Permitirse llorar no es facil.Nos han educado para ser fuertes
ser árboles de pié ante las adversidades de la vida.
Muchas veces sentimos angustia, el pecho dolorido ante tantas presiones.Y seguimos caminando, no nos detemos a llorar:" Debes ser fuerte"," llorar es de los débiles", "los hombres no lloran", "llorar es sinónimo de flaqueza"
Tantas frases hemos escuchado en nuestra infancia, en nuestra juventud,que; ante el dolor, la pérdida, las injusticias, el fracaso, no nos permitimos llorar y agobiados por todo esto, las exigencias del trabajo, los problemas de dinero, de familia; que cuando nos encontramos intimimante solos,y casi sin darnos cuenta las lagrimas empiezan a brotar, surge de muy adentro un gemido inrreprimible que quiere terminar en un grito ¡es tanta la angustia! que nos parece que se nos escapa el corazón y nos falte el aire.
Sufrir la pérdida de ciertas cosas es inherente en el ser humano.
Hay pérdidas irreparables, irremplazables, por más que nos empeñemos en reparar, ignorar u olvidar no es posible.
Allí es donde aparecen los que nos quieren ofreciendonos su apoyo, su hombro,sus palabras de aliento.
Y el orgullo que tanto daño nos produce, solapadamente hace que rechazemos. Y no pensamos que pueden ayudarnos,pero no; no debemos flaquear,un hombro amigo es sinonimo de lágrimas, una palabra de aliento hará que nos entreguemos al llanto.
Cuando somos padres, lo primero que le enseñamos a nuestros hijos pequeños"¡no llores!" , tratamos de demostrarles que somos fuertes, que nada nos duele, que nada nos quiebra; que somos ¡hombres!
Tenemos miedo a que nos pierdan el respeto si nos ven debíles si nos ven llorar que puede dañar su caracter ¡que equivocados estamos!
Ellos perciben nuestra tristeza y nuestra alegria con solo mirarnos,con abrazarnos,con acariciarnos,perciben nuestro dolor.
No pidamos permiso para llorar,si sentimos que no podemos contener las lágrimas, si sentimos que el corazón no duele ; cuando la felicidad nos inunda y se nos hace un nudo en la garganta..lloremos; no tenemos que ser fuertes todo el tiempo, toda la vida..
Debemos permitirnos ser, por momentos débiles y dejar que nuestro estado de ánimo salga a flor de piel , que no nos importe si nos ven lagrimear porque les estamos diciendo a los que nos rodean que tenemos sentimientos y podemos manifestarlos
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