¡Como olvidarte! si al ver al mar mi corazón se vuelve ola, si en las noches las estrellas iluminan tu figura, si la luna me lleva a tu ventana.
como olvidarte si estás entre mi piel y mis sentidos, en el canto de las aves, en el rumor del río, en las ansias benditas de mi boca, en mis sueños y mis desvaríos.
¡Como olvidarte! si mi mente sucumbe ante el desnudo de tu alma; si tus ojos son nube y tus manos rocío, si eres mi misterio de amor idealizado donde no existen lágrimas de luto ni penas, ni quiebres que adornen un pasado.
Como olvidarte si siempre me has dejado la huella de un amor resucitado, de un amor expandido cual montaña, Gigante e inacabado.
De ese amor que trasciende al pensamiento, al visceral amor de mi existencia y más allá de ti que ya es bastante.
Y es que se escapa de mis manos, del dolor, de mi llanto o sufrimiento, del mirarte a los ojos un instante y el soñarte en las noches sin descanso.
Ese amor que me late en llamaradas que te llama incansable hasta el desmayo, que te busca en las flores y en el campo, en el fuego, en el agua y en ay! que pasó? ...que te amo tanto.
Ese amor rutinario, cotidiano, ese que tu enredabas en mis manos, en la almohada, en la alfombra, en la ventana, en las noches de amor que eran un canto, y en el tibio dulzor de tus quejidos.
De ese cuerpo ceñido junto al mío, del temblor de tu vientre entre mis manos del quejido en el espasmo y del ¡ay!... mi amor cuanto te amo.
Ese amor en estrellas titilando en azules finitos de un espejo, que se cuela en rendijas como etéreo y me llega del agua en un reflejo.
Ese amor como tú, como yo, como siempre.
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