“…más allá de nuestra historia cotidiana, como parroquianos de un pueblo
costero del litoral atlántico bonaerense, nos perdemos en la espesura de las
dunas de arenas para paladear nuestro pasado que nos trae vientos salados
oceánicos llenos de silencio y sueños”
En el siglo XIX, durante la época en que la provincia de Buenos Aires era
gobernada por Juan Manuel de Rosas se hablaba de un lugar denominado “Chicul
Malal”, voz aborigen que significa “Corral de Chañares”; el mismo sería llamado
por su contemporáneo, el naturalista inglés Charles Darwin y unos cuantos años
después por el científico argentino Florentino Ameghino, “Monte Hermoso” nombre
que le daría identidad al futuro balneario, inspirado en un médano de 36 metros
de altura, ubicado a unos 60 kilómetros de Bahía Blanca.
- “Monte Hermoso” nombre que le daría identidad al futuro
balneario, inspirado en un médano de 36 metros de altura, ubicado a unos 60
kilómetros de Bahía Blanca.
El 1º de enero de 1906 comienza a guiar las rutas marítimas trazadas mar
adentro en nuestro frente costero el Faro Recalada a Bahía Blanca, la torre de
estructura abierta más alta de Sudamérica (74,5 metros sobre el nivel del mar)
que se construyó en la fábrica francesa Barbier Bernard Turenne, la misma que
participo del ensamblado de la Torre Eiffel.
El Faro, símbolo representativo
de Monte Hermoso, se erigió bajo la supervisión del ingeniero Luis Luiggi y
permite a través de sus 331 escalones acceder a la mejor vista panorámica de la
ciudad.
En 1917, una goleta norteamérica llamada “Lucinda Sutton” que
transportaba maderas hacia Bahía Blanca es sorprendida por una tempestad que la
hizo encallar en un banco de arena y peligrar el naufragio. Los tripulantes
arrojaron todo el cargamento al mar y la corriente se encargó de hacerlo llegar
a nuestras costas para dar forma al primer proyecto turístico del lugar, el
“Hotel Balneario Monte Hermoso”, que trascendió como el “Hotel de madera”.
El ingeniero Esteban Sulpicio Dufaur, dueño por entonces de estas tierras,
imagina y proyecta con esas tablas un hospedaje ubicado frente al mar e inaugura
en 1918 el famoso hotel que contaba con sesenta habitaciones, cocheras
cubiertas, fabrica de soda y hielo, luz eléctrica, cine, casino, y otras
comodidades, además de un sendero entre los médanos, el actual camino sinuoso
que luego Dufaur forestaría con eucaliptos, que permitía la llegada al
mismo.
A cuatro meses de su inauguración el Hotel Balneario Monte Hermoso
cambia de dueño; lo adquiere Antonio Benito Costa, junto a las 186 hectáreas que
rodeaban al mismo y allí se comienza, con ahínco, la forestación del frente
costero para frenar el avance de la arena. Lentamente un pueblo comienza a
crecer alrededor del hotel.
Sonia_Tatiana