Adios Él coloca la aguja sobre su vena y pide que entre la música entre el cuello y el antebrazo entra lentamente la melodía
Él ha cerrado los ojos en su sangre se forma el caos un ejército marcha en su estómago los intestinos se calientan lentamente
Nada es para tí nada era para tí nada queda para tí para siempre
Él saca la aguja de su vena la melodía sale de su piel los violines se queman a gritos las cuerdas cortan la carne él ha abierto los ojos pero no se ha despertado
Nada es para tí nada era para tí nada queda para tí para siempre