Me llora el alma de melancolía. ¿Por qué? ¿Por quién? No lo sabré decir. Quizá hubo una mujer..., quizá hubo un día..., quizá un amor que se dejó morir
EN MÍ, SIN TI
Aún sin cerrar los ojos, te reclamo en las tibias esquinas del recuerdo, donde el silencio augura que te pierdo, donde estallas en luces si te llamo. En ti, sombra de sueño, me derramo, y, aire tú, sólo el aire abrazo y muerdo; y este dolor en mi costado izquierdo subraya que te amé y cuánto aún te amo. Cómo flotas en mí, cómo navegas en este mar que soy, mas no sosiegas las turbulencias que el deseo agita. En mí, sin ti, te tengo y te carezco, creo dormir contigo, y amanezco con esta rebeldía que te grita.
Francisco Álvarez Hidalgo
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