Unas fiestas saludables Hay personas que dicen que no les gusta la Navidad porque parece que indican cuándo hay que ponerse amorosos, acogedores y ser buenos. Algunos dicen que la Navidad les trae a la memoria el recuerdo de las personas queridas que ya murieron y su ausencia en estos días les trae dolor y les entristece. A mi modesto entender, lo verdaderamente importante de la Navidad para los cristianos es el nacimiento de Jesús de Nazaret y su mensaje de paz, de amor entre los hombres, de comprensión mutua y de buen entendimiento.
Y ese mensaje es válido para creyentes y no creyentes. Por eso, la Navidad es entendida y valorada por la mayoría de las personas como esas fechas entrañables en las que todos debemos humanizarnos un poco más, ser más solidarios y comprensivos, perdonar las ofensas y arrancar de nuestro corazón los odios, rencores y rencillas. Ya sé que las actitudes de cercanía, comprensión y buen entendimiento entre las personas, deberían ser la tónica general, lo normal, pero somos humanos y olvidamos las cosas con demasiada facilidad. Las fechas navideñas nos sirven de llamada de atención, en el sentido de que lo verdaderamente importante es proporcionarnos paz y amor para nuestros semejantes.
¿Cómo debemos comportarnos para lograr esa deseada armonía en el hogar?
Siempre con respeto, procurando alentar y potenciar lo bueno y meritorio de nuestros seres queridos, y siendo muy empáticos, poniéndonos en su lugar para entenderles, comprenderles y perdonarles sus fallos. Recordar siempre que ‘el otro’, en alguna medida, es ‘yo’, porque a través del otro me perfecciono y me hago mejor persona cada día.
Sugerencias para estos días y ¡para todo el año!
- El otro no es tu enemigo; es parte de ti, necesita tu amor, tu aceptación y que le valores y le des importancia.
-Si das como diez, siempre recibirás como veinte porque el simple hecho de dar comprensión, ternura, cariño y perdón llena de estos sentimientos tu propia acción.
- Procura estar atento a valorar lo mejor y más meritorio de los tuyos y no dudes en ser caluroso en los elogios.
- Disculpa con facilidad los fallos, errores y equivocaciones. Recuerda que tú también los tienes.
- Sobre todo conviértete en estos días en una persona amor, salud y medicina.