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General: LOS PAPELES DE PINZÓN: CLAVES DEL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA
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| De: danteali (Mensaje original) |
Enviado: 17/09/2009 19:35 |
¿Por qué temía Cristóbal Colón que el capitán de la Pinta, Martín Alonso Pinzón,  le arrebatase la gloria de haber descubierto América? La respuesta está quizá en unos misteriosos documentos que Pinzón halló en la Biblioteca Vaticana.
Durante la noche del 21 de noviembre de 1492 la carabela Pinta, que capitaneaba Martín Alonso Pinzón, abandonó la diminuta flota a cuyo frente iba Cristóbal Cólon. ¿Adónde iba? ¿Con qué ciencia pretendía Martín Alonso navegar por aguas desconocidas? ¿Y si se perdía? ¿Cómo regresaría a España, si se supone que nadie más que Colón conocía el itinerario? No se fue Martín Alonso con consentimiento de Colón, puesto que el propio Colón dejó escrito en el Diario de a bordo que el marino palermo obró así “sin obediencia y voluntad del Almirante” y que lo hizo “por codicia”. ¿Qué sabía exactamente Martín Alonso Pinzón de aquellas tierras? ¿Qué papel jugó en la trama del descubrimiento de América?
UN HOMBRE CLAVE
Para tratar de comprender mejor este endiablado asunto habrá que remontarse a lo sucedido meses antes, cuando Colón, que para entonces ya había firmado las controvertidas Capitulaciones de Santa Fe con los Reyes Católicos, se dispuso a enrolar tripulantes para su descabellada aventura marítima. Todo sucedió el día 23 de mayo de 1492, que cayó en miércoles. El Almirante se dirigió caminando a la iglesia de San Jorge de Palos de la Frontera (Huelva) acompañado por el fraile franciscano Juan Pérez.
Una vez allí, el escribano Francisco Fernández leyó la Real Provisión de 30 de abril dictada por los reyes Isabel y Fernando en la que se daba cuenta del nombramiento de Colón como capitán de una armada a la que Palos debía contribuir cediendo dos carabelas (“aderezadas e puestas a punto”) en cumplimiento de una condena anterior a la que el pueblo había sido sometido y que establecía que habría de prestar tales servicios cuando la realeza se lo requiriera. Sin embargo, eso no obligaba a los marineros a embarcarse en aquella aventura.
Y no lo hicieron. El desconocido Colón no inspiraba confianza, y mucho menos el incierto destino de aquellas naves: irían, les dijeron, “a ciertas partes de la Mar Océana”. Colón no tuvo suerte y sólo logró alistar para su proyecto a un puñado de delincuentes, de los que se dice que les eximieron del cumplimiento de su pena. Sin embargo, el negro panorama cambió cuando entró en escena un marino y armador nacido en la localidad onubense cuyo nombre era Martín Alonso Pinzón.
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De: danteali |
Enviado: 17/09/2009 19:36 |
| EL ENCUENTRO
Años después de la muerte de Colón en Valladolid el 20 de mayo de 1506, su hijo mayor, Diego, entablaría un pleito con la Corona para pedir que respetase el carácter hereditario de los cargos y las prebendas que había prometido al Almirante en las Capitulaciones de Santa Fe. Pero el rey encontró testigos que afirmaban que el gran artífice del Descubrimiento fue en realidad Alonso Pinzón. ¿En qué se basaban aquellas declaraciones?
A pesar de que la tesis más aceptada es la de que Colón conoció a Pinzón en 1491, el profesor Juan Manzano niega ese extremo y recoge uno de los testimonios de esos Pleitos, donde Juan Quexo, vecino de Palos, aseguró: “Después vino el dicho don Christóval Colón de la Vega de Granada de fazer la dicha Capitulación con el Rey e llegó a esta villa de Palos, el dicho Martín Alonso Pinçón se determinó de yr con él al dicho biaje”. Por lo tanto, según este testimonio, los dos marinos se conocieron más tarde, tras la firma de las Capitulaciones. Pero cuando Colón trató de encontrar tripulantes para su proyecto Martín Alonso no estaba en Palos. Por eso no tuvo éxito la iniciativa. ¿Dónde estaba Pinzón? |
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De: danteali |
Enviado: 17/09/2009 19:36 |
| VIAJE A ROMA
De acuerdo con lo manifestado por su propio hijo, Arias Pérez, en los Pleitos, Martín estaba en Roma: “Que fue el dicho su padre a Roma aquel dicho año (1492) antes que fuese a descobryr”. ¿Qué hacía el marino en esta ciudad? Unos textos hablan de que llevó hasta allí un cargamento de sardinas; otros sostienen que había transportado un regalo de los reyes al papa Inocencio VIII: una carabela llamada Condesa.
Pero lo más sorprendente es que todos los testimonios coinciden en que Alonso Pinzón visitó la Biblioteca Vaticana, lo cual nos deja perplejos. ¿Cómo fue posible tal cosa? ¿Quién le abrió sus puertas y por qué? ¿Esa inquietud intelectual resulta lógica en un marino onubense de la época? Una declaración de un tal Antón Fernández Colmenero que se encuentra en el Archivo de Indias explica qué se traía entre manos: “Oyó dezir destas escrituras (las que al parecer trajo de Roma Pinzón) contenidas en esta pregunta al mismo Martín Alonso quél avía traydo el traslado de Roma, e se las oyó leer al dicho Martín Alonso, e que lo que sabe esto por queste testigo vino de Roma con el dicho Martín Alonso”.
Pero Pedro Alonso Ambrosio se pronunció al respecto con mucha mayor claridad en su declaración durante los Pleitos al asegurar que Martín Alonso había traído de Roma “la ynstruyçión de la navegación”. Es decir, según estos testigos, obtuvo en Roma, en la Biblioteca Vaticana, algunos mapas o cartas de navegación que fueron claves para materializar lo que se ha venido a llamar el Descubrimiento. Y tal vez no fueron decisivas en lo que a Colón toca, puesto que éste sabía con certeza en qué consistía su proyecto.
No en vano en las Capitulaciones de Santa Fe (17 de abril de 1492) los monarcas le concedieron títulos y prebendas “por lo que había descubierto” y no por lo que esperaba descubrir. Pero sí lo fueron en la decisión de acompañarlo que adoptó Pinzón. Así, el 23 de junio, tras regresar de Roma, Pinzón y Colón iniciaron la tarea de reclutar marinos para aquella loca aventura. Y los marineros locales se decidieron porque era Pinzón quien conducía la empresa. |
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De: danteali |
Enviado: 17/09/2009 19:37 |
| OBJETIVO CLARO
Algo sabía Martín Alonso para jugarse su prestigio y embarcar en aquella expedición a sus hermanos Vicente Yáñez y Francisco Martín. Este hecho se evidencia claramente en la declaración realizada por Alonso Gallego en los Pleitos en relación con la noche del 6 de octubre, cuando se produjo el primero de los dos motines de los marineros que abogaban por arrojar por la borda a Colón. Según Gallego, Martín Alonso les dijo lo siguiente: “Quien se quisiese bolver, buélvase, que yo adelante quiero pasar, que yo tengo que descubrir tierra o tengo que morir en esta demanda”. Días más tarde, la Pinta abandonaría la flota y Pinzón se dedicaría a hacer descubrimientos por su cuenta.
Las tensiones entre Colón y Pinzón serían cada vez más fuertes después de que ambos se reencontraran cuarenta y cinco días más tarde. Para entonces, la nao Santa María se había hundido por negligencia del propio Colón y una treintena de hombres habían quedado abandonados en el fuerte de la Navidad, donde encontrarían la muerte tiempo después a manos de los indígenas. El Almirante y los demás iniciaron el tornaviaje a bordo de la Niña.
Sólo un loco se habría atrevido a abandonar a Colón, que era quien, se suponía, sabía por dónde se andaba en aquellas tierras de las que no había conversación ni noticia hasta entonces. ¿O sí tenía noticia de ellas Pinzón? ¿Qué averiguó en Roma? ¿Qué cartas de navegación ocultaba la Biblioteca Vaticana? ¿A quién habían pertenecido? |
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