Un auténtico amigo
es como una medicina en la vida,
una valiosa protección.
Entre todos los tesoros
no encontrarás
ninguno tan grande
como un amigo fiel.
Basta ver al amigo
para que brote la alegría
en nuestro corazón
y se expanda por todo nuestro ser.
Con el amigo se cultiva
una comunión muy profunda,
que le infunde al alma
un gozo espiritual inefable.
Con sólo pensar en el amigo
se vigoriza el espíritu
y se libera de preocupaciones.
Pero esto únicamente sucede
entre amigos verdaderos,
que tienen los mismos sentimientos
y que darían la vida el uno por el otro.
Quien tenga un amigo así,
comprenderá mis palabras.
Y aunque lo vea todos los días,
nunca parecerá suficiente.
(desconosco su autor)