He tomado la iniciativa de escribirte en esta Navidad, para pedirte algunas cositas pero antes contarte que durante todo el año me he portado como una Gerente del Hogar "Estrella".

Durante estos doce meses he limpiado 156 veces la casa, incluyendo el típico repaso del piso pues Pedrito y Carlitos siempre se salen a jugar en el patio y con la lluvia me encharcan el piso. He fregado 5.475 veces la vajilla y hasta más veces cuando las amiguitas de Carola deciden venir a merendar mientras ven la película que alquilaron.

He sido una excelente "Profesional de la Magia", al ir al Supermercado con el mismo dinero que Gustavo me da todas las quincenas, y resulta que cada vez compro menos artículos pero cada día tienen más hambre y debo hacer hechizos para que rinda, les llene y encima quede sabroso. Durante las vacaciones escolares que debían ser de alguna forma mi temporada de descanso de "madrugonazos" para preparar desayunos y loncheras, de llevadas y traídas al colegio, de compradera de cartulinas y material para manualidades, tuve que hacer transporte para la piscina, el parque, casa del amiguito a jugar metras, casa de la amiguita a jugar muñecas, y en los tiempos "libres" llenar el extenuado tanque de gasolina, comprar el pan para la cena, pagar el recibo del teléfono que estaba por vencerse y comprar el regalito porque la suegra tenía cumpleaños.

Todas las veces que me dio gripe, aunque me quedaba un poquito más tiempo en la cama, a control remoto mandaba a recoger los cuartos, a dejar los baños en orden, a pedirles que pusieran y recogieran la mesa cuando se sentaban a comer y a que hicieran las tareas mientras "Mamá" trataba de recuperarse. Pero aún sin voz, nunca dejaba de comunicarme y mandaba avioncitos de papel para que hicieran lo que tenían que hacer.

En este período anual, aparte de atender a mi esposo y los hijos, heredé un gatito que nació y dejaron abandonado, un pajarito que se cayó del nido del árbol cuando llovió con tanta furia y Luisito se ganó un pececito dorado en la tómbola de la verbena de su colegio. ¿Qué más te puedo decir? He sido una buena esposa, una buena mamá, una buena amiga, una buena vecina, una buena ciudadana y por eso hoy quiero pedirte que me traigas:

• Paciencia para continuar esta ardua labor en el Hogar que, aunque sienta a veces que es poco gratificante, me llena de muchas satisfacciones cuando recojo experiencias hermosas y exitosas.
  

  
  

  
  
  

• Salud para toda mi familia, y de todas las familias existentes en el Planeta porque es la semilla de la sociedad y de donde parten valores y principios tan escasos en estos tiempos.
  
  

  
  
  

• Sabiduría para comprender a todos los que se acerquen a mí, para saber callar cuando así lo amerite la situación y saber corregir cuando sea mi deber.
  
  

  
  
  

• Generosidad para toda mi familia y los ciudadanos, porque el egoísmo debe desaparecer y entre todos debemos ayudarnos.
  
  

  
  
  

• Tolerancia para respetar los puntos de vista del resto de la familia y saber aceptar situaciones aunque yo no esté del todo de acuerdo.
  
  

  
  
  

• Fortaleza para seguir adelante con esta inmensa responsabilidad de conducir mi Hogar guiada por la Luz Divina para que cada día mi familia sea mejor, y tenga una mayor calidad de vida.
  
  

Querido Niño Jesús: Espero no haberte molestado demasiado con mis peticiones y por último quiero que estos "regalos" que hoy te estoy pidiendo puedas traérselo a todas las Familias y que en las alfombritas delante de sus camas reciban estos obsequios repletos de mucho amor, ternura y paz. Ese es mi mayor deseo para esta Navidad y me iré a dormir satisfecha cuando sepa que mi sueño se ha hecho realidad.

Que hoy y siempre puedan elevar su espíritu de esperanza y fe ante adversidades de la vida diaria, y asumir como aprendizaje las experiencias que puedan vivirse para evolucionar y trascender.

Querido Niño Jesús:

He tomado la iniciativa de escribirte en esta Navidad, para pedirte algunas cositas pero antes contarte que durante todo el año me he portado como una Gerente del Hogar "Estrella".

Durante estos doce meses he limpiado 156 veces la casa, incluyendo el típico repaso del piso pues Pedrito y Carlitos siempre se salen a jugar en el patio y con la lluvia me encharcan el piso. He fregado 5.475 veces la vajilla y hasta más veces cuando las amiguitas de Carola deciden venir a merendar mientras ven la película que alquilaron.

He sido una excelente "Profesional de la Magia", al ir al Supermercado con el mismo dinero que Gustavo me da todas las quincenas, y resulta que cada vez compro menos artículos pero cada día tienen más hambre y debo hacer hechizos para que rinda, les llene y encima quede sabroso. Durante las vacaciones escolares que debían ser de alguna forma mi temporada de descanso de "madrugonazos" para preparar desayunos y loncheras, de llevadas y traídas al colegio, de compradera de cartulinas y material para manualidades, tuve que hacer transporte para la piscina, el parque, casa del amiguito a jugar metras, casa de la amiguita a jugar muñecas, y en los tiempos "libres" llenar el extenuado tanque de gasolina, comprar el pan para la cena, pagar el recibo del teléfono que estaba por vencerse y comprar el regalito porque la suegra tenía cumpleaños.

Todas las veces que me dio gripe, aunque me quedaba un poquito más tiempo en la cama, a control remoto mandaba a recoger los cuartos, a dejar los baños en orden, a pedirles que pusieran y recogieran la mesa cuando se sentaban a comer y a que hicieran las tareas mientras "Mamá" trataba de recuperarse. Pero aún sin voz, nunca dejaba de comunicarme y mandaba avioncitos de papel para que hicieran lo que tenían que hacer.

En este período anual, aparte de atender a mi esposo y los hijos, heredé un gatito que nació y dejaron abandonado, un pajarito que se cayó del nido del árbol cuando llovió con tanta furia y Luisito se ganó un pececito dorado en la tómbola de la verbena de su colegio. ¿Qué más te puedo decir? He sido una buena esposa, una buena mamá, una buena amiga, una buena vecina, una buena ciudadana y por eso hoy quiero pedirte que me traigas:

• Paciencia para continuar esta ardua labor en el Hogar que, aunque sienta a veces que es poco gratificante, me llena de muchas satisfacciones cuando recojo experiencias hermosas y exitosas.
  

  
  

  
  
  

• Salud para toda mi familia, y de todas las familias existentes en el Planeta porque es la semilla de la sociedad y de donde parten valores y principios tan escasos en estos tiempos.
  
  

  
  
  

• Sabiduría para comprender a todos los que se acerquen a mí, para saber callar cuando así lo amerite la situación y saber corregir cuando sea mi deber.
  
  

  
  
  

• Generosidad para toda mi familia y los ciudadanos, porque el egoísmo debe desaparecer y entre todos debemos ayudarnos.
  
  

  
  
  

• Tolerancia para respetar los puntos de vista del resto de la familia y saber aceptar situaciones aunque yo no esté del todo de acuerdo.
  
  

  
  
  

• Fortaleza para seguir adelante con esta inmensa responsabilidad de conducir mi Hogar guiada por la Luz Divina para que cada día mi familia sea mejor, y tenga una mayor calidad de vida.
  
  

Querido Niño Jesús: Espero no haberte molestado demasiado con mis peticiones y por último quiero que estos "regalos" que hoy te estoy pidiendo puedas traérselo a todas las Familias y que en las alfombritas delante de sus camas reciban estos obsequios repletos de mucho amor, ternura y paz. Ese es mi mayor deseo para esta Navidad y me iré a dormir satisfecha cuando sepa que mi sueño se ha hecho realidad.

Que hoy y siempre puedan elevar su espíritu de esperanza y fe ante adversidades de la vida diaria, y asumir como aprendizaje las experiencias que puedan vivirse para evolucionar y trascender.

Elena Ortiz