Una joven entró ansiosa y afanada a su casa.
Sin saludar, fijó su mirada en su tío,
quien reposaba tranquilamente en la sala,
y le dijo:
- Tío, un amigo muy querido por ti estuvo hablando mal de ti.
- Espera, niña, espera - respondió el tío - ¿ya
le hiciste pasar la prueba de las tres puertas
a lo que me vas a contar?
- ¿Las tres puertas?
- Preguntó sorprendida la chica -.
- Sí, la primera es LA VERDAD: ¿Es absolutamente
cierto lo que oíste? - Inquirió de nuevo el tío-.
- Bueno... me lo contaron los vecinos... supongo
que... - dijo la niña dudando -.
El tío interrumpió:
- Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda
puerta que es LA BONDAD: Es bueno para alguien esto que vas a contarme, o tal vez, sin darte cuenta, ¿te estás volviendo mensajera de malas intenciones?
- No... - respondió la joven - no creo que esto que te voy a decir sea bueno para nadie.
- Muy bien, - dijo el tío - entonces, nos queda
la última puerta:
¿Es ÚTIL lo que me vas a contar?
- Tal vez no... - respondió tranquila la joven -.
- Entonces,
si no es verdadero, ni bueno, ni útil,
no lo discutamos - concluyó el tío -.
**LYDIA**