Caballero imponente de mirada profunda que sonriente me incita a que todo confunda...
Su rostro ya no es joven ni terso, las arrugas lo marcan sin embargo su cuerpo de vivir no se cansa.
Yo lo admiro en silencio, con disimulo contemplo, a ese hombre inteligente con el atractivo del tiempo.
A ocultas lo admiro sin que adivine mi anhelo cuando su mirada me toca con ese aire sereno.
El despliega la experiencia de quien mucho a vivido y su alpiste me atrae como a un pajarito atrevido.
Seguiré soñando mil noches con sus hábiles manos con el sabio sabor de sus besos en un letargo lejano... ady exy |