¿Tú?
Si eres lo que eres, sirve, querido amigo;
pero nunca digas que eres más que los demás.
Si eres sabio, calla. Que el mundo descubra
en ti la sabiduría: en esa sonrisa que das
a la anciana, en ese saludo que das al amigo,
en esa caricia que haces al niño, ¡entrégate!
El mundo está cansado de oír:
"yo soy", "yo hago", "yo sirvo".
Pregúntate desde ahora:
"¿Quién soy?", "¿Qué hago?". "¿A dónde voy?".
Y se tan sabio para enseñar a los demás
en tu acción más pequeña que, dándolo todo,
parezca que no das nada.
Somos, servimos, amamos y damos
pero ¿por qué lo hacemos?
Si en nuestro interior se esconde el querer
destacarnos y figurar en esos actos,
y en los sentimientos no sirve... nada sirve.
Fluir es entregarse, darse en todos los sentidos
pero desde el corazón porque sí, porque
nos dieron ganas, porque sentimos ganas
y deseos y no nos importa si lo tienen en cuenta,
si lo valoran, o si con ello vamos a destacarnos.
Dejar de girar alrededor del yo es difícil pero se puede.
¿Cómo? Olvidándonos de nosotros en cada acto,
disfrutando del dar y en ese sentirnos bien
encontrar la verdadera recompensa.
Entregar y entregarse esa es la clave.
Dejemos que los demás descubran
en nosotros nuestros talentos, nuestras virtudes
y por sobre todo nuestra sabiduría
en las pequeñas acciones, en los pequeños gestos,
en las pequeñas cosas de todos los días.
Autor desconocido
paloma
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