Alguien
dijo : " Si no puedo hacer lo que quiero, intentaré querer lo que
hago", y ésta es una gran verdad. No podemos avanzar en la vida sin
enamorarnos de nuestro trabajo, sin sentir que en cada acción que
realizamos estamos poniendo lo mejor de nosotros.
Conviértete
en la clase de personas que ilumina la habitación al entrar, brinda a
las personas más de lo que esperan y hazlo con alegría.
Recuerda
que los ganadores ejecutan aquello que los perdedores no pueden hacer,
busca la excelencia en tu trabajo y serás tu propio jefe. Tu mente y tu
corazón deben caminar juntos, nunca permitas que uno se interponga al
otro. Quien descubre la fórmula de este equilibrio ha conseguido la
llave del éxito en la vida.
Concédete permiso para el
disfrute, ama y serás amado, lee mucho, escucha, tiende un puente de
tolerancia hacia los otros y permite que un apretón de manos sea tan
firme como un contrato celebrado.
"Hay tantas cosas para gozar y nuestro camino por la tierra es tan corto, que sufrir es una perdida de tiempo"