. Honestidad
La total honestidad, en el sentido de compartirlo todo con la pareja, no es necesariamente bueno para la relación. Demasiada honestidad puede resultar devastadora si no se controla lo que se le quiere hacer entender a la pareja.
Hay un límite entre lo que se puede mantener en privado y el engaño. Cuando deliberadamente se engaña dentro de una amistad o romance, se empieza a perjudicar la calidad de la información que se intercambia con la pareja, por lo tanto se perjudica la intimidad. Cuando la mentira aparece dentro de una relación es un indicio de alarma de que algún tipo de manipulación está ocurriendo. Aún cuando la persona que engaña lo haya mantenido en secreto por no herir a la otra persona, el descubrimiento de la mentira inevitablemente lleva a la pérdida de la confianza. Mentir hace más daño que ocultar la realidad. Empatía La empatía es la habilidad de entender a la otra persona, sus sentimientos y puntos de vista. Para poder dejarnos conocer por nuestra pareja debemos sentirnos escuchados y comprendidos o por lo menos aceptados por la otra persona. Esta empatía es la que permite que cada persona dentro de una relación íntima sea apoyada y ayudada por la otra. Ternura Uno de los aspectos más desatendidos de la intimidad es la expresión de la ternura, ya sea de manera física o verbal. Físicamente expresamos la ternura a través de besos, abrazos, caricias y demás. Lamentablemente para algunos hombres es socialmente incómodo expresarse tiernamente. Pareciera que la parte racional los controla de tal manera que no se permiten ser tiernos. Por otra parte, hay hombres que pueden ser físicamente tiernos pero no se sienten cómodos al expresar verbalmente su ternura. La expresión de la ternura mantiene la intimidad romántica viva |