le amamos todo nos ayuda para bien, y que en Cristo todo lo podemos, Filipenses 4:13, hoy les comparto algo que pueden encontrar muy fácil , es una página de facebook, llamada, Mujeres Fuertes con Alejandra Stamateas, para mi vida ha sido de gran bendición, me gustaría lo fuera para ustedes mujeres muchas bendiciones