Hoy iremos al banco de peces y aprenderemos acerca de la sabiduría
que Dios incorporó en unas 20.000 especies distintas de peces.
En primer lugar, los peces no aprenden para ir al banco; ellos saben
instintivamente como estar en los bancos desde el nacimiento. ¡Conducirse en
los bancos tiene ventajas para los peces, y algunos de los bancos pueden tener
hasta más de un millón de peces en ellos! La razón para esto es que los bancos
ofrecen mucha protección de los predadores.
¿Alguna vez se preguntó por qué, cuando es atacado un banco de peces
o simplemente se lo asusta, los peces no se chocan entre sí – sino que irradian
alejándose de la amenaza como juegos pirotécnicos explotando? Por supuesto,
todos ellos sí se pueden ver entre sí; ellos saben hacia donde van todos los peces
junto a ellos. Asimismo, los bancos de peces tienen órganos especiales,
llamados líneas laterales, que recorren la longitud de sus cuerpos justo debajo de
su piel. Estos órganos están llenos de cabellos sensibles, que sienten el
movimiento del agua alrededor de los peces, para que cada pez tenga un mejor
sentido de la velocidad y dirección de su vecino como de los sutiles
movimientos en el agua.
Esta claro sobre las ventajas de movilizarse en los bancos, así también
sobre los órganos especiales que tienen los peces los que les ayuda a mantenerse
en los bancos; estos no son el producto de accidentes genéticos ni de la
casualidad. Son testimonio de un Creador que cuida de todas las criaturas que
ha creado. ¡Y si así cuida de los peces, cuánto más le cuida a usted y desea
establecer una relación con usted a través de Su Hijo, Cristo Jesús!