"....Varios hombres habían quedado encerrados por error en una oscura caverna donde no podían ver casi nada. Pasó algún tiempo y uno de ellos logró encender una pequeña antorcha. Pero la luz que daba era tan escasa que aún así no se podía ver nada. Al hombre, sin embargo, se le ocurrió que con su luz podía ayudar a que cada uno de los demás prendieran su propia antorcha y así, compartiendo la llama con todos, la caverna se iluminó ". Uno de los discípulos preguntó a Hu-Song: ¿ Qué nos enseña, maestro, este relato ? Y Hu-Song contestó : Nos enseña que nuestra luz sigue siendo oscuridad si no la compartimos con el prójimo. Y también nos dice que el compartir nuestra luz, no la desvanece, sino que por el contrario la hace crecer. "El compartir nos enriquece en lugar de hacernos más pobres " "Los momentos más felices son aquellos que hemos podido compartir