Por otro lado, Scott W. Ventrella, sostiene en su libro, “El Poder del Pensamiento Positivo en las Empresas”, que “el 95% de las veces, la gente no logra desarrollar su potencial en las empresas por factores internos, que tienen que ver con creencias auto-limitantes y los pensamientos negativos, que configuran la actitud, pues bloquean la aplicación eficaz del conocimiento y las destrezas”.
Si tú te haces consciente de que tus pensamientos y actitudes contigo mismo son los responsables de tu bienestar y buen desempeño en el hogar y en su trabajo, ya tienes la mitad del camino andado.
Casi toda la negatividad es aprendida y comienza desde cómo nos hablamos a nosotros mismos y cómo nos hablaron nuestros padres. Cuando la mente habla, el cuerpo escucha y si tu te dice constantemente cosas alentadoras respecto a ti mismo avanzas. En cambio, cuando tú te dices lo tonto que eres o inflas con improperios todas las veces que te equivocas, tu cuerpo toma una fisiología de derrota y tu actitud negativa te paraliza.
Cada vez que te sorprendas diciéndote algo negativo o poco amable a ti mismo, o respecto de otras personas, o sobre la situación en la que te encuentras, busca algún aspecto positivo sobre el cual te puedas concentrar, mirando hacia arriba o apagando esa nefasta voz de tu mente.
Las personas mayores instintivamente conocen la sabiduría de empezar y conectarse con los recuerdos positivos de los buenos y viejos tiempos para sentirse mejor. Aprenda esta filosofía de vida diciéndose: “Todo tiempo pasado fue mejor, pero nada es como mi momento presente y lo aprovecho al máximo ahora”.
Para Ventrella, “la actitud es una posición o sensación con respecto a un objeto. Si podemos cambiar nuestra posición mental (pensamiento) y nuestros sentimientos, podemos cambiar nuestro comportamiento.”
Los diez rasgos específicos de actitud que distinguen a las personas que piensan y viven positivamente de acuerdo con este autor son: optimismo, entusiasmo, creencia, integridad, valor, confianza, determinación, paciencia, calma y enfoque.
Algunos de los beneficios del pensamiento positivo en las empresas que Scout W. Ventrella también menciona en su libro son:
Es la clave para aprovechar el potencial propio y de todos los empleados, lo cual a su vez produce un alto desempeño
Es el factor individual más importante para crear un servicio sobresaliente
Estimula la innovación y la creatividad
Fomenta un entorno de trabajo abierto, honesto y confiable
Mejora considerablemente las relaciones interpersonales, que son la clave para que se hagan las cosas
Ahorra una gran cantidad de recursos.
Los Diez Rasgos del Pensador Positivo
Optimismo: Cree y espera resultados positivos, incluso en momentos de dificultad, reto o crisis
Entusiasmo: Ten altos niveles de interés, energía, pasión o motivación personal sin razón alguna
Creencia: Cree en ti misma, en los demás o en un poder espiritual superior que te sirva de apoyo
Integridad: Ten un compromiso personal con la honestidad, la franqueza y la justicia. Vive de acuerdo con tus propias normas y defiéndelas
Valor: Estate dispuesta a tomar riesgos y superar temores
Confianza: Ten seguridad en tus habilidades, capacidades y potencial
Determinación. Persigue incansablemente una meta, un propósito o una causa
Paciencia: Ten disposición a esperar el momento oportuno
Calma: Mantén la serenidad y procura equilibrar la vida cotidiana
Enfoque: Dirige tu atención mediante el establecimiento de metas y prioridades
La actitud positiva es una decisión personal que depende sólo de ti y tu eliges cómo se asoma cada momento a la vida para hacer de tu mundo y del de los que le rodean un lugar mejor y más amable cada vez.