Letra: Jorge Curi
La quise como nadie tal vez haya querido y la adoraba tanto que hasta celos sentí. Por ella me hice bueno, honrado y buen marido y en hombre de trabajo, mi vida convertí. Al cabo de algún tiempo de unir nuestro destino nacía un varoncito, orgullo de mi hogar; y era mi dicha tanta al ver claro mi camino, ser padre de familia, honrado y trabajar.
Pero una noche de Reyes, cuando a mi hogar regresaba, comprobé que me engañaba con el amigo más fiel. Y ofendido en mi amor propio quise vengar el ultraje, lleno de ira y coraje ¡sin compasión los maté!
Qué cuadro compañeros, no quiero recordarlo, me llena de vergüenza, de odio y de rencor. ¡De qué vale ser bueno! Si aparte de vengarme clavaron en mi pecho la flecha del dolor. Por eso compañero, como hoy es día de Reyes, los zapatitos el nene afuera los dejó. Espera un regalito y no sabe que a la madre por falsa y por canalla, ¡su padre la mató!
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