Los orígenes del Día de la Recordación se encuentran en la Guerra Civil estadounidense, que tuvo lugar de 1861 a 1865. Durante el conflicto, en el que perdieron la vida más de 550.000 estadounidenses, muchos ciudadanos empezaron a depositar flores sobre las tumbas de los caídos. Un número de municipalidades del norte siguió celebrando estos "días de decoración" después de haber terminado la guerra, pero el momento decisivo ocurrió en 1866 en el pequeño pueblo de Waterloo, a 450 kilómetros de la ciudad de Nueva York.
Henry C. Welles, habitante de Waterloo y farmacéutico del pueblo, tuvo la idea de que se designara un día para rendir homenaje a los caídos en la Guerra Civil. Entre sus clientes estaba John B. Murray, que había alcanzado el grado de general de brigada en el Ejército de la Unión (del norte) y que ocupaba el cargo de secretario del ayuntamiento del condado de Seneca. Murray adoptó la idea como si fuera de él, y contribuyó decisivamente a la celebración del primer Día de Decoración en Waterloo, el 5 de mayo de 1866.
En el círculo de amistades de Murray figuraba el general John A. Logan, comandante de las fuerzas de la Unión en la batalla de Atlanta de 1864, y director de la grande e influyente organización fraternal de ex combatientes de la Unión. Logan, convencido por Murray de la necesidad del feriado, designó en 1868 el día 30 de mayo de ese año "para cubrir con flores, o decorar de otra manera las tumbas de los camaradas que cayeron en defensa de su país durante la rebelión, y cuyos cuerpos reposan ahora en los cementerios de las iglesias de casi todas las ciudades, pueblos y aldeas del país".
Entre las ceremonias de ese día se celebró una en el Cementerio Nacional de Arlington, en Virginia, en el otro lado del río Potomac, frente a Washington. Presidió la ceremonia el presidente Ulysses S. Grant. Terminados los discursos y los homenajes, miles de huérfanos de la guerra, ex combatientes y otros, decoraron las tumbas de los caídos en la Guerra Civil. Solo en el cementerio de Arlington había más de 20.000 tumbas de estas.
A finales de siglo, casi todos los estados del país habían declarado el Día de Decoración feriado oficial. Después de la Primera Guerra Mundial, se extendió el Día de Decoración para rendir homenaje a aquellos que fallecieron en todas las guerras del país y, después de la Segunda Guerra Mundial, se lo conoció como Memorial Day o Día de Recordación. El Congreso estableció el feriado oficial en 1971, y dispuso que se lo observara cada último lunes de mayo.
En 1966, el presidente Lyndon B. Johnson emitió una proclama designando a Waterloo, Nueva York, lugar oficial de nacimiento del Día de Recordación