¿Ya se dio usted cuenta que muchas veces uno vive una vida irreal? Nos quedamos pensando en aquellas cosas tristes que nos sucedieron en el pasado: los dolores, las tragedias, las decepciones... Esto se apodera de nuestro pensamiento. En vez de quedarnos recordando estas cosas desagradables que tuvimos que pasar, y que además todo el mundo pasa, sería mucho mejor pensar en el día de hoy. Aquello ya pasó. No se quede sufriendo una vez más lo que ya sufrió. Si quiere quedarse recordando el pasado trate de recordar las cosas buenas y alegres: esto le traerá paz y tranquilidad.
Sólo digo lo siguiente: los errores del pasado deberían ser revisados para no caer nuevamente en ellos. Pero las amarguras..., ya es suficiente con las que uno tiene ahora. Tampoco es saludable quedarse preocupado o afligido con el futuro, imaginando dolores y problemas por los cuales, en la mayoría de las veces, ni siquiera vana a pasar. No viva triste y con el corazón lleno de miedos y sofocos, sino aproveche cada minuto para vivir bien su vida. Eso es lo que interesa.
Diga sí a la vida, aunque muchas veces ella le diga no. Vaya hacia adelante, no se quede recordando que algunos pararon y otros se quedaron viéndolo seguir.
Sueñe bastante, pero no quite los pies de la realidad.
De cada acto saque alguna cosa positiva. Aprenda con la vida, pero con prudencia, evitando hacerlo solamente por "locura".
Como dice Heber Lima: "El destino, a veces, no pasa de disculpa mal pensada para explicar la desgracia por nuestros errores causada".
Padre Juca
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