Tu vida es toda tuya, no en un sentido egoísta sino de una manera creativa, llena de fuerza y entrega. El mundo que ves es el que imaginas.
La vida que vives es exactamente la que esperas vivir.
Así que, imagina lo mejor y espera lo mejor.
Ansía llenar tu propia vida con verdadera, auténtica riqueza y llenarás el resto del mundo con ella. Cuanto más, plenamente, te conviertes en ti mismo más te brindas a la vida.
No hay nadie más como tú. Por lo tanto, tienes la vital responsabilidad y la deliciosa oportunidad de permitir que tu vida se desenvuelva en toda su plenitud y esplendor.
Si los persigues tan lejos como decidan ir, tus más preciados sueños serán cosas verdaderamente valiosas para ofrecer al mundo. Conecta con esos deseos y vívelos intensamente.
Trabaja para hacer realidad tus sueños y en el proceso estarás brindando a la vida tus más especiales talentos.
Sentirás la verdadera plenitud de estar elevando al mundo junto a ti.