QUE DIOS TE BENDIGA!!! LEE ESTE HERMOSO MENSAJE, TAL VEZ TU TAMBIEN
ESTES DISTRAIDO.
QUE DIOS TE BENDIGA 100PRE!!
Un joven y exitoso ejecutivo
paseaba a toda velocidad en su auto Jaguar S Type 2003, sin ningún tipo
de precaución.
De repente, sintió un
estruendoso golpe en la puerta, se detuvo y, al
bajarse, vio que un ladrillo le había
estropeado la pintura, carrocería y
vidrio de la puerta de su lujoso auto.
Se subió nuevamente, pero
esta vez lleno de enojo,
dio un brusco giro de 180 grados, y regresó a toda
velocidad al lugar donde vio salir el ladrillo
que acababa de desgraciar
lo hermoso que lucia su exótico auto.
Salió del auto de un brinco, y agarro por los brazos a un chiquillo, y empujándolo hacia el
auto estacionado le gritó a toda voz:"¿Qué rayos fue eso?, ¿Quién eres tu?, ¿Qué
crees que haces con mi auto?".Y enfurecido, casi botando
humo, continúo gritándole al chiquillo:
-"¡Es un auto nuevo, y ese ladrillo que
lanzaste va a costarte muy caro! Por qué
hiciste eso?"
-"Por favor, señor, por favor. ¡Lo siento
mucho! No sé qué hacer", suplico el chiquillo.
"Le lancé el ladrillo
porque nadie se detenía..." Las lágrimas bajaban por sus mejillas hasta el suelo,
mientras señalaba hacia alrededor del auto
estacionado.-"Es mi hermano", le dijo.
"Se descarriló su silla de ruedas, y se cayó
al suelo... Y no puedo levantarlo". Sollozando, el chiquillo le preguntó al
ejecutivo:"Puede usted, por favor, ayudarme a sentarlo en su silla? Está golpeado, y pesa mucho para mi sólito... Soy muy pequeño."
Visiblemente impactado por las palabras
del chiquillo, el ejecutivo tragó grueso el taco que se le formó en su garganta.
Indescriptiblemente
emocionado por lo que acababa de
pasarle, levantó al joven del suelo, lo sentó nuevamente en su silla, y sacó su pañuelo de seda
para limpiar un poco las cortaduras y el sucio
de sobre las heridas del
hermano de aquel chiquillo tan especial.
Luego de verificar que
se encontraba bien, miró al
chiquillo, y este le dio las gracias con una
sonrisa que no tiene
posibilidad de describir nadie..."DIOS lo bendiga,
señor... y muchas gracias", le dijo.
El hombre vio como se
alejaba el
chiquillo empujando trabajosamente la pesada silla de ruedas de su
hermano, hasta llegar a su humilde casita.
El ejecutivo aún no ha reparado la puerta del auto, manteniendo la hendidura que le hizo el ladrillazo, para recordarle el no ir
por la vida tan distraído y tan deprisa que alguien tenga que lanzarle un
ladrillo para que preste atención.
DIOS normalmente nos susurra en el alma y en el corazón,
pero hay veces que tiene que lanzarnos un ladrillo a ver si le prestamos atención. Tu escoges:
Escuchar el susurro... o el ladrillazo...