Si yo hablase lenguas humanas y angelicas y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena o cimbalo que retiñe.
Y si tuviese profecia y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladese los montes y no tengo amor, nada soy.
Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres y si entregase mi cuerpo para ser quemedo y no tengo amor, de nada me sirve.
El amor es sufrido, es benigno, el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rancor,
No se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor nunca deja de ser.1
1Corintios 13