Los seguidores de Judas Priest tuvieron que esperar más de una década para que el grupo británico volviera a unirse. Y sus fanáticos puertorriqueños esperaron 20 años para ver aquí nuevamente a los llamados dioses del heavy metal, quienes iniciarán la segunda parte de su gira estadounidense en Puerto Rico, esta noche en el Coliseo Roberto Clemente.
“Estamos muy emocionados de volver a Puerto Rico, ha pasado tanto, tanto tiempo desde la última vez que estuvimos allí. Estamos en medio de esta gran gira mundial, ya hemos estado en muchos países alrededor del mundo y ahora vamos a ir a verlos a ustedes. Tenemos muchas ganas de ir a ver a todos los maniáticos puertorriqueños del heavy metal”, indicó Robert Halford, vocalista del grupo, en entrevista telefónica con El Nuevo Día desde su casa en el desierto de Arizona.
Para el concierto, el grupo promete rock metálico puro a través de un recorrido de sus distintas etapas, desde los años 70 hasta su disco más reciente, Angel of Retribution.
“Es un espectáculo grande con todo lo que Judas Priest hace... el escenario es bien grande. Tenemos juegos de luces, cambios de vestuarios y lo más importante es que reflejamos las tres décadas de Judas Priest. Nos mantenemos fuertes y relevantes. Definitivamente, la mejor manera de experimentar a Judas Priest es en vivo”, indicó.
El 2003 fue el año afortunado para que la reunión del grupo se hiciera realidad y Halford, los guitarristas Glenn Tipton y K.K. Downing, el bajista Ian Hill y el baterista, Scott Travis, volvieran a hacer la vibrante música a la que acostumbraron a un público sediento del más electrificante heavy metal, género al cual se les atribuye su creación.
Judas Priest nació en 1970, en Birmingham, Inglaterra, cuando sus fundadores y amigos de crianza, Ian Hill y K.K. Downing, se unieron al cantante Alan Atkins, quien había pertenecido a una banda local llamada Judas Priest, nombre que surgió de la canción The Ballad of Frankie Lee and Judas Priest de Bob Dylan.
Los jóvenes decidieron también adoptar el nombre de la antigua banda de Atkins y esa nueva encarnación del grupo los movió de un sonido que tendía al blues a uno más estridente, algo que luego sería llamado heavy metal.
Durante cuatro años se mantuvieron presentándose en Birmingham, considerada la segunda ciudad en importancia en Inglaterra.
Aunque no cuenta con el renombre de Liverpool o Manchester, la ciudad vio nacer a importantes figuras del rock británico y es conocida como punto de partida del heavy metal, ya que además de Judas Priest, allí surgió también otro mítico grupo: Black Sabbath. Aparte de los “metaleros”, la ciudad fue cuna de otros grupos como The Electric Light Orchestra, Wizzard, Duran Duran y UB40.
Sin embargo, la escena de esos grupos era muy diversa para cuando Judas Priest dio sus primeros pasos.
En 1974, a raíz de ciertos problemas financieros y con el manejador, Atkins y el baterista Alan Moore abandonaron el grupo. Para entonces, Ian Hill salía con una chica que le había mencionado que su hermano podía ser el cantante del grupo. Fue de ese modo que Halford llega a la agrupación. “Rob” trajo con él al baterista John Hinch. Posteriormente se les integraría Scott Travis.
A partir de entonces, Judas Priest comenzó a tomar fuerza en Inglaterra y comenzó a presentarse en países cercanos. Pero a pesar de que ya llevaban años de fundados, aún no habían hecho ni un disco. Sin embargo, cuando consiguieron un sello discográfico, éste les exigió que integraran a otro músico. Pero los integrantes del grupo no querían añadir un trompetista, ni un órgano, de modo que optaron por añadir otra guitarra.
Sin saberlo, precisamente ese formato fue el que hizo que Judas Priest consiguiera lo que eventualmente se convirtió en el sonido del heavy metal. Logrado en parte por el sonido simultáneo de las dos guitarras.
Hay expertos que aseguran que los tres primeros discos del grupo, Sad Wings of Destiny (1976), Sin After Sin (1977) y Stained Class (1978), definieron lo que es el puro heavy metal. Con sus discos sucesivos, Judas Priest siguió posicionándose como el líder de los grupos británicos del género. Además de atribuírseles dicho sonido, también se les achaca la imagen, ya que propulsaron la imagen rebelde y feroz mediante el uso de piel, cadenas y boinas de piel.
“Eventualmente quisimos algo que fuera único, ninguna otra banda tenía la imagen de Judas Priest, ni se veía ni sonaba como Judas, así que teníamos esa cualidad distintiva. Cuando comenzamos, el heavy metal no tenía una imagen; tenía un público distintivo, pero no una imagen. Así que cuando hicimos la canción Hell Bent for Leather fue cuando empezamos a usar las motocicletas y el cuero, porque encontramos que iba más a tono con el sonido. Queríamos algo severo, agresivo, fuerte, visual, así que la canción nos dio la posibilidad de inventarnos el look”, indicó el vocalista, quien asegura que el heavy metal no morirá.
Sus temas You've Got Another Thing Comin', Painkiller, Victim of Changes, Breaking the Law, Turbo Lover y Living After Midnight, entre otros, recorrieron el mundo entero.
Pero el éxito no pudo evitar que al finalizar la gira en apoyo al disco Painkillers, Halford abandonara la agrupación para emprender una carrera como solista. Aunque hoy día lo nieguen, siempre hubo rumores que apuntaban a problemas entre los integrantes del grupo.
“Judas Priest nunca rompió. Me fui a hacer una carrera en solitario, nunca hubo algo que no pudiese ser reparado. Quería tener mi propia experiencia, pero al final fue más fuerte mi amor por Judas Priest. Todos esperábamos y queríamos la reunión, pero no sabíamos si íbamos a hacerlo. Pero nunca hubo una fricción personal. Hay grupos que tienen dificultades para reunirse, pero nosotros lo estábamos esperando”, explicó el cantante, quien asegura que tras la reunión se sintieron como si nunca hubieran pasado esos doce años que estuvieron separados.
El mundo del heavy metal quedó perplejo cuando en 1998, Halford reveló en una entrevista con MTV que era homosexual. La noticia causó revuelo pues la imagen ruda, cargada de testosterona que cultivó por 20 años, contrastaba con sus preferencias sexuales. Sin embargo, el intérprete no prestó atención pues la experiencia fue para él una liberación.
“Esa fue una cosa maravillosa para mí. Estoy seguro que no soy el único gay del heavy metal, como que también los hay en otros géneros como rap y r&b, sólo que alguna gente decide hablarlo y otros no. Para mí fue un viaje personal que me llenó mucho, pero esa es una pequeña parte de quien soy. Para mí, la sexualidad es una fracción de lo que es el ser humano. Pero eso me ayudó a saber que las audiencias del heavy metal son muy tolerantes y abiertos de mente y que aceptan a todo tipo de personas”, manifestó el cantante.
“Ahora hay más apertura y especialmente cómo se manejan los medios de comunicación. También la gente es más consciente y lo entiende mejor. Definitivamente, hubiese sido más difícil en los 70 y los 80, por eso escogí permanecer callado. Pero hoy es un mundo distinto”, indicó Halford, quien manifestó que sus compañeros de grupo lo sabían desde el principio.
En septiembre sale al mercado un DVD del gran concierto que hizo el grupo en Japón hace unos meses. En sus horizontes también está la grabación de otro disco, por lo que Halford ya empezó a componer, algo que es sumamente retante para él.