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General: RROKER PUERTO RICO
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De: caciqueroker (Mensaje original) |
Enviado: 14/03/2007 17:46 |
Vidas Únicas Camilla Feibelman Un idilio azul Por Sarah V. Platt / Especial para El Nuevo Día - Esta joven ambientalista norteamericana ha luchado por dar a conocer y conservar diferentes ecosistemas alrededor del mundo.
"Antes de sentirse inspirados para proteger un ecosistema, se debe conocer a través de la exploración". De los desiertos de Nuevo México al verdor y la inmensidad de la selva peruana y de ahí, al agua turquesa del mar Caribe, esta joven ambientalista norteamericana ha luchado por dar a conocer y conservar diferentes ecosistemas alrededor del mundo. “Creo que toda sociedad a nivel mundial se ha equivocado en su definición de progreso. Para mi, progreso es si vivo más saludablemente, si me siento cómoda un domingo en un lugar pasivo. El progreso no es ser más grande, comer más, construir más. Es tener orgullo por tu comunidad, tener algo para ofrecer que sea especial para las personas que visitan tu comunidad”. Son las palabras de Camilla Feibelman, una fiel amante y una protectora constante de la Naturaleza y de la cultura de nuestra isla y la coordinadora de la sede puertorriqueña del Sierra Club, la organización ambientalista más antigua de los Estados Unidos. Nació y creció en Alburquerque, Nuevo México, que según ella, es muy parecido a Puerto Rico hasta el punto de ser considerada “la tierra del encanto”. De pequeña, Camilla pertenecía a las niñas escuchas y cada verano, mapa y brújula en mano, se iba de campamento a las montañas de Nuevo México. Fue en medio de aquella naturaleza desértica donde Camilla comenzó a enamorarse del medio ambiente y concienciarse sobre los problemas ecológicos de la zona, como la escasez de agua, los incendios en los bosques y la mala utilización de la tierra. Aunque sus veranos junto a las niñas escuchas plantaron una semilla en la joven, no cabe duda que la vena ambientalista de Camilla nace por influencia de su padre quien la llevaba a menudo a recoger frambuesas por el campo, además nos comenta que su abuela era una gran admiradora de las flores. A sus 18 años, Camilla comenzó otro capítulo de su vida en Columbia University como estudiante de biología ambiental. Durante su tercer año de universitaria, un profesor suyo, de nacionalidad peruana, la incitó a solicitar la beca Fullbright para llevar a cabo un proyecto en el Amazonas. La investigación consistía en analizar el conflicto de pesca entre los botes comerciales de uno de los principales puertos de la selva peruana y los de los residentes de la ribera. Hablando dos o tres palabras en español como mucho, se subió a varios aviones y finalmente arribó a la ciudad de Iquitos en el Perú. Trabajó durante más de un año y medio en el Instituto de Investigación de la Amazonia peruana junto a pescadores locales en el Puerto de Belén de dicha ciudad. “Me levantaba antes del amanecer para asistir a las señoras en el mercado y analizar los diferentes tipos de pescado y su origen. Después me iba todo el día con los pescadores. Me enseñaron a construir redes. Me fascinaba la ilusión que me creaba ver aquellos barcos tan pequeñitos que navegaban tan lentos en la inmensidad del río”. Camilla, al cabo de su estancia en la selva, no sólo aprendió a comunicarse a la perfección en español, vivió con un chamán que producía ayahuasca (planta ancestral y psicotrópica utilizada medicinalmente en la selva) y fue “apadrinada” por una familia local, sino que, más importante aún, cimentó su conciencia ambiental y aprendió a desconectarse del mundo utilizando la naturaleza como terapia, un mensaje que pretende transmitir a otras personas. Al culminar su investigación en la Amazonia comenzó a trabajar para el Sierra Club -el club ambientalista más antiguo de Estados Unidos, fundado en 1892- en Rhode Island, liderando la coalición estudiantil a nivel nacional. Estuvo a cargo de una campaña sobre los tratados de libre comercio que se difundió por todos los Estados Unidos y luego se transfirió a Washington DC donde luchó por los derechos de diferentes comunidades latinas, negras y tribus indígenas norteamericanas. A su vez apoyaba la justicia ambiental a través de la prensa. Desarrolló una columna en castellano que se publicaba en todos los periódicos de habla hispana en los Estados Unidos y Latinoamérica. Fue durante una de sus reuniones que Feibelman conoció a varios estudiantes de la Universidad Metropolitana de Puerto Rico con quienes hizo amistad y junto a quienes decidió establecer una sede del Sierra Club en Puerto Rico. Así llegó Camilla de su natal “Tierra del Encanto” a nuestra “Isla del Encanto” hace un poco más de dos años, siempre manteniendo un claro propósito que va a la par con la misión principal del Sierra Club de observar, disfrutar y proteger el medio ambiente. “Creo que antes de sentirse inspirados para proteger un ecosistema, se debe conocer a través de la exploración”, comenta la joven encargado de entrenar a más de 150 líderes, quienes escogen áreas naturales que les ‘encantan’ para liderar un grupo interesado en unirse a la exploración ambiental. Cada fin de semana el Sierra Club de Puerto Rico lleva a cabo de dos a tres excursiones gratuitas y abiertas al público. “Ofrecen lo que tal vez mi campamento de niñas escuchas me ofreció a mi: una oportunidad para despejarme de todo y disfrutar de la belleza natural”. El discurso de Camilla es elocuente, se expresa tan bien en español como en inglés, además es sumamente apasionado, casi político. Dice ser enemiga de la rutina diaria, la inactividad y la transportación automovilística, a la cual se ha visto forzada a adoptar sólo en Puerto Rico porque “simplemente no existe otra opción en la isla”. “Pónganse a pensar cuántas veces nos aburrimos de ir al cine y al “mall” porque no hay más nada que hacer, en vez de salir a caminar por las bellezas naturales de esta isla como el Río Abajo, Toro Negro... Son estos lugares de los cuales tal vez hemos oído hablar, pero simplemente no hemos ido porque a lo mejor no sabemos llegar o qué llevar. O que pasaría si nos perdemos…”. El Sierra Club es una de varias organizaciones ambientales en la isla que ofrecen la posibilidad sin costo alguno, de unirse en la exploración natural. Como parte de sus fundamentos creen en la existencia de dos tipos de poder: el dinero y la gente. Según la joven, “obviamente lo que nos interesa no es el dinero y los recursos con los que contamos son limitados. Sin embargo, lo que sí tenemos es acceso a la gente y las personas, son el recurso más importante. La gente es quien recibe el futuro de la isla. Es la gente quien siente que tal vez no tiene oportunidades o el tiempo para explorar la isla o que su vida es aburrida y necesitan inspiración. A través de nosotros muchas veces encuentran lo que buscan”. Una de las metas principales de Camilla, de los voluntarios del club que coordina y los residentes de Luquillo y Fajardo es la preservación del Corredor Ecológico del noreste, un área de 3,240 acres de gran valor natural y marino reconocido a nivel nacional e internacional por ser entre otras cosas el hábitat de más de 40 especies en peligro de extinción, entre ellas el tinglar, la tortuga marina más grande del mundo. Sin embargo la preservación de esta zona se enfrenta a un gran enemigo: una propuesta de construcción de varios proyectos residenciales-turísticos de compañías locales e internacionales como San Miguel Four Seasons, Dos Mares Marriot Resort y tres campos de golf. La propuesta, recientemente presentada ante la Legislatura por Camilla y el resto del Sierra Club, asignará un nuevo plan eco-turístico para la costa noreste de la isla. La joven ambientalista ve realizado el proyecto de incluir a esta zona como parte de un plan eco-turístico que comenzará en Piñones y terminará en el Corredor Noreste, entre Luquillo y Fajardo, donde encontrarán alojamiento, restaurantes y diferentes deportes marinos, antes de partir para Vieques y Culebra. “Yo me he enamorado de Luquillo. Ese pueblo me fascina. Tiene tanta historia, un gran potencial turístico, un valor ecológico envidiable y la gente es muy amable y abierta. Si logramos proteger el Corredor, lograremos entablar una visión y un sentimiento de orgullo para estas comunidades. Además, será el primer paso para continuar luchando por que esta isla sea verde y no de cemento”, remata la ambientalista. Mañana ;Roberto de Jesús Toro, Director de Presupuesto de tres gobernadores: Tugwell, Piñero y Muñoz Marín | Conociendo el caño Martin Peña junio 21,2006,documental y charla con LYVIA RORIGUEZ, DIR.PROYECTO ENLACE, Y MARIO NUÑEZ PRESIDENTE G8(OCHO COMUNIDADES) JUNIO 24 recorrido en bote por la laguna torrecillas, canal suarez y laguna san jose | |
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De: rroker |
Enviado: 17/04/2007 09:08 |
DEAR WORLDWIDE FRIENDS: I CANT RESPOND THE POSTCARDS OF OUR FRIENDS AROUND THE WORLD.. BECAUSE... IM WELL SATURATED IN MY INVESTIGATION WORK TO THE RESCUE FORGOT AND HIDDEN OF MY country, Puerto Rico. THE next THURSDAY 19 OF APRIL OF THE 2007, I WAS PRESENT IN THE First Conference Magisterial Military History IN THE INTERAMERICAN UNIVERSITY. ORIGINAL MOROCCAN MUSKET XVII CENTURY |
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De: caciqueroker |
Enviado: 11/05/2007 21:31 |
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De: caciqueroker |
Enviado: 15/05/2007 02:05 |
ME ASIGNARON EL GRUPO NUM. 6, Y VISITAMOS PERSONALMENTE VARIAS OFICINAS. fotos de Puerto Rico: | Corredor Ecológico del Noreste Amigos del Corredor Ecológico del Noreste; 14 DE MAYO 2007; solicitando su atención a la legislación que protegería el Corredor como una reserva natural y un destino eco turístico, día de cabildeo donde SE visita varias oficinas de los senadores. | |
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