Dios nos aseguró: "No te desampararé, ni te dejaré". (Hebreos 13:5)
Muchas personas se sienten solas, con frecuencia son aquellas, que tienen mucha gente alrededor. La muerte de un ser querido puede hacer que una persona se sienta sola, Confundida, y abandonada. Tus circunstancias no tienen que ser tan severas para que experimentes la soledad. Quizás te has cambiado a un nuevo vecindario, o empezado a asistir a una escuela nueva, o tal vez comenzaste un nuevo trabajo, y simplemente no te has podido integrar todavía. Yo sé como es sentirse sola. La "pobreza social" es resultado de la caída. Pero el hecho de aprender a quererme a mí mismo Y a orar por el favor de Dios ha cambiando mis relaciones interpersonales, y cambiará las tus también. Te animo a orar por el favor de Dios y de las personas. También a ser amistoso. No esperes que alguien simplemente llegue a tu vida para tener compañerismo. Ten cuidado de no ser demasiado pasivo. Involúcrate. El hecho de dar, siempre trae gozo. Acuérdate de Jesús cuando oró en el huerto de Getsemaní. Todos sus amigos lo habían decepcionado. Él los necesitaba una sola hora, y lo habían defraudado, quedándose dormidos (Mateo 26.36-43.) Con toda certeza, el Señor sabe cómo te sientes, Y ha prometido que no te abandonará ni te desamparará (Hebreos 1 3: 5), para que puedas ser fortalecido y seguir adelante.
Haz esto: Si te sientes sola, empieza a extender tus brazos hacia los demás. Al pensar en otros, estás sembrando la semilla para vencer tu propia soledad.